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Feliz Navidad

Terror Es Nochebuena y la ardiente propietaria de una tienda de discos, Tori Tooms, solo quiere emborracharse y divertirse. Pero cuando un Papá Noel robótico de una juguetería cercana se vuelve loco y comienza una matanza desenfrenada en su pequeña ciudad, se ve obligada a librar una sangrienta batalla. Acción, violencia, explosiones y robots asesinos animatrónicos tradicionales, todo ello rodado en glorioso super 16mm anamórfico. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 10
Críticas ordenadas por utilidad
10 de diciembre de 2022
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La he visto convencido de que la película iba a estar desposeída de si misma. Si uno ha visto 'Noche de paz, noche de muerte' sabe que la trama del Santa Claus asesino tiende a pasarse de rosca, aunque también cabe que aquella cinta ochentera fuera una excepción y punto. Y aunque aquí hay violencia, es violencia masticable pero sin sabor.

Si alguien ha visto 'Bliss', la anterior de Joe Begos, sabrá que tiene predilección por los personajes jóvenes hipermodernos, con sus sexualizadas exterioridades comunicativas, sus gustos por las drogas y sus más que cuestionables viviendas teniendo en cuenta los oficios que desempeñan. Aquí la primera media hora es bastante representativa de esta tendencia, e igual que me pasó con 'Bodies, bodies, bodies', este tipo de personajes me da muchísima grima. Tal vez sea porque tenemos a esta generación delante de nuestras narices y el cinismo con el que me lo representan tiene tan poco de aleccionador que te da la sensación de estar viendo siempre un episodio de Black Mirror donde no hay remate final. No hay moraleja. Y ojo que esto no quiere decir que la dinámica del slasher no haya sido siempre satirizar bastante sobre la juventud de su época, pero creo que sobre cualquier retrato que se haga de esta generación va a pesar la losa de sus lacras más realistas.

Por lo demás, a mi el uso de las luces me ha puesto muy nervioso y no creo que contribuya a crear atmósfera porque el visionado se me hacía muy incómodo. El guión dicen que destila amor por la música, pero las tres o cuatro conversaciones que hay sobre el tema versan sobre grupos bien conocidos de los que constan a cualquiera con un poco de bagaje.
Prometheus27
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14 de diciembre de 2022
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es ningún secreto para los que me leen de vez en cuando o a menudo, que cuando se acerca la navidad me vuelvo loca, me pongo de mal humor y estoy un poco hasta las narices de tantas canciones navideñas, tantas luces parpadeantes con las que estoy a un segundo de tener un ataque epiléptico y odio un poquito a todas esas personas que van a todas partes aparentemente relajadas a comprar sin medida, como si se acabara el mundo y como si no les estresase todo el trajín de este mes. Por eso, cuando encuentro cintas como Christmas Bloody Christmas, sonrío y aplaudo como una foca cuando le van a dar de comer, porque es entonces, y solo entonces, cuando me sale una sonrisa verdadera, con un poquito de maldad, porque sé que voy a ver algo de serie B, divertido, surrealista y por supuesto, llena de sangre de la buena. Un auténtico espectáculo de tan solo hora y media (ni eso).

Dirigida por Joe Begos (VFW, Bliss) y nominada a mejor película en el famoso Festival de Sitges, a los fans de todo esto nos da un subidón (o al menos a mí), cuando dejo de escuchar villancicos para cambiarlo por la buena música, cañera a más no poder, de Stephen Moore. Y luego tenemos a la Final Girl, Riley Dandy (A Hollywood Christmas), a la que le sale sin apenas esfuerzo el papel de chica dura, pero dulce. Una superviviente en toda regla. Acompañada de su colega (Sam Delich), con el que tiene bastante química en pantalla.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Teresa
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28 de junio de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christmas Bloody Christmas (2022) se trata de la última película de Joe Begos, director conocido dentro del cine de terror y serie B por sus películas en la que los efectos artesanales así como por su cariño (normalmente excesivo) hacía el género. En su última película vuelve a ofrecernos una dosis más de su cine, con la particularidad de estar rodada en 16mm. 

No es la primera vez que Begos realiza una película pensando exclusivamente en un tipo de target muy específico. Los fans del director acostumbran a ser un público muy acotado, como es el especialista del cine de terror norteamericano, sobre todo los amantes del Slasher y la década cinematográfica de los años setenta y ochenta. En esta ocasión, oftrece otra vez más esta seña de identidad, ofreciendo una película tan autoreferencial que solo podrá ser disfrutada por unos pocos.

Así, nos encontramos con un slasher, que por supuesto hace referencia a Black Christmas dirigida por Bob Clark (la génesis del subgénero, que se anticipó a La Noche de Halloween de John Carpenter), en una obra en la que una especie de robot-Santa Claus (como lo leen) asesina a nuestros personajes uno a uno. La película es escasísima en cuanto a argumento, llevando el aspecto audiovisual del filme todo el peso del metraje. De hecho, en ningún momento se da ninguna explicación sobre el tipo robot que persigue a nuestros protagonistas o los motivos que hay detrás de su fallo de sistema. Desde luego, no es ese tipo de película. 

El hecho de estar rodada en 16mm hace que la película luzca una determinada factura a la que se le une una fotografía basada en una paleta de colores que recuerda anteriores trabajos del director, especialmente Bliss, con tonos violetas y rosáceos que han sido apropiados por películas referenciales como la que nos ocupa para ambientarse en los ochenta...aunque la película no esté ambientada exactamente en esa época, sino en la actualidad. Y aquí es donde precisamente reside uno de los pocos, sino el único, aspecto vital de la película. Y es que a pesar de las referencias (el robot tan avanzando tecnológicamente, la referencia a Tinder, el año, etc...) y de supuestamente tener un año de ambientación de la década de los 20 del siglo XXI, en realidad la película continuamente alude a un marco mental totalmente ochentero. Tanto por la forma de la película (con el ya comentado grano de la fotografía), como por las continuas referencias tanto musicales como cinematográficas que realiza la película. 

Obviamente y teniendo en cuenta lo comentado anteriormente es obvio que nos encontramos ante una película que abraza totalmente el posmodernismo. El problema, como le sucede a la gran mayoría de filmes de este tipo, es que Christmas Bloody Christmas es incapaz de aportar algo original en sus continuas referencias. Es una película que solo tiene en mente contentar a un público concreto, ofreciendo algo que ya se ha visto cientos de veces y que tiene un poso de resignación (hacía la aceptación y el conformismo) que la hace en cierto sentido, muy cansina.

Como decimos, la última película de Joe Begos no es apta para todos los públicos. Solo los que conozcan todos los códigos del cine de terror de los años ochenta podrán disfrutar de ella. Y aún así, solo es interesante en su aspecto formal-estridente- que no en la historia que cuenta, la cual llega a ser hacía su tercio final algo más que aburrida.

Cinemagavia.es
Kyrios
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15 de diciembre de 2022
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace unos años, el nombre de Joe Begos suena como una promesa que pareció convertirse en Dios con el estreno de Bliss en el 2019. Pero después de ver Christmas Bloody Christmas uno se pregunta si estará rezando a los dioses equivocados o, quién sabe, dioses con pies de barro.

Es nochebuena y Tori Tooms va a tener una cita a través de Tinder, pero cambia de planes y termina emborrachándose en un bar con su empleado Robbie. Entre copas y charlas intrascendentes parece que terminarán en la cama… Pero tal vez un Santa Claus robótico dé al traste con sus planes y, más que probable, sus vidas.

Joe Begos vuelve a mirar hacia el pasado en busca de referencias e inspiración. En esta ocasión aúna el espíritu antinavideño de películas tipo Silent Night Deadly Night o incluso la comedia Bad Santa, con toques a lo Terminator de James Cameron, Halloween 3 de John Carpenter o la divertida The Guest de Adam Windward, mientras roba a manos llenas de Chopping Mall delirante serie B de Jim Wynorski donde un grupo de robots encargados de la seguridad de un centro comercial se volvían locos y empezaban a cargarse a los jóvenes que deciden pasar allí la noche.

Pero los robos no cesan y añade algunos toques de Kevin Smith en Clerks, pero no del primero sino los chistes procaces sin gracia de Clerks 2, y se baña de lleno en la adaptación que Stephen Frears hizo de la novela Alta Fidelidad de Nick Hornby.

Bueno, venga, que los referentes no son malos y Joe Begos suele ofrecer películas muy divertidas. Pero está claro que las navidades se le han indigestado porque Christmas, Bloody Christmas se hace muy pesada desde el principio, por el exceso de verborrea, la sobreexposición a los neones e iluminación forzada y, sobre todo, porque la predecible historia avanza a ritmo de hachazo mientras TermiClaus se va cargando a todos los que se le ponen por delante.

Si el guion está bastante lleno de piedras que se atragantan – especialmente la insoportable protagonista – la realización no se queda atrás. Tal vez como la película está coproducida por Shudder, Begos haya ido con pies de plomo respecto al gore y la violencia porque sus asesinatos se notan entre desmotivados y autocensurados; ni siquiera los efectos especiales prácticos de los competentes Josh y Sierra Russell lucen tan bien como en otras películas de este año como Hellraiser de David Bruckner.

Joe Begos toma como referencia los neones ochenteros para construir el background de su mundo, pero aquí hay tantos neones que no crea un mundo sino un apocalipsis infernal. Tomemos la fotografía de Brian Sowell para indicar el mayor problema de Christmas Bloody Christmas: todo suena a artificioso, ha forzado para que parezca “chulo” cuando se nota “falso”.

Las interpretaciones también se hacen bola, sobre todo porque Riley Dandy construye un personaje histérico y afectado de verborrea incontrolable; hay mucho de la Sheryl Moon Zombie de Las brujas de Salem en el personaje de Tori Tooms, todo el mundo piensa que es “guay” mientras es solo un petardo de persona. El resto de los actores van en consonancia con Riley, demasiado polvo de neón, porque Sam Delich está de paso mientras un sobreactuado Jeff Daniel Phillips piensa que está en las películas de Rob Zombie y se pasa de intenso. Cada vez está más claro que Jeremy Garner es mejor director que actor y tan solo puedo rescatar a Abraham Benrubi como el Santa Claus robótico, tan solo porque es el único que tiene un poco de luces (chiste al canto).

Al terminar el desastre de Christmas Bloody Christmas, uno se pregunta si es así porque suena a encargo, si Bliss realmente estaba así pensada o si fue un golpe de suerte.

El tiempo lo dirá.

https://www.terrorweekend.com/2022/12/christmas-bloody-christmas-review.html
TerrorWeekend
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4 de marzo de 2024
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Christmas Bloody Christmas es una propuesta bastante descabellada y bizarra que intenta ofrecer algo bastante tradicional del slasher y el cine de serie B. Una historia básica y simplona sin mucho que argumentar con un Santa Claus robótico fuera de control yendo tras una mujer que solo piensa en "portarse mal". Es una idea bastante infantil lo que ofrece, pero no se puede negar que cuenta con buenas escenas de muerte y buenos efectos especiales. Aquí quisieron hacer una especie de mezcla entre Silent Night, Deadly Night y Terminator. El resultado es algo extraño, pero fascinante de ver debido a la violencia de buen calibre. Los personajes obviamente solo están ahí para verlos siendo víctimas del Santa robótico, ya que no son nada empatizables o memorables. Se trata de una película que ofrece entretenimiento sin explicar nada. No se toma la molestia de explicar como el Santa robótico cobra vida así de la nada o por qué comienza a cometer asesinatos. Eso hace que la película no tenga mucho sentido. La secuencia de la perspectiva de Santa cometiendo sus primeros asesinatos es difícil de seguir. Un problema bastante mayoritario con la película es que es demasiada colorida y brillante, haciendo que varias escenas sean difíciles de apreciar o ver con claridad. Al final, Christmas Bloody Christmas no es una película que aporte mucho, pero es una opción entretenida para pasar las fiestas. Mi calificación final para esta película es un 6/10.
Elvis Del Valle
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