Perdón por el título tan poco ortodoxo, pero viendo esta película he podido ver demasiadas similitudes con "Harry Potter y la Piedra Filosofal", desde el sombrero seleccionador (cuando echan la sangre para elegir "Casa") y las casas de Hogwarts (Cordialidad, Erudición, Osadía…) hasta el gran comedor (cuando llega a la casa de "Osadía" y les hacen la fiesta a los nuevos), pasando por el Expreso (el trenecito que les lleva al comenzar el entrenamiento) y la niño que aprende que tiene un poder mágico que puede cambiar el mundo (en este caso la chica divergente).

Toda esta falta de originalidad y el ambiente "Teen" en el que todos son guapos, cachas y súper guais, corren al ritmo de la música y están súper felices, me ha puesto un poco de los nervios. El malo tan paradigmático, el bueno tan estereotípico, la historia tan predecible y el final tan bobón me hace pensar que si no tienes 14 años esta película no te va a gustar mucho.

Si hubieran quitado algunos detalles chirriantes y el copieteo, a lo mejor se podría incluso pasar un buen rato. Pero no.

…y prácticamente nada más. De eso va el "Roxanne" de Fred Schepisi, una súper-ligera comedia romántica que adapta con originalidad la historia de Cyrano de Bergerac a tiempos más modernos con una simpleza total, y se basa en sus dos personajes para llenar la pantalla, véase la personalidad histriónica y socarrona del personaje de Steve Martin, y la belleza sin igual de Daryl Hannah.

"Roxanne" es una bella historia que se desarrolla en el incomparable marco natural de un precioso pueblo de las montañas, cuyos habitantes representan todos los estereotipos que se pueda uno imaginar, creados intencionadamente para poder recrearse en cada uno de ellos y así adornar el hilo principal que es la historia de amor entre el jefe de bomberos y la astrónoma recién llegada. Así, tenemos al culto, la guapa, el cachas sin cerebro, el jeta, el tonto, el despistado, el chulo, el niño gordo, la camarera guai, la rica del pueblo, los borrachos, las cotillas, el alcalde… Gracias a ellos pueden llenarse 100 minutos de chascarrillos que se mezclan con una historia que no da para mucho. Acompaña una deliciosa melodía de saxofón que le da a todo una calidez especial.

Alegre y desenfadada, la peli cumple con su cometido: entretener y hacer sonreír.

Esta es una de esas pelis que llenan la pantalla de color, fiesta y chistes, todo unido por un pequeño hilo argumental que es suficiente para que uno pase por alto todo el despropósito que está viendo y se deje llevar, soltar unas carcajadas y sacar el disco del reproductor recordando la barbaridad que más gracia le ha hecho con una sonrisa en la cara.

Éstos 5 cómicos que se juntan para hacerse los graciosos a la mínima ocasión, consiguen resultar entrañables. Las chicas ponen el toque sexy y los niños el fresco y juvenil. Los bonitos paisajes y la cálida fotografía se encargan del resto para que resulte una experiencia distendida y agradable. Una historia con final feliz y moralina muy a la americana que conforman una mezcla que muchos odiarán, pero que a otros nos parece divertida y relajante.

Sí, es cine mediocre, sí, son actores mediocres, y sí, el guión es malo, pero es lo de siempre: el cine llena los más variopintos corazones y esta peli ha alegrado el mío. A partir de ahí, lo demás ya no importa.

Vaya, veo que continuamos con esta horda de directores que se empeñan en reducir la luminosidad de sus películas hasta los límites de aguante de nuestros pobres ojos. No hay textura en los tonos oscuros, no hay colores ni siquiera a plena luz del día, todo es plano y monocromo... Una lástima el hecho de ocultar entre las sombras los (increíbles, hiperrealistas, nunca antes vistos) simios de Weta Digital, En fin, suma y sigue.

Toby Kebbell y Andy Serkis se merecen un oscar por sus papeles de Koba y César, los simios protagonistas, respectivamente. Qué pena que no exista una categoría especial para estos actores anónimos que dan alma a los personajes digitales.

Y hablando de alma, tengo que decir que (la de los simios) es la única que he visto en esta película sosa y excesivamente larga que ni siquiera el genial Gary Oldman logra salvar. Le han dado un papel penoso y extraño, y encima NO le dobla el inimitable Pedro Molina (curiosamente en el tráiler sí) con lo que su personaje tiene menos intensidad. Acción con cuentagotas en medio de interminables tiempos muertos de aburrimiento y hastío he le hacen a uno revolverse en la butaca.

Dicho esto, estoy de acuerdo con otros críticos en que es la mejor entrega de la saga, ¡pero es que no tiene mérito!.

Sólo destacar 2 escenas que me han parecido notables y que salvan del 4 a esta peli, en Spoiler.

Película dramática y de ritmo muy pausado. Mensaje interesante y calidad cinematográfica suficientes para no aburrir a pesar de su lentitud. Muy bonita, aunque no llega a conmover. Le falta algo para ser notable, quizá le sobre el último giro, a pesar de que justifica el final. Se puede transmitir el mismo mensaje final de otras maneras más esperanzadoras, no hace falta tanto melodrama.
Recomendable para personas de edad madura o con mucha sensibilidad.