Ladies versus Butlers! (Serie de TV)

Anime encuadrado dentro del genero "Ecchi", degradando a la mujer simple objeto de excitación, donde es usada para atraer a los jóvenes y no tan jóvenes, con las hormonas alteradas.

Trata de un chico llega a una escuela donde existen dos tipos de personas, "Amos" y "Mayordomos", él como futuro mayordomo tendrá que entrenar para ser el mejor, pero en medio de su aprendizaje le sucederá una serie de aventuras desgraciadas que no dejará de ver en bolas a todas sus compañeras.

Aunque posee un buen dibujo, y bastante detallista en algunos aspectos de calidad tremenda en otra, es desaprovechado por un argumento sencillo y sin futuro, y sobre todo por unos personajes vistos mil y una vez.

Para los que tengan ganas de más, comentar que tiene su origen en una serie de novelas ligeras (2006) y su continuación en un manga (2008) aun sin terminar.

De cómo un idiota bonachón llegó a un centro plagado de féminas y él solo, sin ser consciente, armó un vendaval de equívocos.
Suficiente para dar pie a una historia de humor, de amistad y de amor.

Publicadas desde mediados de 2.006 por Kozuki Tsukasa, autor de novelas ligeras que sigue trabajando sin descanso hasta nuestros días, las pertenecientes a la saga de "Ladies vs. Butlers" sobrevivieron la friolera de seis años, nada menos, convirtiéndose (a pesar de lo vacío del contenido) en un éxito enorme de ventas, el mayor de toda su carrera. Esta aceptación llevó a los señores de Xebec a realizar su versión animada en las fechas de 2.010, cuando aún el trabajo estaba incompleto y para darle más publicidad; al frente ponen a Atsushi Otsuki, otrora diseñador que les ha dejado contento con "Kanokon".
Teniendo en cuenta esta obra como su debut en el mundillo uno puede adivinar por qué derroteros se encaminaría a partir de ahí, y la adaptación de "Ladies..." lo vendría a confirmar (de hecho es un tipo que nunca se ha apartado de las comedias subidas de tono, a menudo de tintes fantásticos). El escenario de la presente es un centro para formar jóvenes como mayordomos y sirvientas, compartido con otros alumnos de familias privilegiadas; en este ambiente refinado, cursi hasta la náusea y extremadamente feminizado (el 95% de "estudiantes", muy clásico de estos relatos, son chicas) se introduce una presencia extraña que todo lo va a revolucionar.

Ésa es la del recién admitido Akiharu, joven de mal aspecto y terrible pasado familiar a quien la suerte jamás ha acompañado (en los textos originales se profundiza mucho más sobre estos dramáticos detalles); la sucesión de disparates y malentendidos que va creando durante su llegada a la academia establece el estilo de la historia, el ritmo y las características a tener en cuenta de los protagonistas, quedando muy claro también la cantidad de clichés a la que se va a prestar. Figura arquetípica del "harem/shojo", este chico tan masculino, valiente, servicial y no poco idiota tendrá a su alrededor a un puñado de mujeres de más o menos relevancia en su vida.
Mujeres que quedan convertidas en meros objetos sexuales, o bien desdibujadas en la estupidez, o como repulsivos seres de oscura manipulación y maliciosa ambigüedad; pero como es el absurdo a lo que apunta la serie, y cuanto más se supere lo delirante más gracioso terminará siendo para el espectador, todos los personajes acaban resultando igual de estresantes, alocados e irritantes, incluso los más soportables (la patosa "moe" Sanae o el simpático depravado Shingo). Mientras ciertos episodios se dedican a entrometerse en la intimidad de algunos de ellos, la "trama" se centra en la rivalidad entre Tomomi y Selnia, polos opuestos pero idénticas en su ansias de superación, y la relación que establecen con el pobre Akiharu.

Relación que se desarrolla desde el trauma de la infancia a la recuperación de la confianza en el caso de la primera y desde el odio a un inesperado (pero muy predecible) interés amoroso en el caso de la segunda. Es lo que termina salvando este batiburrillo de sucesos estrafalarios, momentos muy subidos de tono y subtramas de poco o ningún interés (salvo para una espectadora "fujoshi" preadolescente): la gran química entre el áspero chaval con aspecto de yakuza y la niñata consentida de familia extranjera; química, en realidad, que pertenece a sus respectivos "seiyus" (Kazuyuki Okitsu y la versátil Mai Nakahara, voz de la mítica Nagisa de "Clannad").
Sin embargo, como es propio de estas historias, además de emitirse la serie cuando aún no había finalizado la obra literaria, nada de lo relatado aquí se dirige a una conclusión real; ni los personajes ni el argumento (que podría ser la cara lúdica de "School Days") están hechos para evolucionar, y por supuesto el simpático Akiharu quedará como un papanatas ante el sentimiento amoroso poco disimulado de Tomomi y Selnia (quienes, hartas, terminan con el asunto de la mejor manera en un colofón donde merece aplaudirse el merecido castigo que le dan a aquél por su imperdonable ignorancia).

Y entre las continuas y graciosas luchas de clases y de sexos, moralejas de tres al cuarto para los púberes, humillación a todo lo extranjero y un autohomenaje que Otsuki rinde al mundo anime y su fanatismo, no le faltarán al fan las acostumbradas situaciones del universo de los "shojo" y "harem", con sus citas por la ciudad, entrañables días de playa, competiciones deportivas, tórridos encuentros y malentendidos en lugares apartados y cursilería a borbotones.
Hubiera sido un acierto el lanzamiento de una segunda temporada para dar una solución a las trifulcas del trío protagonista e introducir a los secundarios que quedan olvidados (la madre de Tomomi, la prima de Akiharu), pero esto jamás ocurrió...