Serie de 13 episodios autoconclusivos, y me atrevería a decir que esto es lo que podría penalizar la nota, me explico: Tras verla me ha dejado la sensación de que falta algo de desarrollo en los casos individuales que presenta cada episodio; 20 minutos dan para muy poco si entendemos <<Onihei>> como una serie policiaca ambientada en la época de los samuráis. Si tenemos en cuenta que en muchos episodios se presentan de alguna forma los personajes que encontraremos, nos queda poco tiempo para el caso que tiende a resolverse sin pena ni gloria y con una facilidad inverosímil.

He de reconocer que, cuando me dispuse a ver esta serie, de alguna manera me descolocó el estilo cyberpunk que tiene, y más cuando el título te evoca a mi tan amada época de los samuráis en Japón. Pero para mi sorpresa me encontré con que se trataba de una adaptación de 'Los Siete Samurais' que da unos cuantos exitosos giros de tuerca. Cada episodio tiene algo que contar, la trama avanza con dinamismo despertando en el espectador un progresivo aumento de interés; en cuanto a los personajes y sus personalidades, están vivos y cuentan con profundidad.
El único punto negativo que le pondría, y que pasa a segundo o tercer plano por lo comentado arriba, es la animación: En según qué secuencias o episodios deja un poco que desear.

Desde el inicio de la película se percibe una descarada intención de demonizar un personaje histórico para endiosar al resto, y no es que se cuente la historia desde un punto de vista diferente sino que la demonización de Vlad Tepes es descarada, ridícula, y muy pero que muy poco creíble por la exageración del heroico papel que les toca jugar a los turcos o a los Deliler. Por si fuera poco, Vlad aquí es un daño colateral, se trata de un marco histórico ("marco" pues no hay rigor ni historia en lo que cuentan) para mostrar lo que parece una leyenda. Es increíble que en esta cinta se tache a Vlad de sádico cuando fue un pago impuesto a Vlad II (su padre) para demostrar su lealtad, y de los turcos aprendería las mayores atrocidades.

La película tiene un inútil intento de mantener las diferentes secuencias en un clímax alto todo el tiempo, y es donde se estrella estrepitósamente ya que la trama no corre a una velocidad natural. Las escenas corren sin gloria -en contra de lo buscado por el director- por estar todas sobrecargadas de música épica -tampoco conseguida- y cámara lenta, incluso cuando no viene a cuento, lo que evidencia aún más que no existe en toda la cinta ni un solo diálogo profundo donde la música pase a segundo plano.
Cierto es que la BSO en este tipo de películas son muy importantes, pero los cambios de clímax son los que dejan las sensaciones que luego uno recuerda, y lo lineal es fracaso porque aquí no hay cambio de emociones, de ahí el título de esta crítica ya que, ésta, no será una película que recuerde.

Temporada que evoca más a ser un nexo necesario entre la primera (más redonda en cuanto a suspense y trama que ésta segunda) y una posible tercera, pero en cuanto a credibilidad de la trama me ha parecido de más bajo nivel. También deja la sensación, una vez termina, de quedar puntos sin conclusión que durante la primera parte de la temporada parecen imprescindibles. Lo mejor: La interpretación de la actriz que da vida al personaje de Libby Hatch.