Fyre es el documental sobre la estafa del festival Fyre, un intento de Coachella que prometían un festival de alto nivel en una isla de las Bahamas, para más inri Cayo Norman, la isla que un día fue propiedad de Pablo Escobar. Y todo esto aderezado con una gran campaña online a base de influencers y un vídeo promocional realizado en la isla con varias supermodelos que prometían un nuevo nivel en temas de festivales.
Pues bien, este documental es de como más allá de esta fachada de lujo y celebridades se escondía un desastre gigantesco y la experencia de las víctimas y aquellos que trabajaron sin saber que todo esto no era posible, contando los cambios de localización, los problemas legales, las reacciones en redes y las consecuencias.

Por el resto el documental no tiene más, es curioso ver el poder de los Influencers y como las campañas de publicidad no indicadas pueden llevar a esto y el desastre que puede llegar a consumarse si no planificas bien las cosas.

La película empieza con un mensaje en tailandes diciendo que está película está dedicada a todos los niños "especiales" y eso está bien.

La película trata de como una chica con autismo que ha aprendido artes marciales de ver películas y una escuela situada cerca de su casa decide con la ayuda de su mejor amigo (que a la vez es como su representante) ir a cobrar las deudas de su madre, una antigua amante de un jefe yakuza, que ha contraído cáncer, al principio se ríen en su cara pero al final todo se resuelve con ella dándose de ostias con todo el mundo.

El tratamiento del trastorno autista es un poco escabroso, lo sé, pero es que actúa como si fuera un robot y tampoco es que le TEA sea eso, pero por lo general no es un intento de intentar meter el tema del autismo porque la película quede diferente y original, tiene sus razones y esta bien llevado.

Y en el tema de las peleas lo borda, con el ejemplo de la pelea del final en los balcones, que hacen en conclusión de Chocolate una buena película de artes marciales aunque no la mejor sobre el TEA.

Antena 3, cadena que tras el paso moderado de La Casa de Papel por antena y su estrellato en Netflix que lo han hecho ganadora de un Emmy Internacional que la compañía blande con orgullo. Han decidido probar suerte de nuevo en el thriller pero esta vez se alejan de la fábrica de Moneda y Timbre de Madrid y se trasladan a un pueblo castellano de la Meseta en el que nunca pasa nada (aparentemente) hasta que la llegada de una pareja de sicarios de la mafia gallega que perturba la paz del pueblo ya que Francisco, el dueño del matadero, tiene chanchullos con la droga que transporta en el interior de los cerdos de su matadero, haciendo que esos sicarios no se vayan de allí hasta saber de quién es la cocaína de uno de sus cerdos y metiendo en ese vórtice a Alfonso, su cuñado y veterinario de los cerdos que hasta ese momento estaba absorto de todos esos problemas.

Con esta premisa parace que nos encontramos con un thriller neo-noir rural que le dará otro Emmy a Antena 3 y podrá rivalizar con HBO o la misma Netflix, pero no, porque esta premisa se ve destrozada por personajes arquetípicos de cualquier película rancia española y un humor que dice ser "negro" pero yo pasa de constumbrista, una serie con un envoltorio que promete y una decepción enorme. Para ello solo hay que analizar el principio del piloto.

Nos encontramos a dos hombres en un coche recorriendo una llanura solitaria castellana, los hombres van de chándal, por lo que no son exactamente unos hombres de negocios y lo primero que escuchamos es "Un canto a Galicia" de Julio Iglesias en el reproductor de casestes del coche y acto seguido a un hombre con fuerte acento gallego contarle a su compañero (murciano) un chiste de murcianos para acto seguido y ofendido él, contarle otro de gallegos para que el otro se sienta igual que su compañero, o sea, ofendido y dicho esto discuten si Julio Iglesias era gallego por hacer una canción dedicada a Galicia. Todo esto termina en un foso en el que echan un argentino (que van a asesinar) y no tienen otra cosa que mencionar que uno es gallego y el otro es murciano para que el argentino diga que su abuelo es murciano y finalmente lo maten.

Vista esta introducción uno solo suponer que esto va cuesta abajo, y va cuesta abajo, con la amante de Francisco, una limpiadora latina (tópicazo), Alfonso como un calzonazos que se pasa toda el capítulo siendo un virgin frente al chad de su cuñado y una serie de topicos del nivel que su esposa busqué invertir sus ahorros en un apartamento en Torrevieja o que la Guardia Civil joven se sienta desprestigiada por ser mujer ante sus superiores que quieren ir rápido y corriendo para terminar antes.

En conclusión, Matadero es una mala serie lo veas por donde lo veas y no hay forma de salvarla.