Vi "Camarón" en el cine en su momento. Ayer la revisé en Telemadrid. Sigo pensando que se queda en un seis. La realización y puesta en escena es prácticamente inexistente, la iluminación es televisiva y para nada crea ambiente, la dirección de arte no me la creo, todos los actores a excepción de Jaenada me parecen de mentira... La peli solo la salva su impresionante protagonista y la música de Camarón.

Decepcionante película de Fernando Colomo, muy, muy, muy lejos de su "Bajarse al moro", "El efecto mariposa" o "Los años bárbaros". Me ha parecido una película con un guión flojito, llena de tópicos, situaciones forzadas además de típicas, falta de ritmo y actuaciones simplemente correctas (salvo la de Ernesto Alterio, que tiene un don especial para la comedia).

Bajo mi punto de vista, Fernando Colomo es bastante mejor director de lo que refleja esta película "veraniega" completamente plana. Ya ha demostrado sobradamente su capacidad para hacer comedia con contenido. En este caso, incluso valorándola como película veraniega sin más, me parece absolutamente decepcionante.

Lanthimos demuestra una vez más que es un autor con un universo propio y con una capacidad impresionante para analizar el comportamiento humano, llevándolo a lo grotesco. Es una película con la que poder reflexionar sobre las relaciones de poder, la falsedad que hay en los círculos de los que deciden la vida de los demás, de cómo demasiado a menudo influyen los intereses personales antes del bien común.

En “La Favorita” destacan por encima de todo el trío femenino protagonista (espectaculares las tres) y esa puesta en escena tan particular, incluyendo esos planos hiperangulares que apoyan de manera tan potente el comportamiento de los personajes de la película.

En resumen, es una de esas películas que te dejan con la sensación de que, a pesar de que no te hayan atrapado durante todo el metraje, acabas de ver una buena película de un gran cineasta.

Es una de esas películas que mejora cuando te la cuentan y empeora cuando la ves. Su visionado se me hace pesado y aburrido por momentos, aunque tiene cuatro puntos cómicos muy buenos y grandes ideas y reflexiones de fondo. El último cuarto de la película es lo mejor.

Se pueden contar con los dedos de una mano las veces que he dejado a medias una película o un documental. Suelo encontrar siempre algo interesante que me haga llegar al final, incluso en películas objetivamente malas.

Bien, me ha resultado imposible pasar del minuto treinta de "Mi vida en el teatro". Quizás a partir del minuto treinta y uno este documental se convierte en algo sorprendente, maravilloso y lleno de interés. Nunca lo sabré, no pude pasar de ahí.

Lo que sí sé es que hasta ese minuto treinta el seguimiento continuo que hace el director a Isabelle Huppert me ha resultado carente de interés y no he encontrado nada más a lo que agarrarme para seguir hasta el final del metraje. Dicen que en algún momento del documental aparece otro actor, Fabrice Luchini. Ya me contarán ustedes si es cierto.

En fin, una de las "películas" más soporíferas e innecesarias que he visto en mi vida.... No pierdan el tiempo.