Acabo de terminar de ver la película. Ni idea de las veces que la he visto ya. Ni idea de las veces que, al igual que hoy, acabo llorando como un tonto viendo "Báilame el agua". Sí, estamos ante una "españolada", pero... ¿Y? Muchos simplemente la descalificarán por serlo. Y, a mi juicio, no estamos ante una película española al uso. Desde el comienzo de la película, te engancha. Quizá sea porque comienza con una canción de "Los Secretos" o puede que sea porque todos podemos enamorarnos de una persona en un instante.

La primera vez que pude ver esta película, reconozco que me mostraba reacio a ello. Pensaba que estaría ante otra película relacionada con la droga. Y me equivocaba. Josecho San Martín ha sabido plasmar en la película múltiples factores que, hoy en día, arrastran a los adolescentes al mundo de la droga: bien sea por problemas económicos, porque uno nunca sabe sus límites o por lo que sea... Jóvenes que se ven arrastrados a traficar, a prostituírse para así saciar "el mono". Y aquí lo vemos.

He llorado, lloro y lloraré viendo "Báilame el agua".

Acudí el pasado viernes a los cines de mi ciudad para ver "Ouija". Incluso, al visionar los tráilers en televisión, mis ganas iban aumentando de forma notable pero, claro está, cuando tienes altas expectativas en una película, el chasco es mayor. Y es lo que me ha pasado esta vez.

Pese a que mi adorada Olivia Cooke sale en el film, estamos ante un pobre cine de terror que, valiéndose de sustos, intenta dar un giro a la idea de la tabla para, más adelante, intentar convertir la idea en una franquicia. Pero es una película pobre, a ratos carente de sentido y, muy a mi pesar, mucho bombo para tan poco tambor.

En fin, pasable película únicamente interesante por sus muertes y por la dulce Olivia Cooke.

... o si se pudiese, incluso menos. Aún así, animo desde estas líneas a los responsables de esta web a que incluyan el cero entre los votos.

Esta "película", si es que se le puede llamar así es un completo despropósito. Carente de sentido alguno, de coherencia. Una sucesión de imágenes que, viendo el resultado final, no encajan.

Pésima. Absurda. Una pérdida de tiempo. Es como para arrancarte los ojos. Que existan películas como estas hace que me plantee cosas... Así va el mundo...

A más ver...

H

Adquirí ayer, día 4 de marzo de 2010 algunas películas de terror para ir agrandando pasito a pasito mi pequeña videoteca. En mis manos, durante minutos, estuvieron otros títulos que, a buen seguro, terminarán en mi armario. Y no me arrepiento para nada de haber comprado "Retratos del más allá". Pero aquí, cúpula de resabidos cinéfilos que catalogan verdaderos bodrios y los encumbran a lo más alto, una película a la altura de "Shutter" queda relegada a una "mera basurilla de videoclub". Así luce, lució y lucirá nuestro pelo...
Confieso que siento cierto rechazo hacia las películas niponas, asiáticas y todas aquellas que sale siempre la misma imagen: chica asiática de larga cabellera negra enfundada en un precioso vestido blanco... Ya aburre... Pero aquí, en "Shutter. Retratos del más allá", nada por asomo de esa chica. Y consigue momentos de cierta tensión. Y la historia engancha. Aunque sean los primeros minutos tediosos, pronto entra en materia y consigue que quieras seguir viendo más y más.
En fín, buen remake que, pese a quien pese, está a la altura de películas como "Ringu".

Mi nota: 7/10

A mas ver...

Seré breve. Una de esas noches que, con el frío que hace, no tienes nada mejor que hacer. Y te dispones a ver esta película que ha pasado por varios festivales. Una oportunidad que, al verla, decides pensar si es mejor cabrearte o arrancarte los ojos ante tamaño bodrio.

Insulsa, sin sentido. Castores que, de leguas, dan a peluches. Sin sentido alguno, caes en la cuenta de que es una mierda de película. De la M a la A. Mierda.