Feliz lo que quieras (Serie de TV)

Se ha estrenado una nueva serie en Netflix, protagonizada por el carismático Dennis Quaid y con la Navidad y la familia como telón de fondo. Adoro la navidad, las comedias y las reuniones familiares (al estilo Los padres de ella, que es lo mismo que sucede en esta), por lo que he decidido aventurarme en su primera temporada.

Puedo confirmar, sin temor a equivoco, que el primer episodio es el más flojo, creando una mala impresión sobre la serie que no le viene nada bien al conjunto final. Las risas enlatadas forzadas cada vez que un personaje hace un comentario cualquiera (o directamente sin gracia) no ayudan a la serie (ni a tener una buena primera impresión), desde luego.

Y es que el gran fallo de la propuesta es que no es muy divertida (aunque tiene algunos momentos cómicos bastante logrados), pero sí tierna, entrañable, con grandes mensajes siendo un regalo perfecto para ver en estas Navidades.

Dejando de lado ese traspiés que supone el piloto, el resto de episodios son más que correctos, con personajes (sobre todo los secundarios) a los que vas cogiendo cada vez más cariño. Curiosamente los personajes más sosos y prescindibles son la pareja protagonista (sobre todo ella), siendo totalmente eclipsados por el plantel de secundarios o el personaje de Quaid, los cuales tienen los mejores momentos.

Estamos ante una feel good serie, que no hace daño y es muy blanda, pero que también tiene algo que contar y varios mensajes que dar, tocando temas tan necesarios como la religión, la homosexualidad o el feminismo, y acertando en cada uno de ellos.

En cuanto al reparto, tenemos a un Dennis Quaid pasándoselo en grande (estamos ante un actor mítico que merece mejor reconocimiento), consciente del producto en el que está (para algo es el productor) e interpretando a un personaje cargado de matices, que se balancea entre lo insoportable y tierno, saliendo airoso una vez finaliza la tanda de episodios.

El resto del reparto está a la altura, pero me gustaría destacar a Ashley Tisdale, salida de High School Musical, y que nos regala una actuación tan hilarante como entrañable. Uno de los puntos fuertes de la serie.

En conclusión, estamos ante una comedia de situación que no es de las mejores y a la que le falta humor (y mala baba), pero que deja un sabor dulce y transmite el espíritu de la Navidad por todos sus costados, cumpliendo su objetivo a la perfección.

Sin ser ninguna obra maestra, es simpática y recomendable, por lo que, si os gustan las películas y series familiares, la Navidad o queréis pasar un buen rato os la recomiendo.

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