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Argentina Argentina · San Luis
Críticas de Ceferino
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Críticas 150
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
15 de mayo de 2024
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Love Lies Bleeding.

La directora Rose Glass parece fabricar una historia que se podría caracterizar como un thriller sexual donde todo a nivel estilístico es ambicioso y se logra, siendo quizás el principal fundamento para poder sostenerse y salir airosa y lograr imponerse sobre aquello que es deficiente, y que si se notan esas ausencias, pero que al final deja buena claridad en lo que apunta a remarcar con sus pocas herramientas que las utiliza eficientemente.

En "Amor, mentiras y sangre" lo que se encuentra ausente es el guion, siendo la misma directora parte de ello acompañada de Weronika Tofilska, que no logran establecer una construcción sólida alrededor del relato, dejando solo retazos girando en torno a su trama y a la conformación de sus personajes, que dicho sea de paso, ambos elementos tanto la trama como sus personajes resultan quedando de pie satisfactoriamente, debido a esos pequeños pero certeros fragmentos de guion y sus amables interpretaciones por parte de sus actrices que logran concretar un buen trabajo con lo que tienen a mano.

Su producción es sobria en la que produce buenos escenarios y buena atmósfera para poder madurar el salvajismo que el relato lleva consigo, una fotografía que va a cargo de Ben Fordesman que le brinda cierta belleza a lo que se va graficando, envolviendo además toda esa estética con la banda sonora de Clint Mansell, a quien se lo puede notar con frecuencia en la filmografía del director Darren Aronofsky, demostrando así un más que adecuado curriculum que le ofrece la confianza para poder darle una personalidad a este film.

Lo que caracteriza este proyecto es la particularidad audiovisual que expulsa en cada uno de sus pasos, que tal vez no tengan una consolidación completa en todo su desarrollo, pero que si genera un estilo muy pintoresco y que hacen ameno el viaje para el espectador, viaje del que cabe aclarar no será para todos, ahí donde todo es excesivo a grandísimas escalas como el sexo, la violencia y los anabólicos como punto de partida hacia la pérdida de control propio entre sus exclamaciones interpretativas.

Si a esa excesividad le agregamos dosis interactivas de obsesiones y toxicidades obtenemos un cóctel tremendamente destructivo para Lou (Kristen Stewart) y para Jackie (Katy O'brien) en el que complementan un dúo que se deja llevar por los impulsos otorgados por las sustancias y todo el ambiente dañino al que estarán expuestas, Stewart está solemne en su papel, identificando con nitidez el trascurso que va desarrollando su personaje que deja efectivizando que no todo arranca muy bien para ella y que todo termina peor.

Si mencionamos que todo puede terminar peor es resultado de que al fin de cuentas todo ese camino lleno de ambiciones y vicios violentos, sexuales y criminales se terminan asociando a una naturaleza propia de sus personajes y por concreto se terminan normalizando, un largometraje que se arriesga y que puede dominar con lo que posee toda la vorágine y todo lo turbulento que hay en ella, siendo en conclusiones disfrutable sobre lo experimentado que no cambiará por completo la vida de sus espectadores, pero que hace pasar un buen rato.

Calificación: 7.2
Ceferino
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6
13 de mayo de 2024
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Solaris.

Hace un tiempo me venía negando a la experiencia de "Solaris" del director Ruso, Andrei Tarkovski, y bien que le tenía temor por buenas razones, costándome un mundo terminar de verla, realmente agobia y se pasa muy lentamente, aunque no por eso mala, diría que demasiado experimental con respecto a los manejos de sus atmósferas y todos los elementos de los que dispone, así que sin más, intentaré darle un pantallazo a esta obra del director.

Sin dudas esta es una película de texturas, de tacto, de paciencia y de sensibilidad, a la cual no es nada fácil entrar, "esculpir el tiempo", le dice el Ruso, y quizás sea este su punta pie inicial para llevarlo a cabo a la perfección a ese concepto, donde resulta todo un reto entrar al mundo cinematográfico de Tarkovski, una obra que bien podría manejarse en lo que podríamos establecer como un limbo entre tantas amplitudes existenciales como se puedan, en los que en ellos se manejen temas como la vida y la muerte, la soledad y la compañía, lo real y lo ficticio.

Ante un clima que se torna ausente de banda sonora y que tiene diálogos muy cada tanto dándole mucho lugar a los silencios, lo primordial para poder sostenerse y que lo hace muy bien, es la interpretación de sus actores, que se asientan muy exitosamente en ese ámbito de decir con mucha gesticulación lo que no se dice en palabras, logrando buena compenetración de ellos para con la historia y certera empatización ante sus emociones transmitidas hacia el espectador.

Si bien a esto se lo puede etiquetar como la incursión del cineasta en el género de la ciencia ficción, esta se encuentra presente de manera narrativa y que sabe manejar lo poco que de ella se lleva a cabo a la acción, dejando un concepto que para mi gusto es acertado en el saber que quizás no poseía los recursos para lograr mayor virtuosismo al respecto y teniendo en cuenta que quizás, con el tiempo algunos efectos quedarían en el tiempo y decaerían de su calidad.

Solaris es claramente una película que no estaré dispuesto a volver a ver, al menos no en el corto plazo, siendo objeto de un ritmo muy lento que claramente no es para cualquier público y del que necesita una paciencia de hierro para no terminar huyendo de ella a los 10 minutos de empezada, mucho virtuosismo en el manejo de la cámara, una imagen muy pulcra y cuidada y una experiencia sensorial que se puede palpar y se hace disfrutable acompañando un buen elenco con sus interpretaciones muy acertadas, que no le quitan el peso de ser un verdadero reto para quien se embarque en ella.

Calificación: 6.9
Ceferino
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7
11 de mayo de 2024
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The Iron Claw.

El director Sean Durkin puede estar muy orgulloso de su producto, del que espero que con el tiempo recoja más adeptos en su recorrido, y es que no esperaba absolutamente nada de The Iron Claw, y terminó siendo una enorme sorpresa en la que puede contener y absorber eficientemente todas sus etapas constructivas, sus emociones y su energía para trasladar un relato muy potente.

Un mensaje que nos traslada a la profundidad de las relaciones familiares, más precisamente de las uniones entre hermanos de una forma muy transparente y con la seguridad de estar haciéndolo bien, para así tocar íntimamente a cada uno de sus protagonistas, conformando en ellos estructuras que los irán moldeando ante los cachetazos de la vida en un ejercicio bien llevado sobre la resiliencia, la superación personal y la muy cruda vulnerabilidad que en fin se ven obligados a mostrar haciéndolos aún más humanos.

Primero que nada, este largometraje tiene la virtud de atrapar en todas sus capacidades, se torna muy inmersiva convirtiéndola en algo que se pasa volando debido al buen manejo que posee de su ritmo dinámico y acogedor, con fragmentos muy electrizantes, otros súper dramáticos y también dándole un buen lugar a la emocionalidad, que para mi gusto esto no intenta llegar a los golpes bajos sino que sencillamente nos permite hacernos parte de la historia y logra escalar en profundidad en el espectador.

Uno de sus grandes aliados a la hora de permitirse ser inmersiva, es la buena utilización de su banda sonora que se encuentra en manos de Richard Reed Parry, que eficientemente genera todo un vinculo alrededor de la película envolviendo sus distintas mutaciones, los momentos deportivos resultan increíbles, con unas coreografías preciosas transmitiendo la adrenalina propia y esa comunión entre el fan y el luchador.

El guion y la dirección del propio Durkin resultan sumamente solventes, logrando aspirar a un magnetismo conceptual que se ve reflejado en compañía de todos los elementos de los que dispone, absorbe de esos componentes y a la vez les entrega la certeza y confianza de poder desarrollarse para complementar el trabajo pasándolo del texto y llevándolo a la acción.

La vinculación de sus cuatro protagonistas está muy bien realizada, con las actuaciones de Zac Efron, Jeremy Allen White, Harris Dickinson y Stanley Simons, que se complementan entre si y que además se les regala su buen espacio a cada uno para poder explayarse como personajes sin hacer perder fuerza a la historia general, sin dudas la actuación que sobresale de entre todas las buenas interpretaciones, es la de Zac Efron, en el que quizás estemos ante la actuación de su carrera, con la complejidad que lo abarca y el sacrificio tanto físico como psicológico que refiere adentrarse en su papel. Mención especial para Lily James que es un de los puntos femeninos fuertes de la trama y puede amoldarse perfectamente como complemento de los protagonistas.

Si puedo desestructurar un poco las divisiones de sus etapas, diría que hay una buena parte constructiva y de presentación hacia su cuento, para así darle paso a un frenético estado de energía y vitalidad que va transformándose poco a poco en incertidumbre y dolor para asimilar las fragilidades de las personas asumiéndolos introspectivos para que puedan crecer y aprender, los últimos 15 minutos realmente resultan muy duros emocionalmente y que le ponen el moño a un elemento del que no esperaba realmente nada y me dejó con un nudo en la garganta.

Calificación: 7.6
Ceferino
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6
10 de mayo de 2024
28 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
El planeta de los simios: Nuevo reino.

Muchas generaciones después, aunque para nosotros solo algunos años, llega este lanzamiento, uno más de la histórica saga de películas "El Planeta de los simios", entrega en la que nos remontaremos a un futuro bastante alejado de los acontecimientos que dieron lugar en la buenísima trilogía que se inició en el año 2011 planteando así, un nuevo curso en la difícil y siempre áspera convivencia entre simios y humanos.

No se podría presentar como un reinicio de la historia, ya que si bien se intenta apartarse del legado de César y brindarle una impronta propia y una mirada distinta, esa historia aún convive de retazos en esta, y es una de las aristas por las cuales irá conduciendo su desarrollo, en un relato donde el legado de César, la credibilidad y transparencia del humano y la lealtad entre monos, estarán en juego.

El planeta de los simios: nuevo reino, tiene varias dudas de ser y parecer, con un guion un poco flojo que parece tener filtraciones por varios lados, es algo que no se permite tomar vuelo nunca, divagando en una creación de ese cuento que por momentos roza la comedia involuntaria en varios trayectos, con etapas motivacionales para nuestros protagonistas que irán cambiándose según convenga para sostener lo que se va sugiriendo a medida que avanzamos.

Ante esto uno de sus problemas es la duración, 2 horas y 25 minutos para una película bastante planita por periodos, suena que es una duración demasiado larga como para lo que pretende ser, rellenando y redundando con bases de conocimiento hacia lo que resultó ser su trilogía antecesora y todo lo que en ella aconteció, que de hecho, se encuentra bastante alejada en cuanto a calidad a su anterior largometraje, dejando solo en promesas que poco se cumplen respecto a la enorme atención que acaparó la realización de una nueva crónica que sobrevuela en ese mundo.

La banda sonora a cargo de John Paesano se queda bastante a pie, en un concepto que desde su concepción no se toma el atrevimiento de dejarse percibir épica ni legendaria como nos tenían acostumbrados anteriormente a esto, dejando a la deriva un elemento fundamental como lo es su sonido y en el que solo deja unos chispazos que no le alcanzan para encender una llama que carece de espíritu para enaltecer lo que se está contando.

Lo que reluce aquí es su magnifico despliegue visual, acompañando una dirección de fotografía de Gyula Pados que se carga su trabajo al hombro sacando muchísima belleza de tan caótico guion y que es sin dudas uno de los puntos más fuertes de este proyecto, que se logra complementar con un soberbio trabajo de efectos visuales supervisados por Erik Winquist, de quienes se nota el trabajo minucioso y detallista que habrán llevado a cabo dentro de una complejidad que abarca entre tanto, la enorme dificultad del componente del agua en casi todo momento, saliendo ese apartado perfectamente logrado.

En cuanto a la interpretaciones propias de los simios, se extraña a César y la perfectísima interpretación del siempre seguro Andy Serkis, considero que Owen Teague y demás actores que se ponen en la difícil piel de los monos no lo hacen mal, pero ya hay una comunión indeleble del público para con César así mismo como con el actor que le da vida, los personajes humanos logran acoplarse muy bien con la trama, dejando todo de ellos en sus intervenciones, especialmente Freya Allan, que resulta muy hipnótica y carismática en la conformación de su personaje.

Wes Ball y sus cuatro guionistas, nos dejan una nueva entrega de El Planeta de los Simios que tambalea constantemente, que no se permite tomar un rumbo épico y que no le saca el jugo a todo lo magnifico y poderoso que tal relato le otorga dejando un sabor bastante agridulce para el espectador, en una película que le tiende las manos a la posibilidad latente de una continuidad, de la que para su bien, deberá pulir varias cosas.

Calificación: 6.7
Ceferino
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8
6 de mayo de 2024
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Requiem for a Dream.

¿Qué estás dispuesto a hacer para alcanzar tus sueños? esos objetivos de vida, esas razones por las cuales luchar son las que toma Aronofsky de sus personajes para convertirlos poco a poco en sus peores pesadillas, en una reflexión crudísima que tiene como eje las sustancias para arribar a cuestiones referidas a la soledad, la nostalgia, el desamparo y la crítica hacia la sociedad del consumismo, no solo de sustancias sino de moldes estéticos y de status que los equipara como objetos de entretenimiento.

Probablemente sea el largometraje más deprimente y oscuro del director, donde desde un inicio la cosa ya no arranca bien con un desarrollo que irá cada vez más duro y que representará la caída libre de nuestros personajes a medida que avanzamos, desde sus colores, sus elementos técnicos, su banda sonora y sus actuaciones, todo está al servicio de la ferocidad depresiva que nos sumerge en lo más profundo del desamparo.

Réquiem por un sueño, posee un ritmo frenético y descontrolado que no permite el aburrimiento de su espectador, el caos se apodera completamente de ella, es cierto que lo caótico aquí está expresado de una forma más consistente que en su película debut "Pi, el orden del caos", porque aquí si nos podemos sentir parte de manera efectiva de esa vorágine en la vida de cuatro personas que tiene una armonía conjunta pero que irán progresando casi individualmente en sus propios conflictos.

Las escenas vuelan, los recortes disparan para todos lados, las transiciones explotan por doquier, y es que en su agitadísimo montaje se nos deja representado la pérdida del control en sus figuras, algo así como si de vivir en piloto automático se tratase, especialmente en las etapas donde se involucra a los alucinógenos con tomas que se tornan repetitivas con muchísima frecuencia en la que se evidencia un claro elemento de dependencia ante el inminente descenso hacia el desequilibrio total.

Las actuaciones de sus cuatro protagonistas se mimetizan a la perfección con la historia, resaltando entre ellas la enorme interpretación de Ellen Burstyn, además del dúo Jared Leto - Jennifer Connelly, sin dudas un elenco que le es importantísimo al proyecto y que sin ellos no sería lo mismo, en un rumbo que nos llega a compenetrarnos con la decadencia que van sufriendo esas personas en la persecución de sus metas a como dé lugar.

La banda sonora a cargo de Clint Mansell, es sencillamente exquisita, complementándose con los distintos pasajes propuestos cargados de adrenalina, confusión y aturdimiento que hasta le imprime un peso de epicidad y grandiosidad a su trabajo, de todos los componentes técnicos podría decir que algunos de sus efectos especiales no han envejecido muy bien con el paso del tiempo, pero nada que interfiera en poder disfrutarse de sus intenciones.

Réquiem por un sueño resulta desoladora y sofocante, Darren Aronofsky construye un paisaje de promesas y deseos que se convertirán en pesadillas y angustias, cada sonido y cada fotograma al servicio de la aflicción y el desamparo, de la mente de su director se deriva a un enorme trabajo en conjunto con todas sus disposiciones de las que logran sacar oro de aquello que ya brillaba desde su idealización.

Calificación: 8.0
Ceferino
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