Es un truño insoportable. No tiene nada bueno, absolutamente nada. La trampa es pésima, una tontería sin originalidad alguna, los personajes deplorables todos, ni siquiera la protagonista aporta algo decente. La acción es aburrida y quieres que pase rápido. Han copiado todo y encima lo han hecho mal.
Entiendo las críticas profesionales bastante decentes porque lo que si tiene y mucho, es eso que estos "profesionales" tienen la obligación de aplaudir, aunque les haya parecido un truño gordo. Es más, me jugaría todo mi dinero a que alguno la dejó a la media hora porque no le interesaba y sin embargo, ahí está el color verde bien a la vista.
Todo es así hoy en día, y me reconforta tener ya una edad por lo bueno que viví y disfruté, y porque de esta locura colectiva, ya no me quedará demasiado que aguantar y me puedo permitir pasar de todo.

Y es que hasta se queda muy corto. Somos muchos ya entrados en una edad, los que miramos con estupor el ridículo permanente que habita en esta sociedad. Y hay que tener cuidado con lo que se dice, porque se ofenden mucho. Y esta realidad es tan descarada, tan avergonzarte, que un tipo como Santiago Segura, más listo que el hambre, la ve con meridiana claridad, y tiene una necesidad intuitiva de contarlo.
Lo que ocurren es que el pobre hombre vive rodeado de este espanto, es su entorno, su trabajo, su gente, así que se pasa la película intentando navegar en el mismo mar que le apesta, en el mar de la no ofensa, práctica en su película lo mismo que intenta criticar.
Me lo imagino deseando llamarlos " imbéciles profundos", pero no se atreve, para no ofender.
Así que el resultado final es insulso, frenado, contenido.
Si hubiese tomado ejemplo de lo que le pasa al personaje de una correcta Maribel Verdú, la película podría haber tocado consciencias, provocar reflexiones, y hacer que algunos, algunos y algunes comprendan el ridículo intenso que hacen cada día.
Ilusiona la premisa, decepciona la cobardía.
Es un boceto amable de lo que realmente le pasa y nos pasa a muchos por la cabeza.

Es mentira. Quiero decir que es al revés, las chicas de los 80 no eran como las pintan, ni mucho menos. De hecho era todo mucho más discreto y serio en cuanto a las relaciones interpersonales y sexuales. Es ahora cuando hasta salen en TV con 18 años contando sus temas íntimos, es ahora cuando menores de edad están de esa forma conectados, y lo hacen públicamente en redes sociales.
Presenta una terrible falsedad, lo sé porque viví esa época, en la que una joven de ahora se presenta hace 35 años y es la sensata y la adulta, para partirse la caja. La realidad, que también la vivo, sería que estaría a punto de infartar sin conexión a Internet y sin ver a gente hacer el idiota en TIK TOK.
Los chicos de esa época, pues efectivamente, también absolutamente descerebrados. Y nuevamente, es mentira, es más bien al revés.
Dejando atrás un nuevo engaño woke, la película está bien, es entretenida y dinámica, maneja bastante bien el asunto del viaje en el tiempo, y homenajea de forma agradable la gran " Regreso al futuro ".
El ritmo es ochentero de verdad, no sólo la estética, si no la propia estructura de la película. Y los actores, la verdad, muy bien todos en general.
Lo dicho, los de esa generación flipareis por como nos pintan, y los de esta generación, por favor, vuestros padres no eran así, os están engañando a propósito.
Y si no todo es falso, si que extremadamente exagerado.
Se deja ver.

Ausencia absoluta de química entre la pareja que protagoniza una comedia romántica sobre una boda, a partir de ahí, ya no hay arreglo.
Y no solo existe esa falta de química, es que insisto, es una comedia, y lo mejor que puedes hacer es buscar actores cómicos, digo yo, porque si la historia es una tontería supina, al menos ver a Adam Sandler o a gente de este estilo te puede sacar una sonrisa aunque sea pequeña.
Solo la presencia de Jennifer Coolidge da algún momento decente.
Y Lenny Kravitz, ¿en serio?, ¿es que no han visto por ejemplo " Los padres de ella"?, Owen Wilson sale 5 minutos y da momentazos muy divertidos.
En definitiva, un casting terrible, no hay por donde cogerlo y ya nada se salva.

Es que es muy mala. No se puede valorar de otra manera, simplemente es muy mala. La voluntad de hacer reír existe, pero es tan exagerado, que es casi imposible que lo consiga.
Hasta las aparición de Areces no saca ni media sonrisa, y eso es realmente complicado, porque su sola presencia suele ser graciosa. Chiapela le pone ganas, pero tal vez sea el actor/cómico más encasillado de la historia, ni Chiquito de la Calzada lo estaba tanto como Amador Rivas.
Y poco más que decir, no merece la pena ni para verla mientras piensas en otras cosas o miras el móvil.