Cantinflas y su prima (C)

Y todos lo vimos. Verdadera pieza arqueológica para disfrutar de un talento como el de don Mario Moreno, creador del inolvidable "Cantinflas". En estos primeros cortos tenemos una verdadera maravilla, la gestación de ese peladito bárbaro e ingobernable que corrompía a ritmo acelerado las palabras para conseguir todos sus propósitos de una forma pícara.

Con el paso de los años, la popularidad del icono fue tan grande que hubo de aceptar la domesticación, pasando a ser el padrecito, el profe, el diplomático, etc. Pero aquí estaba en su blanco y negro más puro, con un personaje disruptivo que embelesa a propios y extraños con la sagacidad de los grandes.

Da igual la precariedad de los medios y algún problema de audio, estamos viendo cómo el boceto original de las carpas ya está llegando al celuloide para gobernarlos a todos.

Lo dijo Charles Chaplin. Ese mexicano sí que sabía actuar.

Cantinflas fontanero es seducido por la señora de la casa. Una enamoradiza Doña Inés (Gómez) que trae en jaque a cuanto tenorio "primo" se acerca hasta ella.
Otra vez la gracia del lenguaje entrecortado del Pelado con sus diálogos y sus jeribeques clásicos.
En esta ocasión algún chistecillo algo más subido de tono, como esa película que tantas veces contempla Cantinflas. ¿Y eso por qué? No más que por la señorita que sale junto a la estación del tren quitándose la ropa prenda a prenda hasta que ... justo acierta a pasar un tren cuando está a puntito de quedarse desnuda. ¿Y porqué la sigues viendo tantas veces? No más que por si un día el tren trae retraso.
Pues eso, humor amable que mueve a la sonrisa aunque acabe siendo un tanto reiterativo al cabo de los años.