En un principio he de reconocer que fui a ver la película en la sesión de las 16,10 después de una noche de muy poco dormir y una mañana ajetreada, por lo que quizás no debo de tomarme mi propia crítica con la mayor de las seriedades. También he de reconocer que fui a ver una película del autor de "Taxi Driver".
El film, creo que navega por zonas complejas tanto de la realidad como de la verborrea mental de los "cuerdos", destilando gradualmente confusión que añadir al tema, ya de por si confuso, y metiendo al espectador mas en una especia de berenjenal que en un huerto de concreciones psicoparanoicas de un existencialismo del revés que reconozco a mi me ha dejado también un poco del revés.
Hay que admitir que estamos ante una obra de compleja pretenciosidad y difícil concreción donde, por ejemplo, el montaje juega un papel primordial y estelar.
¿Qué sería de este guión en manos de David Lynch, Lars Von Trier o Darren Aronofsky?
De cualquier forma por la dificultad que entraña su realización, esta película merece cuanto menos un visionado proactivo. Prometo volver a verla.

Película que en realidad no aporta nada nuevo y que trata temas ya conocidos: relaciones familiares, emigración, líos inmobiliarios entre mafisosos cumplidores de sus amenazas, intermadiarios y ayuntamiento.
En definitiva, obra que no llega a aburrir pero que ni mucho menos entusiasma.

Dos películas por ni una.
Ni me entretuvo, ni me cautivó, ni me emocionó, ni me conmocionó, ni me transmitió nada.
Un vago poema al tiempo perdido por el director y todos los participantes.
Sinceramente bastante floja.

Estamos ante la narración de las peripecias, contratiempos y avatares vividos por una pareja en Camboya en pos de lograr una adopción. La película transcurre principalmente por los recovecos de las interminables y desesperantes tareas administrativas y corruptelas con que los adoptantes se encuentran, lo que en algunos momentos llega a ser desquiciante. Como se menciona en la película unos tienen el dinero y otros el tiempo, tiempo en el que parece que a veces se detiene la película que quizas peque un poco de metraje y a veces de simpleza. De todas formas aunque narre unos hechos de por si predecibles, no quita para que se vea con cierta complicidad lo que hace que, a la postre, resulte entretenida.

Entiendo que la obra de un artista, en este caso un Director de Cine, es realizar una película partiendo de una idea e intentar transmitir la misma a un público que, a su vez, y al finalizar la proyección haya captado, comprendido en su totalidad e incluso disfrutado del film/idea, lo que no creo en absoluto ocurra en esta ocasión.
Una idea rara, pseudoparanoica y muy particular, como la que nos ocupa, difícilmente es inteligible para los espectadores por lo que se cae en el error de hacer una obra para uno y no para los demas.
Creo que se trata de una "película" aburrida, sórdidamente desagradable y con una forma esperpéntica de enviar la idea a los espectadores, siendo el resultado un subproducto que no sé ni que hace circulando por festivales puesto que la única sala donde merece proyectarse, es en el salón de la casa del director, para su divertimento.