Auténtica obra maestra del cine. Impresionante, una de mis películas favoritas, de las pocas que son casi perfectas.
Con un metraje considerable, no se hace larga en ningún momento, es más, querrías que no acabase y a la vez lo deseas para ver el desenlace. Tu corazón y cabeza van en esos camiones, con los 4 protagonistas, intentando salvar los mismos obstáculos que ellos, sufriendo, sudando, agonizando. A la vez, también deseas que el siguiente obstáculo sea el último, que todo termine ya, que acabe esa agonía.
Hay que destacar la psicología de los personajes, como van cambiando todos a lo largo de la película, la cobaría o valentía varía, el afán por un mundo mejor, por el dinero, es el sueño que tienen mientras conducen y aunque alguno prefiera su "pellejo" en algún momento, en el fondo saben que llegaran al final o todo acabará en la carretera.
Hay que destacar las actuaciones, para mí magistrales en muchos casos, como la gran interpretación que nos brinda Charles Vanel (M.Jo), me enganché totalmente a este personaje, así como a Folco Lulli (Luigi) por el que sentí una gran simpatía. El protagonista principal, el actor Ives Montand (Mario) no fue de mi agrado en ningún momento por su forma de ser.
Tiene diálogos muy buenos, y algunos intercambios entre los protagonistas realmente logrados ( junto con Retorno al Pasado de Jacques Torneur, de los mejores que vi), como la conversación que desemboca en el título de esta crítica.
Podría decir muchísimas más cosas de esta formidable película, algunas de ellas las dejo para el spoiler, y el resto me las guardo para saborearlas, porque lo que tenéis que hacer los que no hayáis visto esta joya, es verla.... y ¡¡¡YA!!!. Imprescindible.

Gracia Querejeta habrá estado rodando este corto de 40 segundos unas cuantas semanas, a tenor del gran desplegue técnico, de actores, escenarios, diálogos, música, fotografía... vamos, que se ha quedado a gusto. Sinceramente, a mí me daría vergüenza, y mucha, hacer este "trabajo", por llamarlo de alguna manera. Posiblemente tenga el dudoso honor de estar entre los peores cortos de la historia del cine. Vergonzoso.
He tardado más en escribir esto que lo que dura la payasada esa.

Me da muchísima rabia que una película tan plana y lineal tenga tantísimo reconocimiento. Además, no lo entiendo. Haciendo un simple análisis, podemos ver como a pesar de que la película no es larga, sí que lo parece, se hace tediosa e insoportable, y además tiene mucho diálogo absurdo, sin sustancia, para rellenar vamos. Es aburrida, no veo la "historia humana" de la que hablan algunos. Y lo que es insoportable es que esta película, con los medios que tenemos hoy en día, sea comparada a 2001 una odisea en el espacio, que se hizo hace 50 años y todavía está bien fresca en algunos puntos. Esto es un bodrio, un coñazo y un insulto a la inteligencia.

Auténtico cine, puro y duro, con mensaje, con reflexiones, con grandes actuaciones y mejor dirección.
El maestro Luis Buñuel nos demuestra, una vez más, lo fácil que hace lo difícil, es decir, la cantidad de mensajes, en cada escena o diálogo que encierra esta película, algo al alcance de muy pocos, salvo que seas un auténtico genio del séptimo arte.

Buñuel presenta esta película como una auténtica crítica a determinados valores, tanto religiosos (cristianos) como paganos. Valores, formas de entender la vida... y nos hace pensar constantemente en cada escena y que nos retorzamos en nuestros asientos, que exprimamos nuestras creencias y que nos replanteemos, en definitiva, la vida.

Película muy flojita y sobrevalorada, al menos en su puntuación en filmaffinity. Con casi 10000 mil votos tiene una nota de 7,1, demasiado alta para lo que se puede ver. La película es lenta pero a la vez no cuenta nada y dice todo, es decir, lo importante hay que darlo por hecho sin explicación, y mientras hay que comerse varios diálogos sin sentido alguno, que están de relleno. Es un desaprovechado reparto, con muy buenos actores que no logran levantar el interés de la película en ningún momento. No la recomendaría a nadie.