Primera peli de la trilogía que supone el segundo intento después la serie de anime de 1997 de adaptar el manga adulto de culto Berserk. Por supuesto con mejores medios para la animación. Se resiente sin embargo de la necesidad actual de utilizar animación 3D con ordenador para las secuencias más complejas. No le hace ningún bien.

En cuanto al resto de aspectos: excelente banda sonora, la animación tradicional es notable (aunque quizás con demasiado pocas "fps") y la trama se ajusta bien al canon del manga en la medida de lo posible. Digo "en la medida de lo posible" porque... ¡sólo dura 1 hora y 10 minutos!, tiempo en el que pretende condensar casi un tercio del mismo arco que siguió el anime de 26 episodios. Por mucho empeño que pongan poquito cabe en esa duración. Acaba pareciendo un poco un trailer con la estructura que tiene y el tiempo que dura. Y es que la valoración final de esta propuesta habrá que realizarla al visionar entera la trilogía de la que forma parte. Sólo esta Parte I... sabe a poco.

En el mundo de los guiños el tuerto es el rey. Rodada en el 2009 y en la nevera estos años debido a la bancarrota de Metro Goldwyn Mayer y a los tira y afloja entre la nueva distribuidora y los creadores por si fuera a ser exhibida en formato 3D o convencional, The Cabin in the Woods se estrena este año, con una enorme expectación en el público especializado. Vendida en el trailer directamente como un filme de terror con un giro de ciencia ficción, resulta ser una sátira de absolutamente todas las películas de terror que existen (no hay seguramente una película más "meta" que esta). Ciertamente diferente a otras propuestas, pero no particularmente inteligente, podría añadir. Está sin duda realizada por amantes del cine de terror (Whedon y Goddard) para los "junkies" del horror, y muchos sin duda se deleitarán ante tal profusión y potaje de referencias y referencias (y un cameo espectacular en la parte final de la película).

Pese a la vistosa y ambiciosa trama argumental la película no me parece ni muy inteligente ni divertida. Esta deconstrucción tan post-moderna y mecanicista de los clichés del género, en este mundo del todo vale, no apasiona. No hay presente en el metraje ni terror ni más humor que el propiamente derivado de su valor satírico. El presentar desde casi el principio que las reglas del juego están trucadas y por dónde van los tiros quita el factor sorpresa a toda la primera parte de la película.

Es recomendable verla sin saber mucho de ella, dado que juega con el factor engaño con respecto a la película que se vende en el trailer. Lo mejor de ella, sin duda, es el juego que propone de reconocer todos los guiños y convenciones del cine de terror que incluye.

Bueno, no es un slasher de Pinhead, lo cual, visto lo visto con las secuelas de Hellraiser no es moco de pavo. Le falta mucho sentido del ritmo, carente de pausas para crear atmósfera o de un acompañamiento musical más prominente. No consigue debido a esto superar esa excesiva linealidad que sufren muchos de los thrillers de terror psicológico de este estilo (La Novena Puerta, Shutter Island...) centrados en un detective atormentado. Craig Sheffer está genial en el papel de policía corrupto y putero. Una reinterpretación del detective Harry D'Amour un poco más moderna y llevada al límite, jeje.

En el camino que lleva al (esperable) desenlace falta coherencia. Estas aparentes inconsistencias del guión empiezan a pesar sobre la película en el último tercio, por mucho que se le quiera afrontar la paranoia y el desquiciamiento de Thorne como parte integral de la película (que es así, en cualquier caso). Los efectos especiales para una producción directa al DVD son correctos para la época, con unos cenobitas bastante resultones (Pinhead, The Wire Thins y una especie de Chatterer sin piernas) especializados por supuesto en llevar al límite el dolor corporal, con la siempre presente atracción visual del malsano gore de las mutilaciones que llevan a cabo.

Esta joyita del cine polaco de los 60 está basada en uno de los libros más significativos de la Literatura Romántica y fantástica en Europa, escrito por Jan Potocki en los albores del S. XIX. La historia trata las aventuras del capitán Alfonse Van Worden, un oficial de la Guardia Valona que debe cruzar Sierra Morena para llegar a Madrid. No es más que una excusa para tejer una red de historias dentro de historias (al más puro estilo de Las Mil y Una Noches), con más capas que las cebollas. Mágico el cómo, mediante el simple hecho de personajes que se reúnen a contarse historias, podemos disfrutar de un esquema narrativo profundamente no lineal, que llega incluso a perder al espectador, con los entremezclamientos entre todos los niveles de relatos orales. A todo esto le añadimos una magnífica fotografía en blanco y negro, que retrata con un tono mágico y onírico a la Sierra Morena del s.XVIII. Una España con doncellas moriscas exiliadas, gitanos, cabalistas, mendigos y ahorcados que la obra pictoriza en una clave casi surrealista con grandes dosis de humor y de erotismo. No deja de ser bizarro pero a la vez fascinante el desfile de actores del país de Europa del Este interpretando a figuras de la España Romántica en su idioma, dejando, eso sí, los topónimos en un genuino y auténtico español. Un clásico del cine fantástico que no decae en ningún momento, a pesar de su duración de 3 horas.

ExNihilo.

La construcción de la trama de esta producción canadiense es una amalgama de clichés del cine de terror, siendo no el menos flagrante de ellos las peripecias de un grupo de 7 jóvenes en una cabaña en el bosque. Similar a Evil Dead en su propuesta de argumento, juega a dejar las cosas en la más absoluta ambigüedad. Falta explicación del funcionamiento de Dead Mary. Eso si se supone que es Dead Mary la responsable de lo que pasa en la cabaña, y no es un simple McGuffin para poner a todos los amiguetes a matarse entre sí. Que por poder, el ente maligno podían haber sido unos porros en mal estado o una invasión extraterrestre, de lo nulamente explicada que está la mecánica sobrenatural de las posesiones.

Una más que correcta fotografía y un director empeñado en jugar con una profundidad de campo pequeña en multitud de planos, hacen de Dead Mary una película que se destaca en el aspecto técnico bien por encima del cine de terror de serie B.

A la película le falta gore. Varias muertes se producen fuera de pantalla, poniendo en relieve uno de las características más odiosas de la película: numerosos fundidos a negro que saltan el tiempo narrativo como recurso para crear intriga. La intriga que se crea uno al preguntar qué coño ha pasado. Pero eso no creo que haga a la película brillante.

En definitiva un tótum revolutum de clichés del cine de terror caracterizado por lo inconexo de su argumento y por la ausencia de gore y desnudos que por lo menos amenizan normalmente este tipo de producciones.

Ex Nihilo.