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David y Goliat

Drama. Aventuras Los filisteos declaran la guerra a los hebreos y rompen el Arca de la Alianza. Saúl, Rey de Israel, escucha a los profetas que le anuncian que el nuevo rey será un pastor llamado David, pero antes este joven deberá enfrentarse al gigante Goliat, el más fuerte de los filisteos. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
10 de septiembre de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en el relato bíblico de David contra Goliat (1 Samuel17:4-51). El rey Saúl (Orson Welles) ha perdido el favor de Jehová Dios, vive perturbado y sus enemigos se aprovechan para desafiarlo, el profeta Samuel (Hilton Edwards) no le puede remediar nada. Ahora resulta que un niño llamado David (Ivica Pajer) vence a su mayor enemigo, Goliat (Kronos), pero la misma será una victoria amarga para el rey.

El actor Orson Welles (1915-1985) ya había logrado el éxito en el cine, recibió tres nominaciones al Oscar por el film “Citizen Kane” (1941), por su actuación protagónica, su eficaz dirección y su particular guion, ganando la estatuilla por esta última categoría.

En realidad el film es una especie de lucimiento para ver el carácter interpretativo de Orson Welles en Europa, por lo demás técnicamente la película no aporta nada nuevo en artes cinematográficas y mucho menos en actuaciones adicionales. El reparto del film la componen estrellas en su mayoría italianos y pocos conocidos de la época.
operez
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29 de febrero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de voluntad solemne y de vocación grandilocuente que relata el conocido episodio bíblico pero al que guionistas y directores no han sabido imprimir los resortes de la emoción ni del notable sentido épico que la historia encierra.
Le falta vigor narrativo y es poco cuidadosa con los detalles.
Además resulta poco convincente porque abusa del esquematismo, del reduccionismo y del planteamiento maniqueo.
La fotografía es francamente buena y ofrece algunos planos largos impresionantes así como localizaciones de exteriores muy meritorias.
ABSENTA
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3 de marzo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
30/07(12/02/17) Intrascendente (co-producción italo-gala) versión del popular relato del Antiguo Testamento de David contra Goliath (1 Samuel17:4-51), realizada por Ferdinando Baldi y Richard Pottier, en un tiempo donde los péplums eran una plaga (bíblica?), y este solo tiene que aportar la presencia arrolladora de Orson Welles que como era norma en él en las cintas realizadas por otros y en las que él actuaba, se dirigía a sí mismo, actuaciones estas enmarcadas solo con motivo de ser fuente de ganar dinero para sus proyectos personales, muchos de ellos inacabados, el resto es puro entretenimiento sin fuste alguno, con actuaciones (salvo la de OW) sin actores reconocidos, y sin dejar nota importante. Se sigue el patrón del mandatario viejo que ve sus dominios tambalearse, y aparece sangre nueva que intentará salvar la caída, pero siempre hay un consejero artero-conspirador que intentará sabotear lo todo.

El rey Saúl (Orson Welles) ha perdido el favor de Jehová, vive perturbado y sus enemigos filisteos (que le han robado el Arca de la Alianza), regidos por Asrod (Furio Meniconi), aprovechan para desafiarlo, el profeta Samuel (Hilton Edwards) predice que un nuevo rey le relevará, y será el joven pastor David (Ivica Pajer). Saúl tiene como consejero a su primo, el comandante Abner (Massimo Serato), un intrigador que recela de David.

Es una cinta por lo menos entretenida, no se alarga en su metraje (como otros péplums), una historia predecible, aunque con la particularidad que acaba antes de lo previsto (spoiler), posee unos escenarios bien exhibidos, sin alardes pero sin penurias, flaquea el vestuario propio en muchos casos de cine soft (o porno), es una película pasarratos, sin diálogos trabajados, artificiosos. Trata el sempiterno tema de la lucha del Bien contra el Mal en el marco religioso católico, sin muchos matices, sin dimensión dramática, excepto la que intenta impregnar Welles en sus sentidas e intensas alocuciones, el resto es todo plano, sumándose algunos momentos un tanto sonrojantes (spoiler).

La puesta en escena resulta bastante buena en su recreación péplum de los bíblicos tiempos, con una dirección artística de Oscar D’Amico, rodándose en Roma (Amato Studios e Incir De Paolis Studios), en Yugoslavia y Jerusalén (Israel), creando unos ampulosos decorados para representar la bulliciosa capital hebrea y para el interior del palacio del rey Saúl, sus ampulosas columnas, las estatuas, el vestuario de Orson Welles, siendo penoso el escenario del oasis, esto visualizado por la fotografía en Cinemascope de Carlo Fiore, sabiendo exponer en bonitas tomas generales la acción, los escenarios con gran gentío de extras, la batalla final, o como filma la batalla final, siendo singular el modo (seguro que indicado por Welles) en que se rueda a Orson Welles en contrapicado para elevar su figura, con ultraexpresivos primeros planos. La música es del compositor italiano Carl Innocenziho, acunando con bellas melodías escenas como los místicos momentos de David en el desierto, o destilando épica en el desfile triunfal de David, aunque esto saboteado por sonidos anacrónicos y fuera de lugar (sintetizadores) cual leit motiv chirriante de Goliath.

Orson Welles se coinvierte en el gran reclamo del film, haciendo con su carismática presencia que el relato crezca en interés, siendo su rol el más complejo, alguien con un pasado exitoso que ahora en el otoño (acentuado esto por su pálido y arrugado maquillaje) de su vida se encuentra atormentado y a la vez fascinado por la figura de la juventud enérgica de David, un tipo ambiguo de los que borda el polifacético artista, aquí dirigiéndose él mismo (como siempre hizo), haciendo que cada escena suya sea las que hacen apetecible ver la cinta, sublime como se transmuta en el decadente rey hebreo. El actor croata Ivica Pajer encarna con vigor (un tanto ingenuo) al mítico héroe judío, su desparpajo y frescura chocan con lo superficial y poco matizado que está. Hilton Edwards da lustre al rol de profeta Samuel, sin mucho recorrido. El resto del elenco no pasa de correcto, sobresaliendo por su poderosa presencia el gigantón Aldo Pedinotti conocido artísticamente como Kronos, que da vida al pérfido Goliath.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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