Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de wilder marx
1 2 3 4 5 10 11 >>
Críticas 51
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
Life Itself
Documental
Estados Unidos2014
6,8
632
Documental, Intervenciones de: Roger Ebert, Errol Morris, Werner Herzog, Martin Scorsese ...
5
26 de junio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Life Itself es un documental tributo a Roger Ebert, el crítico de cine más famoso e influyente de la historia y único de su profesión en ganar el prestigioso Premio Pulitzer.

Con una estructura de documental clásico y poco innovador en cuento a la narrativa, la película se sirve de imágenes de archivo, comentadas por las memorias del propio Roger y otras, referentes a sus últimos días de vida en el hospital afectado de un cáncer que lo dejó sin habla, siendo estas últimas las que dan la verdadera fuerza y razón de ser a este aclamado (sobre todo por los premios de la crítica, cómo no) documental.

Roger Ebert era, como todas las personas, un tipo único, solo que él tenía un talento, el de escribir como un torrente de ideas y verdad, con una franqueza que combinaba profundidad y simplismo. Se podría decir que Ebert era el cruce perfecto entre el sentimiento irreflexivo de Carlos Boyero y el saber de André Bazin pero a alguien de su dimensión nunca es lícito compararlo. Como apuntes curriculares decir que nunca abandonó su periódico, el Chicago Sun-Times, tampoco su programa de televisión, el mítico “In the movies”, copresentado con su enemigo más querido, el también mítico crítico Gene Siskel, ni su blog (fue un pionero de la crítica en internet), en definitiva, Ebert nunca lo dejó hasta su muerte.

El documental, repetimos, bastante corriente en cuanto a su forma y enfoque, no se esfuerza en mejorar algo que ya de por sí vale la pena, su figura protagonista. Quién vea el documental conocerá un poco más a este mítico personaje, a su familia, su forma de escribir, su programa o descubrirá que un crítico, al que muchos llamaron simplista, alcanzó tal poder gracias a su dedo pulgar que pudo dar a conocer al mundo entero cineastas que hoy aclamamos como genios.

En definitiva, estamos ante un documental que no hará historia, su protagonista en cambio, literalmente, la escribió.

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
wilder marx
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
26 de junio de 2015
Sé el primero en valorar esta crítica
Desde occidente estamos acostumbrados a las noticias trágicas del terror causadas por el extremismo islámico. También son habituales las películas que tratan este tema de manera simple, burda, sentimental,de forma completamente externa y sin ningún atisbo de empatía por el pueblo islámico en general. Por eso, en una sociedad cada vez más polarizada por la simpleza social de los medios y su necesidad inmediata de catalogar y simplificar son más necesarias que nunca películas como Timbuktú de Abderrahmane Sissako.

Posiblemente sea por su origen (nacido en Mauritania) pero estamos ante una película cuya principal fuerza está en la posición de la mirada que hay tras la cámara. Pocas veces una película africana (co-producción francesa) tiene tanto recorrido internacional; nominación a los Oscars, Sección Oficial en Cannes, 7 premios Cesar y lo más raro aún, ha llegado a ciertos cines de España. Timbuktú nos cuenta una historia que nos es ajena y, por ello más valiosa, una historia de terror yihadista pero no a un pueblo occidental ni no musulmán. Oh, sorpresa, la Yihad es un problema mucho más grave para los propios pueblos árabes, obligados a convivir con un régimen extremo con capacidad, mediante las armas, para hacer su ley, que no la de Ala. El pequeño poblado de Mali, Tombuktú se ve reprimido día a día por una especie de policía fanática que patrulla la ciudad impidiendo a sus habitantes disfrutar de una vida tranquila. La música, las reuniones o el fútbol están prohibidos bajo pena de latigazos, la sospecha de adulterio significa una lapidación. El principal protagonista es un pastor que habita a las afueras del pueblo, creyéndose ajeno a la influencia del comando armado, pero un trágico accidente le pondrá en grave peligro.

Sissako no nos trae una narración de thriller ni nos presenta una película de buenos y malos o un melodrama, su mirada es mucho más inteligente y menos manipuladora sin que, por ello, su voz de protesta pierda fuerza. Lo que ocurre en el poblado se ve con normalidad, sin grandes eventos, como un simple avanzar de los días en los que asistimos a lo que, de verdad, y esto es lo importante, es vivir bajo la sombra de la yihad.

Otro de los puntos fuertes de la película es su exótica belleza natural, con una fotografía cuidada y siempre a gran altura sin necesidad de recurrir a composiciones de postal que edulcoren equivocadamente el relato.

Sin embargo, a veces, quizás por la contaminación costumbrista de la narración occidental, el montaje y el suceder de los hechos, así como ciertas transiciones de planos y la forma de reflejar los momentos álgidos de la historia resultan extraños y fallidos, dejando la sensación de que Sissako avanza en la dirección correcta sin nunca llegar a alcanzarla.

Esperamos que iniciativas como el FCAT, Festival de Cine Africano de Córdoba, que ya va por su duodécima edición hagan más accesible el cine de un continente que tiene mucho que decir y muchas formas de hacerlo.

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
wilder marx
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
9 de junio de 2015
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de tres décadas desde la última entrega, el director George Miller vuelve a retomar a su mítico personaje de los ochenta. Mad Max: Furia en la carretera no es, sin embargo, una película que exija o necesite haber visto las anteriores entregas para visionar esta cuarta parte.

Podríamos decir que estamos ante uno de los mejores prototipos de lo que es el género de acción con mayúsculas. Desde el Batman de Cristopher Nolan, al que siguieron la evolución de las películas de la Marvel, la acción había sido sazonada con un guión con cierto contenido, los personajes importaban, eran más oscuros, tenían diálogos, dramas y contaban en el reparto con actores habituales fuera de los círculos del blockbuster. Miller se olvida de todo esto, pasa absolutamente de los personajes o del diálogo, se centra puramente en la acción. Mad Max: furia en la carretera no podría tener mejor nombre ya que toda ella es una persecución con batalla casi ininterrumpida. El motivo es el arquetípico argumento “rapto de las sabinas”, en esta ocasión las mujeres de un tirano que controla uno de los territorios aún con agua de la devastada tierra post nuclear de Mad Max.

Dentro de esta vuelta al cine de acción puro y duro, Miller y la era tecnológica de calidad gloriosa en la que nos encontramos nos regalan una remasterización de ese mundo que ya nos avanzo, de forma obviamente más cutre, en los ochenta. Las imágenes son sencillamente apabullantes, preciosas, con una gran influencia pictórica y un cuidado exquisito. Mad Max, sin embargo, pasaba por allí como quien dice. Cualquier “cachitas” podría hacer lo que en la película hace su supuesto protagonista. Miller nos devuelve al mundo de Mad Max sin Mad Max. Solo la leve presencia de Charlize Theron nos da cierto apoyo personajístico. Obviando lo plano del personaje principal y la belleza de las chicas que lo acompañan como único y superfluo atributo, hay que destacar que el diseño de los demás personajes es, por el contrario, sensacional, original y ochentero, cutre y moderno.

Exceptuando a los fans puros del género, el principal fallo que encontramos en Mad Max es que dos horas de persecución, en la que el director no provoca ningún apego hacía los personajes exceptuando la belleza de sus protagonistas femeninas, hace que su éxito o fracaso de absolutamente igual, resultando la acción larga, repetitiva y sobrecargada. No toda la canción puede ser estribillo, sino se aborrece muy rápido.

Una película simple, plana, vacía, repetitiva, irreal, explosiva, apabullante, bella, cansina y entretenida. En definitiva, Mad Max es lo que quiere, no hay contenido, no hay narración argumental, no hay personajes, no hay sentimiento, es el género de acción.

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
wilder marx
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Red Army. La guerra fría sobre el hielo
Documental
Rusia2014
7,3
3.662
Documental
7
3 de mayo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Red Army es un documental recientemente estrenado en España, escrito, dirigido y producido por Gabe Polky. El director americano, hijo de inmigrantes soviéticos y jugador de hockey en la universidad, nos proporciona un relato poderoso y vibrante, no solo sobre el mejor equipo de este deporte sino del símbolo de toda una época.

A través de un duro proceso de selección, la Unión Soviética elegía a sus jugadores desde niños. A partir de ahí, les esperaba un duro entrenamiento militar para convertirlos en invencibles y demostrar a occidente que el sistema de vida comunista era el adecuado. Red Army es la historia de estos hombres, especialmente el de “los cinco rusos” conocidos como el mejor equipo de la historia del hockey. Primero, con el entrenador con el que habían convivido desde niños, todo fue bien, era un revolucionario que utilizando técnicas del ballet y el ajedrez convirtió los movimientos de su equipo en un arte imparable. Pero cuando el mando del equipo llegó a un tirano oficial de la KGB, la vida de estos hombres se convirtió en un infierno, poniendo a prueba su patriotismo. ¿Tuvieron la tentación de escapar? ¿Se hicieron millonarios jugando en la NHL?

Juntando política y deporte, negociaciones internas, patriotismo, compañerismo y amistad, el documental mezcla atractivas imágenes de archivo con el testimonio de los jugadores protagonistas. Sí hay algo que define Red Army es su viveza, situándose como uno de los documentales más entretenidos y atractivos para el espectador. No se entienda esto como un defecto, ni como falta de objetividad documental, simplemente está narrado con humor, tensión, un gran montaje que enfrente y propone los hechos en su momento justo y un sonido directo y cortante, que hace parecer nuevas las imágenes de archivo de los partidos. La magnífica edición de sonido está acompañada de una continua base musical que no deja decaer el ritmo del documental.

El mundo del deporte cambió para estos hombres como cambiaba la política mundial con la disolución de la Unión Soviética. Pero, ¿fue la política quien cambió al deporte o el deporte el que cambió la política?

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
wilder marx
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
2 de abril de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película narra la historia de Gelsomina, la mayor de cuatro hermanas de una familia de apicultores que intentan seguir llevando a cabo sus labores diarias, sin dejarse afectar por el mundo exterior. Con la llegada de un programa de televisión, cuya imagen es la inmortal Monica Bellucci, la joven Gelsomina se verá atraída por lo exterior, lo fascinante, algo a lo que su obcecado padre se niega. Además, debido a la ausencia de barones para el trabajo, el padre acepta cuidar de un adolescente de pasado conflictivo y enseñarle las labores del campo. El extraño joven, que no habla ni admite el contacto físico hará el resto en una historia costumbrista, narrada con mirada mágica.

La joven directora italiana se aproxima con talento a esta sencilla historia que llena de mundo poético, apoyándose en los grandes referentes del cine italiano, pero en la que falla en dotar de una base que al final no resulte intrascendente. Estamos ante una película de detalles, donde el talento y la mirada de la directora nos emocionan y nos trasmiten muchas cosas. No podemos sino admirar que varias escenas nos hipnotizan haciendo que nuestro cerebro olvide cerrar la boca. Imágenes que, en manos de otra persona, nos resultarían completamente insustanciales. Eso es el talento. La inexperiencia posiblemente sea que la intención de la cineasta (autora también del guión en solitario) de apoyar la película en una reivindicación de lo rural no llega a trasmitir casi nada con su bienintencionada denuncia del peligro de extinción de ese mundo campestre. La crítica a su desaparición y desubicación en este mundo moderno que tanto lo necesita, pese a que sonaba bien, resulta insustancial. Al fin y al cabo, esta es una película (repetimos) de detalles.

Todas las escenas relacionadas con las abejas; el concurso, dotado de un aura casi ancestral y, sobre todo, la relación entre los niños, principalmente entre Gelsomina y el chico acogido (Martin) serán lo mejor de una película que pretende mirar lo feo con belleza y lo real como magia.

Rohrwarcher se apoya inteligentemente en el neorrealismo más rural, podríamos citar al tardío neorrealista Vittorio de Seta, juntandolo con un intento de emular la magia del maestro Fellini. Empezando por el nombre de su protagonista, nada casual homenaje al personaje de Giulietta Masina en La Strada, representación maestra de la inocencia. Rohrwacher logra trasmitir esos momentos en los que de la nada Fellini hacía magia. De forma mucho menos estridente, y por qué no decirlo, también menos poderosa, la cámara de El país de las maravillas es como su protagonista, un ser deseoso de descubrir que parece, a su vez, empeñado en no mirar hacia otro lado.

Recordando al realismo mágico de la literatura y de cualquier infancia que se precie, el mundo de Le Meraviglie debe al final volatilizarse, como Macondo en la obra maestra de García Márquez.

Más en: cinealacarbonara.blogspot.com
Facebook: Cine a la carbonara
Twitter: @Cinealcarbonara
wilder marx
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 4 5 10 11 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow