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Críticas de Cinemagavia
Críticas 4.072
Críticas ordenadas por utilidad
6
26 de febrero de 2021
33 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Obsesión personal

Pequeños detalles sucede en 1990 en Los Ángeles, California. Joe Deacon (Denzel Washington), agente del condado de Kern, viaja a la gran ciudad para coger una prueba de un caso, pero se queda al ver que han vuelto a cometer crímenes similares a los de su pasado como detective. Jimmy (Rami Malek) es quién lleva la investigación y ambos se adentrarán en esta historia que les redimirá de sus pecados. La película es interesante para los amantes del thriller, pero no está ejecutada con la suficiente elegancia y maestría que cabría esperar.

La cinta de John Lee Hancock trata temas como las obsesiones ciegas, tener fe en lo que hacemos para sacar la mejor versión de nosotros mismos o la no aceptación de los errores. La fe se ve reflejada en las conversaciones entre ambos protagonistas, en un momento Joe Deacon le pregunta a Jimmy si cree en Dios y le añade que él cree, pero cuando ve los actos que cometen ciertas personas se plantea cómo puede permitir esas cosas.

El tema principal de Pequeños detalles es la obsesión, que funciona como motor de ambos personajes. Hay personas que necesitan llevar a cabo un trabajo perfecto para poder sentirse realizados, sin dar lugar a errores. En cuanto cometemos un fallo nos obsesionamos y alejamos a nuestros seres queridos y a nosotros mismos de la realidad. La sociedad capitalista de hoy día no nos da espacio para equivocaciones, por ello debemos fijarnos en los pequeños detalles de la vida cotidiana para seguir adelante y no quedarnos anclados en instantes que nos arruinan la existencia.

*Autoengaño consciente

Pequeños detalles presenta una estructura de guion clásica en base al género del thriller policiaco, muestra demasiado sus cartas desde el inicio, con un comienzo atropellado lleno de bloques de información. Joe y Jimmy son una pintoresca pareja de policías que solo se entienden entre ellos, uno es la versión joven del otro, Jimmy representa el pasado en el que Joe Deacon no ha cometido errores y ayuda a su compañero a redimirse.

Pero, ¿dónde reside la fuerza de esta película de John Lee Hancock? Las actuaciones y la dirección de fotografía son lo que hace funcionar toda la trama. Tenemos a Denzel Washington y Jared Leto, que ejecutan de forma impecable su papel, Denzel como policía retirado con unos kilos de más y Leto con una locura irónica que juega con el espectador. La aparición de Jared Leto es una de las actuaciones del año, por la que está nominado a Mejor Actor de Reparto en los Globos de Oro. Sin embargo, Rami Malek no casa muy bien con el papel de investigador, demasiado refinado, impasible y serio.

Pequeños detalles destaca por su dirección de fotografía que toma como referente ‘Seven’ (David Fincher, 1995) con luces de linternas apuntando a cámara y una estética oscura. Este referente también lo aplicará en toda la trama, lo vemos relacionado con la resolución final y los espacios entre los que se mueven los personajes, como el desierto. Otro referente es ‘Vértigo’ (Alfred Hitchcock, 1958) en el fragmento en el que el agente Joe Deacon está en la habitación del motel donde está hospedado y una luz verde entra por la ventana, esta idea también se relaciona con la obsesión.

*Conclusión

Pequeños detalles es la última película del director estadounidense John Lee Hancock, que se adentra en el mundo del thriller de una forma atropellada. El film es bastante parecido en su concepción a ‘Seven’ (David Fincher, 1995), pero necesitaría mayor pulcritud en su ejecución narrativa. Es una cinta que se disfruta, con un final que conmueve a cualquier espectador, ya que viene a la mente aquella mítica frase ‘’What’s in the box?’’.

Pequeños detalles nos plantea la idea de si en ocasiones es mejor mentirnos a nosotros mismos para poder mitigar el dolor de lo sucedido. Quizá lo que necesitemos ahora mismo es un poco de autoengaño colectivo para poder seguir adelante y dejar atrás lo que ha significado el desastroso 2020 para toda la industria cinematográfica mundial, que está comenzando a funcionar con películas como esta.

Escrito por Santiago Varela Antúnez
Cinemagavia
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7
12 de diciembre de 2021
30 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Problemas con los sueños

Come true (Se hacen realidad) en una muestra de cine de género que abraza la temática de la vertiente siniestra de los sueños, y su interrelación con la realidad. A la memoria vienen ejemplos como Pesadilla en Elm Street y La gran huida, ambas de 1984 o, de una manera distinta, Origen (2010). Esta producción canadiense pese a sus reminiscencias ochenteras, acaba encontrando un camino, un aspecto y un desarrollo propios, sin necesidad de ser tributaria de algunos ilustres antecedentes.

La película nos cuenta la historia de Sarah (Julia Sarah Stone), una adolescente de 18 años con una rutina realmente extraña. Solo aparece por su casa cuando su madre no está, aboliendo cualquier posibilidad de establecer contacto con ella. Incluso duerme en un parque cercano con tal de no encontrarse con su progenitora. Además se ve perturbada por sufrir unas angustiantes pesadillas que siempre se ven rematadas por una extraña figura negra. La vida de Sarah parece materializarse en un deprimente desorden. La única persona con la que mantiene un vínculo es con su amiga Zoe (Tedra Rogers).

Cada vez más desorientada y acuciada por las pesadillas, Sarah acepta unirse a un experimento universitario que tiene como materia prima aspectos relacionados con el sueño. Aparentemente te pagan solamente por dormir en una habitación preparada al efecto, mientras estás conectado a una serie de extraños dispositivos. Sarah traba amistad con uno de los coordinadores del experimento, Jeremy (Landon Liboiron), y descubre el fin del mismo: monitorizar los impulsos nerviosos de los sujetos enrolados en el experimento mientras duermen. Dicho en corto: poder ver sus sueños. Como puede preverse, el experimento se va de mano, y las pesadillas de Sarah empeoran.

*Entre lo real y lo soñado

Para ver Come true (Se hacen realidad) olvidémonos de Freddie Krueger. Aunque los sueños se llenen de amenazas, no estamos ante un slasher, ni ante una recolección de grotescos asesinatos adolescentes (no es una crítica a la saga por Wes Craven, ojo). La película se basa en el tono irreal de las atmósferas, que parecen querer alcanzar un misticismo cibernético a base de tonalidades grises y colores fluorescentes. Aunque la película no solo se desarrolla por la noche, la impresión que se da es la de que nunca se hace totalmente de día. En este sentido la fotografía es acertada, se acerca a ciertas películas de los años 80 pero desde una perspectiva de melancólica inquietud.

Además, Come true (Se hacen realidad) opta por el camino del simbolismo, que a los ojos del espectador se asemeja a una especie de puzzle mental que tiene que ordenar para encontrar sentido a lo que ve. Quizá uno de los objetivos de Anthony Scott Burns era que no estemos seguros de que lo visto sea real o soñado. A pesar de todo, no es un maremágnum laberíntico donde nos quedemos atascados. Más allá del extraño desenlace, el viaje es tan importante, o más que el destino.

La música está a tono. Fría, sofisticada, algo melancólica. Corre a cargo del grupo canadiense Electric Youth, a los que conozcan probablemente por A real hero, la canción final de Drive (2011). Priman los sonidos sintetizados, atmosféricos, quizá no muy lejos de las melodías de John Carpenter. De paso nos dejan una bonita canción, que tiene su importancia en la película, Modern fears, en conjunción con el músico Pilotpriest que no es otro que... el pseudónimo del director de la película. Todo un Juan Palomo, que además se encarga de la fotografía y del montaje.

*Simbología y elenco

Un elemento controversial de Come true (Se hacen realidad) es su argumento, o más bien bien su remate. El final puede que nos parezca una pirueta inesperada y fascinante, o un churro de proporciones épicas. Quizá todo se sitúe en un punto intermedio. Anthony Scott Burn fuerza los vuelcos argumentales hasta fiarlo todo a que entremos en su mundo. Nos pide creer en lo que expone a pesar de unas incoherencias que no se preocupa en disimular. No obstante, no creo que esté exenta de sentido a pesar del salto mortal que supone. Por lo demás el tempo de la película es lento, de construcción progresiva, donde la tensión va in crescendo dentro de una arquitectura narrativa bastante interesante.

Entre el reparto destaca Julia Sarah Stone, que dentro del tono de general frialdad de la película aporta un halo de emotividad. Aunque nos cueste ponernos en sus zapatos, por la naturaleza intrincada de la historia, nos resulta creíble su amargura, su penuria existencial. Los demás personajes tienen algo de comparsas, con lo que las actuaciones no pueden brillar en exceso. Podemos mencionar a Landon Liboiron como Jeremy, con quien la protagonista establece una ambigua relación. Ojo a la breve aparición del doctor Meyer (Christopher Heatherington) con una pinta de profesor chiflado que tira para atrás.

La película se estructura en varios capítulos: The Persona, Anima/Animus, The Shadow, The Self. Todos ellos son nombres extraídos de la doctrina del psicólogo Carl Gustav Jung, y quién sabe si una piedra Rosetta para interpretar correctamente la película. Por su parte, los símbolos dentro de las escenas oníricas son sencillos pero efectivos, sin grandes malabarismos visuales. Tengamos en cuenta que es una película indie. Pero en ese aspecto incluso consigue asustar.

*Una posible explicación (spoiler)

Come true (Se hacen realidad) se mueve en terrenos simbológicos muy acusados y de amplia interpretación. La que sigue a continuación es una de ellas, que no tiene porque se la auténtica, pero allá vamos.

Ir a Spoiler

*Conclusiones

Come true (Se hacen realidad) es una interesante muestra de cine independiente que flirtea con los códigos de la ciencia ficción con tintes de terror. A su favor está la construcción de un ecosistema propio a base de atmósferas sombrías y sugerentes, que a ratos se empecina empecina en convertirse en un laberinto.
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Escrito por Mariano González
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Cinemagavia
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
24 de diciembre de 2023
42 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un historia increíble

Antes de hablar de The Iron Claw me gustaría avisar al lector de que no hay que informarse de ninguna forma sobre la película. Si os parece interesante la premisa creo que hay que ver la película antes de hacerse "wikispoilers". La historia es tan alocada, tan improbable y tan sorprendente que es mejor no saber casi nada antes de enfrentarse a ella. ¿De que habla la película sin spoilers? De las maldiciones, las espectativas, la herencia genética, la envidia y de la mala suerte.

Mi problema con la película es que puede que no esté tan bien contada, o que se alargue demasiado en contarla como para que sea realmente impactante o sorprendente. Pasa todo tan lento que ya te vas esperando el siguiente golpe. Puede que nunca sepas de donde viene o que golpe va a ser, pero sabes que va a pasar algo cuando hace rato que no pasa nada dramático.

*Basura blanca

Si hay algo que destacar de The Iron Claw, aparte de los pectorales de Zac Efron, es el casting que tiene. Podríamos decir que es un casting que está de moda, aunque creo que cuando empezó la producción no era así. Puede que no sea en su protagonista, Zac Efron, al que llevamos muchos años viéndole (y si luego hablamos de su cara); sino por Jeremy Allen White, que ahora está en todas las casas gracias a su series de televisión The Bear y a Harris Dickinson, que se ha hecho famoso con El Triángulo de la Tristeza y una de las series del año Asesinato en el Fin del Mundo.

Hay que decir que los tres están muy bien en sus papeles. Son grandes actores dramáticos y saben imbuirle a sus personajes un toque cómico que ayuda a que empatices con ellos y que te caigan bien. O puede que solo sean las pelucas, que son bastante graciosas. Si algo me ha fallado en estas interpretaciones ha sido la falta de acento. Estamos hablando de una familia blanca en Texas. Familia de basura blanca que merecía tener un buen acento tejano.

*La cara de Zac Efron

Digo esto con mucho pesar pero hacía tiempo que algo en una película no me distraía tanto como la cara de Zac Efron en The Iron Claw.

Ha sido el propio Efron, en una entrevista concedida a la edición estadounidense de Men's Health Magazine, quien ha explicado el verdadero motivo de sus nuevas facciones: "estaba practicando running en calcetines por su casa, se tropezó y aterrizó con la barbilla sobre una fuente de granito. La estrella se desmayó en el acto para después despertarse con la mandíbula completamente desfigurada y tuvo que acudir a un cirujano para que le reconstruyera el rostro.". Por lo visto, los maseteros, el músculo encargado de abrir y cerrar la boca, crecieron mucho para sujetar la mandíbula rota y eso fué lo que provocó el cambio del rostro del actor.

Así que si, me sabe muy mal decir esto porque sé que no tiene nada que ver con la cirujía estética. Hay que decir que pese a que no puedas evitar mirarle a la cara con extrañeza durante toda la película, Efron está maravilloso. Puede que sea su mejor papel dramático hasta la fecha y demuestra de una vez por todas que se ha podido alejar de High School Musical.

*Conclusiones

The Iron Claw tiene una buena producción, se nota que es una película pequeña pero sabe llevar a la pantalla todo lo que pretende y se apoya muy fuerte en las interpretaciones de su casting principal.

Es una especie de Toro Salvaje que habla sobre la falta de educación emocional, las altas expectativas y la herencia. Es una historia fascinante que podría estar contada con mas gracia. Y es emocionante a ratos.

Escrito por Daniel Buron
Cinemagavia
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6
20 de abril de 2023
33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El análisis más retorcido de la sociedad

Estamos antes uno de los análisis más salvajes de la sociedad, de los privilegios, las ambiciones y las diferencias entre clases. En Inseparables, los sueños se hacen realidad y es ahí cuando el espectador se empieza a plantear si, tal vez, sería mejor no desear ciertas cosas. Esta historia busca provocar e iniciar conversaciones en torno a los temas de la sociedad actual (la infertilidad, la maternidad, las adicciones, el papel de la mujer, el suicidio y los derechos reproductivos, entre otros muchos).

*Weisz consigue cargar con el peso de la historia

Aunque, es cierto que lo más reseñable es la interpretación de Rachel Weisz en este doble papel. La actriz interpreta a dos gemelas, Elliot y Beverly, que son muy diferentes entre ellas y se están retando y provocando continuamente. Pero, el espectador es capaz de diferenciar siempre a ambos personajes gracias a los matices que Weisz consigue añadir en cada una de sus interpretaciones. Consigue reflejar muy bien como una relación de amor entre hermanas puede desencadenar una serie de tragedias y momentos bastante oscuros en las vidas de ambas. Además, el hecho de que las dos gemelas estén juntas en muchas secuencias, compartiendo el plano, hace que la narrativa sea mucho más realista y visibiliza el trabajo en el diseño de efectos visuales que tiene esta producción.

Está muy presente en el guion también el deseo de la “nueva carne”. Algo que vemos en gran parte de la filmografía de David Cronenberg y recientemente también en otros trabajos como Titane (2021), ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes. Esa fusión, en la mayoría de ocasiones muy desagradable y sangrienta, entre el hombre y las máquinas. Así, es importante destacar que la serie cuenta con escenas muy explícitas y retorcidas que no son para todos los estómagos. Lo más interesante de esas escenas es que se construyen desde la perspectiva mujer. Aunque, conforme avanzan los episodios, esos momentos, al principio muy impactantes, se vuelven repetitivos y pierden ese efecto sorpresa inicial.

*Conclusión

Inseparables es un thriller psicológico con una propuesta estética y un guion que seducen y atrapan al espectador. Pero, es imprescindible verla completa para comprender la historia. La actuación de Rachel Weisz hace que el espectador quiera seguir viendo su historia. Su interpretación incentiva ese interés por conocer más sobre la vida de estas dos hermanas. Sin embargo, aunque busca ser revolucionaria y provocativa, se vuelve repetitiva. Tal vez, seis episodios son demasiados para la propuesta de esta miniserie.

Escrito por Maria José Cánovas
Cinemagavia
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8
18 de agosto de 2018
33 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
*El detalle salvaje

Hace algunos años, los directos de cine Ben y Josh Safdie conocieron a Arielle Holmes, una habitante de la calle y adicta a la heroína a quien ayudaron a dejar sus malos hábitos mientras que la asesoraban para que escribiera sobre sus experiencias. Lo que Holmes escribió acabó por convertirse en “Heaven Knows What” (2014), la opera prima de los Safdie protagonizada por la misma chica que se encontraron en las calles de New York. Es muy interesante y arriesgado lo que hicieron estos hermanos, pero también lo es la fórmula que trajo Bart Layton con American Animals.

Layton plantea en su película una serie de entrevistas con cuatro ex convictos mientras que va narrando la historia de cómo terminaron en la cárcel. El viaje está en constantes cambios temporales que ayudan a darle más profundidad y capas a los personajes. American Animals no sólo le cuenta al espectador que existe basándose en hechos reales, sino que mezcla la dramatización de lo ocurrido con los relatos de las personas que lo vivieron.

Una salvajada de Layton (quien ya había dirigido varios documentales en su carrera) pero que funciona muy bien en la pantalla, en parte gracias a qué los actores supieron encajar con lo que se les planteaba a través de este ejercicio de representación.

¿Ejercicio de representación? Sí, es que American Animals es eso, una representación de lo ocurrido por allá en 2004 en la Transylvania University (Kentucky, USA) no pretende ser una glorificación de la figura de los ladrones, ni tampoco juzgarlos y llevarlos a la hoguera, simplemente quiere contar mezclando las perspectivas de los involucrados. La cinta de Layton acostumbra al espectador rápidamente a la narración simple en cuestiones morales, pone en conocimiento de este que no verá una historia redentora, sino un crimen contado por sus perpetuadores.

*American Animals y el dinamismo

Es muy importante destacar que American Animals sabe manejar muy bien la estilización, todo se hace de manera que el espectador no sea ajeno a ello, ya sea un montaje acelerado con hard rock de fondo o un plano secuencia interrumpido por un personaje cual director de la cinta.

De entrada, nos encontramos con una situación que luce peligrosa y extraña, pero la cinta se tomará su tiempo para revelarla del todo, un tiempo en el que la edición y los diálogos se encargaran de crear atmósferas casi de participación para el espectador mientras todo se va desvelando en un clímax cargado de emociones fuertes.

American Animals es una película que explota la sobre explicación, pero no se siente frenada por este elemento, sino que ayuda a darle aire al relato. La presentación de personajes puede ser un poco larga, pero se justifica con lo que vemos pasada la primera hora, y reitero: todo se hace de manera muy fluida, incluso en ese primer plato del menú que nos tiene preparado la película.

Una cinta que juega durante todo el metraje con el espectador de manera innovadora y con versatilidad para adaptarse a lo que el momento necesite, brusca por momentos y pausada en algunos escenarios, American Animals es una emocionante experiencia audiovisual.

*Un punto de confusión

Algo que creo que se puede malentender en el largometraje de Layton es su intención, ya se dijo antes que no pretende dar prestigio a los involucrados, sino contar lo sucedido, pero este ejercicio de recreación y más en el lenguaje cinematográfico se requiere de espacio emocional y momentos para empatizar con los personajes a través de sus situaciones.

Esto puede llegar a ser confuso, porque el espectador sentirá la mano del creador audiovisual y guionista indicándole sentir pena por los muchachos ladrones, pero la cinta no hace más que contarnos las versiones sin suavizar los momentos más bruscos de sus métodos, cada quién puede elegir cómo sentirse al respecto.

Warren (Evan Peters) era algo así como el líder de esta improvisada banda y lo vemos recitar un discurso sobre el hambre, pero no vuelve jamás a esto, es un personaje hipócrita e ingenuo, pero también es simpático y amable, sufre por el divorcio de sus padres, pero desaprovecha su beca universitaria, es ambiguo en muchas situaciones, no es malo ni bueno, tan sólo es él, contando por él mismo varios años después.

Así que no, Bart Layton no escribió esta película para justificar lo sucedido, sino para darle matices a través del relato de todos los involucrados en este asalto.

*Conclusión

American Animals es una película que sabe manejar los tiempos y dar espacio a sus personajes (reales y ficticios) para que tengan variedades emocionales. También es un ejercicio brillante de recreación ficticia mezclado con entrevistas de formato documental. Bart Layton hizo una gran cinta con muchas facultades desde lo técnico y con un subtexto pertinente y que late muy fuerte en una era donde el reconocimiento lo es todo con el auge de las redes sociales.

Escrito por Andrés Tejada

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