Divertida e inteligente, para pasar un buen rato. No ha lugar para el romanticismo plano, la justificación psicológica de cada personaje, la filosofía teenager, sino para la pura diversión y recochineo del cine de terror.

Con todos sus defectos continúa siendo divertida a día de hoy. Tal vez el mensaje filosófico-religioso (por otra parte muy típico de la época) resulte un poco ridículo y rancio, por no hablar de los efectos especiales .. sin embargo la película fluye, atrapa al espectador y lo involucra en esta peculiar historieta. Vamos, que las cosas fluyen de manera graciosa y hasta con partes que rozan la comedia, concluyendo en un final realmente dramático, poco usual, una especie de bofetada en la cara del espectador.

No me esperaba nada y me ha gustado, lo cuál es raro porque el guión es absolutamente disparatado.

Tiene momentos de tensión deliciosos, y dramáticos a la vez, la película funciona muy bien dentro del búnker, en tanto no se sabe de qué pie cojea el captor ni lo que sucede realmente fuera.

El final es prescindible. Resta puntos. De sobresaliente le bajamos al 7.

Magnífica adaptación de la Guerra de las Galaxias, plagada de terroríficos monstruos (momias, esqueletos, robots) y escenas de violencia extrema. La película tiene un inicio trepidante, donde los dos héroes turcos, Alí y Murat, arriban a un planeta desconocido donde el malvado Mago tiene sodomizada a la población, Seguidamente pasamos a una segunda parte donde se nos cuenta la trama de amor casto entre Murat y la chica interpretada por Füsun Uçar (magnífico papel el de esta actriz, basado en las expresiones de ojos), y finalmente tenemos el desenlace apoteósico donde Murat, con su superespada mágica, derrota al malvado Mago. Imprescindible.

Ver esta serie los sábados de noche, en invierno, y al calor del recogimiento familiar, debía ser lo más parecido a estar junto al fuego y contar aquellas historias de miedo que ya no se cuentan. Puede que mi impresión esté contaminada por la nostalgia, pues no recuerdo haberlo pasado tan mal (o bien según se mire) con la excepción de las 3 o 4 películas de terror míticas de los 70.

Los capítulos autoconclusivos recuerdan a aquellos que posteriormente se harían en la notable "Gritos en la noche" (2001) pues están a medio camino entre el terror, el thriller y lo fantástico, siendo tremendamente recordado "Juego de niños" por su ambiente opresivo y agobiante (agudizado por la música de David Bedford, cuando las bandas sonoras contaban con instrumentos reales). También guardo gran recuerdo del impactante final del thriller "La herencia Corvini".

Hay que decir que otros episodios (Tattoo, La pista de tenis) eran más flojillos, más de terror convencional y tópico, pero en líneas generales y en conjunto se trataba de una buena serie.