No lo tenía fácil Carlos Alonso para llevar a cabo una película basada en una novela bastante floja. La película brilla en algunos momentos (pocos), y desde luego consigue asustar bastante más que su material de origen, pero lamentablemente la película hace aguas por todas partes.

Los actores dejan mucho que desear, especialmente la protagonista, y las escenas de persecuciones son bastante torpes. Sólo la fotografía y la banda sonora se salvan de la vergüenza ajena que a ratos provoca la película.

Por último, tal y como hizo la novela, la película copia descaradamente frases y situaciones de la saga Scream, demostrando la poca originalidad de la propuesta. Sólo recordaremos la fantástica máscara del payaso asesino.

Es igual de entretenida y emocionante que la primera pero juega más, el tándem Bruce Willis-Samuel L. Jackson funciona de maravilla y Nueva York ofrece un escenario fabuloso.

Eso sí, a ratos sigue siendo una fantasmada y los efectos especiales han envejecido bastante mal.

Si alguien espera encontrar en "It's a Wonderful Knife" (genial título) el próximo slasher en intentar ser la nueva "Scream" está perdiendo el tiempo. Ésta es una película en la que los asesinatos y el terror adolescente escasean bastante, sobre todo teniendo en cuenta lo visualmente potente que es su asesino. Lo que encontrará el espectador es una película navideña sobre la identidad, sobre la familia y sobre el destino de cada uno, de esas que al acabar le dejan a uno una sensación 'feel good' que raramente nos dejaría una película de terror. Me da la sensación de que alguien tenía una idea para una película y los productores le dijeron: "de acuerdo, la hacemos, pero mete un asesino enmascarado y lo vendemos como un slasher."

El guion es a veces torpe, pero la historia de base, la idea, es bastante buena. Sin embargo, está terriblemente mal ejecutada, con escenas flojas y asesinatos bastante bochornosos. La fotografía, la música e incluso el reparto son correctos, pero se nota un quiero y no puedo en la dirección.

Su corta duración y su sorprendente personalidad invitan a recomendarla pese a los errores de la película.

Tener una pedazo de actriz como Kristen Bell y una buena idea de inicio y acabar haciendo lo que hacen... Debería ser delito.

No hay por dónde cogerla. La trama va dando tumbos, y el desenlace da vergüenza ajena. Se vende como parodia pero se les ha olvidado meter el humor. No sólo no es divertida, sino que es turbia y hasta excesiva. Un oportidad desperdiciada.

Eso sí, es entretenida, ligera y Kristen está genial. Por lo demás, una perdida de tiempo.

Pocas películas consiguen sin violines o florituras emocionar como ésta. La historia se cuenta con tanta sensibilidad, tanta verdad y tanto amor que llega al corazón. Por películas así merece la pena seguir apostando por el cine. Creo que "20.000 especies de abejas" debería proyectarse en colegios y en muchísimos círculos conservadores de la sociedad.

Tiene un guion impecable y unas fabulosas actrices protagonistas: la pequeña Sofía Otero, la gran Ane Gabarain y sobre todo una Patricia López Arnaiz (la madre de la protagonista) que lo transmite todo y que merece todos los premios del mundo.