La serie toma los elementos irregulares de arrested development y así se convierte en una serie destacada. Recordar el rol de Jeffrey Tambor y su locura nos ayuda a comprender porque este papel lo realiza espléndidamente.

La familia más disfuncional posible, reúne los conflictos clásicos desde los 50's o 60's. Los secretos que salen a la luz, los traumas que se siguen desarrollando, las inconsistencias familiares y dentro, en medio de ese remolino, los sujetos que buscan vivir con lo que les sucede.

Fiel al estilo y calidad que David Simon demostró en The Wire, esta serie es un espectáculo de principio a fin. Los detalles ínfimos son bien trabajados, las historias se tocan aunque no siempre queda claro como, las personas reconstruyendo un mundo, un país, una ciudad.

La ambición y el manejo políticos es dejado en primera plana. Los intereses de pocos manejando a muchos y determinando su lugar en el mundo.

El elenco es brillante. Oscar Isaac deslumbra con su inocencia y esperanza, sus ganas de hacer valer la ley.

Excelente actuación de Maguire y Schreiber, ambos paranoicos, perfeccionistas, pequeños. Definitivamente una película que ahonda en la mente de aquellos jugadores del destino. todo o nada, ganar o perder, no se puede empatar.

La conspiración detrás de la puerta, una posibilidad de guerra, la estrategia a la orden del día, todo de manera brillante. Muy similar al estilo de "Una mente brillante" donde la humanidad latente al genio puja por salir.

Nuevamente este tipo de películas que esperanzan desde el inicio y lentamente caen en la monotonía del tipo que ayuda a todos sin saber quien es y hacia donde va su vida. Es notorio que la idea de sembrar una mente en otro cuerpo, para lograr la eternidad o vivir más años, aun seduce al cine. También es notorio que pocos saben como explorar esta idea. Sacando el tema de la transmigración, Memento como película logra más al momento de reconstruir a una persona que se busca.

Aun no llegó la película que Reynolds logre un papel que a mi forma de ver lo destaque como un actor comprometido psicológicamente. Este ir y venir entre héroes de acción y galanes lo tiene muy acostumbrado a roles más físicos y recurrentes.

Por último la figura del "villano" es poco formada, aparece con poca claridad y logro.

Duro relato que pone en escena la dureza de una situación y problemáticas desconocidas en países del primer mundo. El manejo de los pequeños grupos con finalidad política siempre deja al descubierto que tras las guerras pocos son los que realmente "ganan" algo.

Estos hombres, bestias sin nación, no conocen la infancia ni sus beneficios. La pobreza acompañada del abandono mutuo nos muestra a un niño que transita un camino áspero con pocas ilusiones en un futuro cada vez menos prometedor.

El director conserva su lúgubre mirada sobre el ser humano, esa que nos mostró en True Detective.