The King of Pigs

Dirigida por el animador surcoreano Yeun Sang-ho en su debut como director de largometrajes, King of Pigs debutó en el Festival Internacional de Cine de Busan, celebrado del 6 al 14 de Octubre donde recibió una buena acogida en la ciudad coreana. En el festival donde he tenido la oportunidad de verla fue en el pasado Festival Internacional de Sitges 2012. La película es descrita como un reflejo inquietante de la sociedad contemporánea, de una violencia explicita, la película intentará desafiar y entretener al público internacional. El tipo de animación, la temática que toca y sobre todo, la forma elegida para abordar estos elementos, están pensados para dicho propósito.

Una propuesta accesible de forma genérica más allá de fronteras, y en lo que puede ser un mayor o menor gusto por la animación. Un factor de rechazo puede darse porque a modo personal, haya quien no le guste ese tipo de animación, a parte de la temática, en ese caso daría igual si la película está realizada con un tipo de animación u otra. Otro factor de promoción para la película es que cuenta para uno de los personajes con la voz de Yang Ik-jun, director, escritor y protagonista de Breathless, no confundir con el título en inglés de la obra maestra de Godard, se trata de una película del 2008 que cosechó mucho éxito. Pero sin duda, el atractivo de la película es la apuesta por un forma feísta, factor importante para crear el sentimiento que se trabaja durante toda la película. Esa forma está diluida por toda la película, en la animación, en los colores, los personajes, los diálogos, los sonidos, la trama... es una película que ya desprende cierto mal estar, pues muestra un contenido bastante duro.

Esta película contiene una fuerte carga de violencia psicológica, a parte de física, y retrata de forma oscura y desesperanzadora una realidad de frustración. El fracaso como elemento primordial que rodea a los personajes, los encargados de mostrar una dura crítica social y política aplicable a diversas culturas. La banda sonora de la película, compuesta por el también debutante en su campo, Been Eom, está compuesta de forma que acompasa el leit motiv de la película. Lo que parece una fuerte apuesta de nuevos talentos que emergen, merece la oportunidad del visionado con el beneficio de la duda y sin ningún tipo de complejos, la película sorprende por si sola, es un mordisco directo a la yugular imposible de dejar a nadie en la indiferencia.

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Y es que el sabor de boca que me ha dejado esta película no es para menos.
No voy a hacer una crítica muy extensa, pero es increíble que después de acabarla me haya quedado una sensación de:
"Oh, vaya, ¿ya se ha acabado?"
Personajes definidos, la película muestra un ambiente social marginal. Los protagonistas angustiados ante las situaciones que viven, no pueden organizar sus ideas en las mentes, aún son demasiado pequeños como para comprender todo lo que les rodea.
La profundidad de la obra queda palpada, frases que quitan el aliento, escenas cargadas de violencia "justificada" y un mensaje clarísimo.
"Frustración."
Frustración por no poder escalar en una jerarquía social que da asco, en la que los que se benefician son siempre los más fuertes y ricos, donde no hay lugar para el bien o el mal, sólo para personas sin escrúpulos.
Frustración por llevar una vida de "mierda" donde nada sale como se quiere, los personajes están hartos de sucesos que los hunden más y más en la miseria y para colmo, sus compañeros de clases se descargan con ellos.
Frustración por no llegar a ser "alguien" en la vida y ser tan sólo un número más del sistema.

Excelente película de violencia, con un trasfondo muy profundo que para más de uno pasará desapercibido.
¿Recomendada?
¡Por supuesto!

Dos amigos de la secundaria se reencuentran luego de quince años, Kyung-min es el gerente de una empresa, Jong-suk es un escritor fracasado, ambos recuerdan tiempos pasados donde eran agredidos por los matones de su clase y rememoran a un tercer compañero de clase que marcaría sus vidas, Kim.

Siendo sinceros no es una película bonita de ver, puesto que su contenido y su trama se presenta bastante fuerte, impacta mucho y puede ser chocante para algunos espectadores, muestra con crudeza el acoso escolar que sufren algunos alumnos, y como dicho comportamiento los marca en ese momento y prácticamente para toda la vida.

Valga aclarar que el film, narrado en gran parte mediante flashbacks, también explora la vida de los protagonistas fuera del entorno escolar, en sus casas, donde también y como es obvio tienen problemas con sus familiares.

Dae gi eui wang es un film con varios simbolismos, con diálogos realmente memorables e inquietantes que van acorde con la atmósfera que se transmite, en realidad el director logra transferir esa carga emocional que buscaba representar, y como no ante tales imágenes que vamos viendo conforme avanza el metraje.

Contundente mensaje sobre el bulling y los traumas infantiles.

The King of Pigs continúa en la senda de Bleak Night, pero haciendo el mensaje más enfático aún a través de escenas fuertes y shockeantes.
La animación no suaviza ningún conflicto y varias escenas dejan helado al espectador.
Destaco también la capacidad del film, aún catalogado drama, para reavivar el suspenso con vueltas de tuerca inesperadas.


En la línea oscura de los más potentes dramas coreanos, con la piel de gallina permanente, recordando incluso lo álgido de Silenced, este film alecciona sobre el abuso escolar, la discriminación entre iguales y la capacidad de supervivencia en una edad dificil.

The King of Pigs es la historia de dos amigos, totalmente diferentes entre sí, que lograron sobrevivir al colegio gracias a un violento pero protector compañero que supo inmolarse por la causa suicidándose delante de todo el colegio.
Años después los dos amigos vuelven a encontrarse para hablar sobre esas épocas traumáticas, pero uno de ellos tienen algo muy importante que decirle al otro.

Excelente film de animación, no apto para todos los estómagos, fuerte e intenso (para aquellos acostumbrados al cine de corea), que hasta a veces hace perder el aliento.

Recomendadísimo.

Yeon Sang-ho está resultando ser un emergente director surcoreano de cine de animación adulto que empezó su andadura en el terreno del largometraje con esta The King of Pigs en al año 2011. Mi acercamiento a esta película se debe a su posterior trabajo, The Fake (2013), la relevancia que consiguió The Fake en algunos festivales y la curiosidad por ver más trabajos del director. Y el resultado es que The King of Pigs presenta una historia mucho más interesante.
Se trata, en los dos casos, de historias duras, extremadamente crudas y violentas, presentadas sin concesión alguna. La estructura narrativa de The King o Pigs recuerda muchos productos anime englobados en el género “vida escolar”, quiero decir, los protagonistas actuales rememoran hechos del pasado a base de flashbacks mientras también vamos conociendo cómo es su vida actual y el porqué de sus acciones en base al trauma del pasado. Pero aquí no hay ni un recuerdo alegre, los traumas juveniles que giran en torno al bullying no solo tuvieron consecuencias en su momento, son los que gobiernan el resto de la vida.
La verdad es que la historia es bastante buena y está muy bien contada. Esta película rodada igual pero con buenos actores reales sería una película muy potente. Sin embargo, es una película con una animación que no termina de convencer porque el dibujo no consigue enfatizar lo que se está contando. Todo lo que son fondos sí están bien, pero los cuerpos humanos y sobre todo los rostros te dejan frío, las escenas violentas pierden mucha fuerza por culpa de esta animación.
El próximo trabajo en la animación de Yeon Sang-ho, Seoul Station (2016), es una de terror-zombi. Se intentará ver, pues no es fácil llegar a esta películas, para comprobar cómo casa este tipo de animación con cuerpos que son de por sí inanimados, quizás mejor que con seres vivos. En cualquier caso, Yeon Sang-ho no está defraudando con las temáticas que trata, la historia que quiere contar y la forma de narrar.