Donde quiera que eso esté.
Incómoda película en la que un grupo de amigos vuelve a reunirse por la despedida de soltero de uno de ellos. Al igual que Resacón en Las Vegas; la película se centra en las consecuencias de la misma con la diferencia de que en ´Big Bear´la boda no se va producir ya que la novia ha decidido cancelarla en el último momento.
Todo lo que le sigue es un ácido y corrosivo estudio sobre las relaciones sociales en la sociedad actual, donde actuamos casi por inercia. sin pensar mucho en lo que de verdad estamos haciendo, el matrimonio casi obligado como excusa de una espectacular boda, los niños, el divorcio, el mundo laboral. Ideas todas que se van desgranando con mucha mala baba aunque con menos gracia que su hermana mayor en Las Vegas.

No tengo ningún problema con esas historias que se desarrollan lentamente, que se toman su tiempo para presentar unos personajes y una trama a la perfección. Llegado cierto momento son, precisamente estas historias, las que más te van a satisfacer.
Supongo que esto es lo que intenta este film(desconozco la novela original); lograr que empaticemos con estos tres personajes atrapados en un invernal apocalipsis zombie. No obstante, los resultados quedan bastante lejos de lo pretendido.
La historia de estos dos amigos enfrentados por un, no se sabe muy bien qué, acontecimiento pasado; no llega en ningún momento a interesarte un pimiento. Mathew Fox se pasea por todo el metraje más perdido que en la serie que le dio a conocer; con ridículo pelucón y barba o sin ella. Jeffrey Donovan, aunque lo hace algo mejor, parece más un maniquí de El corte inglés que un superviviente. ¡Y qué decir de la niña! Nada que no supiera ya Hitchcock hace años.
Lo único que salva los tiestos un poco es la fotografía, aunque también regala algunas tomas que de retocadas se vuelven irreales.
Otro film que, bajo la agonizante moda zombie, nos cuela una historia mal narrada y aburrida.

Temple es un producto correcto; sin grandes alardes ni sorpresas que a pesar de su escasa duración llega a hacerse pesada por momentos. No termina de arrancar hasta que empieza a terminar y lo hace tal y como te esperabas; sin muchos alardes y con más respuestas que preguntas.
La fotografía se va volviendo oscura por momentos hasta que prácticamente te tienes que imaginar lo que pensabas que iba a ocurrir. Unos efectos especiales justitos supongo son la causa de ello.
Actuaciones modestas incluso por parte del elenco japonés completan un producto sólo disfrutable para amantes de la cultura japonesa.

Parece que viajar a Thailandia tiene que ser más que un viaje. Una experiencia trascendente. Sexo ilegal, escorpiones fritos, playas secretas...
La pareja protagonista sólo tendrá un día para intentarlo ya que son gringos confiados y se van con cualquiera; ya sea un conductor de furgoneta que los asalta a la salida del aeropuerto o un par de ingleses manipuladores.
Me esperaba algo muy malo y me ha sorprendido que no lo sea tanto, No digo que sea buena pero por lo menos no avergüenza que ya es mucho.
Con una fotografía decente y unas actuaciones quizá no tanto; desperdicia por el camino la mejor baza que tiene que es el descenso a los infiernos thailandeses del joven en busca de ayuda.
No llega a ser ni lo suficientemente exótica, ni turbadora ni terrorífica.

Mandy no es otra película de Nicolas Cage, es una película con Nocolas Cage lo cual es bastante bueno viendo la errática trayectoria que lleva en los últimos años. A la sombra de revival nostágico de los 80 que nos envuelve; Panos Cosmatos nos entrega una pequeña obra de autor con lo que no todos conectarán ya que se permita bastantes "artistadas" iluminativas que pueden provocar la desconexión a poco que tardes un poco en entrar en esta historia de sectas, moteros y venganza.
Como mandan los cánones, todo envuelto en una nube de sintetizadores y efectos añejos que molan bastante.
Bravo por Nicolas por dejarse atrapar en esta pequeña gamberrada nostálgica.