Disfrute mucho la primera Blade Runner, me impactó como a mucha gente. No puedo decir lo mismo de esta segunda o secuela. Pese a la magnífica interpretación de Ryan Gosling -ese rictus permanente de inexpresividad propio del personaje que interpreta-, la película se hace un poco larga, e incluso tediosa en algunos momentos. Le falta de la primera esa visión de caos en la ciudad, de deshumanización, que al menos a mí me inspiro una sensación de miedo y espanto ante ese posible futuro. No alcanza tampoco el nivel de la banda sonora, que en la primera era uno de sus más destacados logros. En definitiva, la anterior era una obra maestra, esta una película buena de ciencia ficción