"Jurassic Park III" no va más allá de ser un entretenidísimo y emocionante telefilme de aburrido domingo por la tarde.

La película se aleja bastante de sus predecesores, quizá intuyéndolo, por ello Spielberg renegó de la producción directa y Michael Crichton se olvidó por completo. Se trata de un producto simple que, haciendo uso de un renombre, unos efectos especiales interesantes y una línea argumental escrita para un entretenimiento tan simple como eficaz, logra cumplir con su cometido.

Todo ello se asienta sobre las actuaciones del veterano de la saga, Sam Neill y el cameo por así decirlo de Laura Dern. El siempre fabuloso H. Macy y Téa Leoni adornan el reparto.

Lo mejor: la mera presencia de Sam Neill nos es suficiente para aceptar este filme como continuación de la saga e ingorar que en realidad estamos ante una parodia muy cara.

Lo peor: el guión es simple, la dirección defectuosa, y los efectos especiales mejorables. Las actuaciones (y papeles) de los secundarios están muy mal planteados, que únicamente sobreviven gracias a los grandes.

Ángela (Ana Torrent) es estudiante de Imágen. En el proceso de elaboración de una tesis acerca de la violencia audiovisual acaba en sus manos una cinta que contiene, en apariencia, el asesinato real de una chica desaparecida de la misma universidad dos años atrás.

Hasta ahí todo claro. No obstante, en estas tres o cuatro líneas no podemos ni acercarnos a lo que es un resúmen de este filme. Tampoco hay sinopsis que valga.

Amenábar consiguió en 1996 crear un largometraje que entremezcla de forma extremadamente sutil la crítica social, el cine morboso y el entretenimiento juvenil. Una película que narra una historia a la vez que expone de forma clara y progresivamente concisa una crítica social cuya vigencia, lamentablemente, va en aumento y, a la vez, indaga en lo más oscuro de una mentalidad humana determinada, dejando al espectador juzgar si dicha mentalidad es tan retorcida, tan enferma como a primera vista pueda parecer, o si en realidad no lo es tanto.

En más de un momento (y de dos, y de tres) se hacen evidentes pequeñas deficiencias, sobre todo de carácter técnico. No obstante el ambiente sobrecogedor de la cinta ayuda a que éstas pasen totalmente desapercibidas.

Lo mejor: la película en sí es una obra maestra, con grandes interpretaciones (en especial Torrent y Noriega), un ambiente logrado, una cámara impecable y una dirección envidiable.

Lo peor: ciertas piezas de la banda sonora chocan con el ambiente del filme. A diferencia de los demás personajes, el de Fele Martínez sí que cae, a momentos, en el tópico en el que se basa.

El poco presupuesto de este filme no justifica ni por asomo su penosa dirección, las pobres actuaciones incluso de su elenco protagonista, así como tampoco su poco trabajado guión.

Debe verse la diferencia entre los efectos especiales pobres debido al factor económico y los efectos especiales mal planteados. Estos últimos no se hubieran podido salvar ni con presupuestos multimillonarios.

Sin extenderme más, puesto que la cinta no lo merece, se trata un metraje que ni siquiera tiene utilidad para una aburrida tarde de domingo, que apenas roza el entretenimiento en muy contadas ocasiones y a duras penas logra mantener el interés de un espectador que no haya podido acceder a cine de verdad.

Lo mejor: la intención, no es del todo mala.

Lo peor: todo lo que fue surgiendo a partir de esa intención.