De lejos la película que menos me gusta de Hayao Miyazaki, sin contar El castillo de Cagliostro, que no tiene nada que ver con el resto de su filmografía. No es que me desagrade, ni mucho menos, pero desde luego está muy por debajo de lo que nos tiene acostumbrados.

No sé a los demás, pero a mí me costaba mucho meterme en la trama y todo me resultaba muy poco creíble, como si no fuera más que una sucesión de escenas en las que va haciendo lo que le da la gana. El hecho de que sea una película de fantasía no le da derecho a poner cosas sin pies ni cabeza. En El viaje de Chihiro, por ejemplo, pensándolo fríamente todo es igual de raro y poco coherente que aquí, pero sin embargo resulta mucho más creíble y mientras la ves no cuestionas nada de lo que ocurre. Aquí, por ejemplo, ¿por qué la protagonista no para de envejecer y rejuvenecer constantemente sin motivo aparente? Supongo que para Miyazaki tendrá todo el sentido del mundo, pero yo no acabo de verlo claro.

Aparte de eso (que no es que sea poca cosa) no puedo ponerle ninguna pega, la verdad. La animación y la banda sonora son su punto fuerte, estando al nivel al que suelen estar todas sus producciones.

La parte romanticona es demasiado larga, con lo que a pesar de tener sus grandes momentos se hace considerablemente pesada. La parte desde que dejan de estar en el país de la piruleta en adelante es lo verdaderamente grande de la película, y eso sí tiene la duración adecuada. Ahí la película da un giro brutal que golpea al espectador sin que se lo espere lo más mínimo y le hace seguir el resto de la historia con el corazón en un puño.

Los protagonistas son Jung Woo-sung y esa preciosidad que es Son Ye-jin. Los dos correctos, ella más que él.

Muchísima gente pone a esta película en un pedestal y a mí la verdad es que no me parece gran cosa. También es verdad que lo que he visto es el montaje del director. Si la normal, casi media hora más corta, conserva intacta o casi intacta la segunda parte y prescinde de buena parte del romanticismo pasteloso, seguramente el resultado sería muchísimo mejor y puede ser un peliculón de mucho cuidado. Tarde o temprano pretendo verla y quizá entonces le suba uno o dos puntos, aunque sabiendo el final no será lo mismo.

Titánico trabajo de Claude Lanzmann. E interesantísimo, sin duda. ¿Cómo no va a ser interesante el testimonio de los supervivientes de una de las mayores atrocidades que ha cometido la humanidad? Y, por descontado, su valor como documento histórico es incalculable.

Sin embargo, como película (no olvidemos que los documentales también son películas) muy amena no es, para qué engañarnos. Aunque también hay que decir que no creo que fuera la intención del director en ningún momento hacer un documental ameno. No dudo que para un apasionado del tema será una maravilla, pero para alguien normal y corriente, como me considero... bueno, digamos que me alegro de haberlo visto (a trozos, por supuesto, del tirón no hubiera aguantado) y que me ha dado que pensar y me ha hecho reflexionar un rato sobre el mundo en el que vivimos, que de vez en cuando no viene mal.

A pesar de todo lo bueno que he dicho, el visionado se hace muy, pero que muy pesado. Con eso no puedo darle un aprobado.

Vaya manera de desaprovechar un argumento, madre mía. Con esa misma base pudieron hacer un guión muchísimo mejor. Añadiéndole a eso los actores que tiene (aunque a Hwang Jeong-min le tengo un poco de tirria reconozco que es bueno), en especial Jun Ji-hyun, que encima sale aquí más guapa que en ninguna otra película hasta la fecha, hubiera quedado un filme de esos de imprescindible visionado. En su lugar, nos encontramos con algo meramente entretenidillo, con grandes altibajos, y que aunque tiene algunas escenas de calidad cuenta también con partes considerablemente aburridas.