!Claro que nos da pena el hombre, pobrecito, en qué lío se ha metido por ser tan bonachón!.
Pero no debemos olvidar, de ninguna de las maneras, que esta historia Lupino nos la cuenta bajo el punto de vista casi en exclusiva, del protagonista, del defraudador en cuestión.
¿Tendríamos la misma película si el punto de vista cambiase, situándose bajo la mirada de una de las dos cónyuges o, simplemente, relatándola desde la objetividad de la tercera persona?.
Porque, !vaya!, este hombre, visto lo visto, casi parece un santo. Y de eso nada, monada. Tiene una y mil oportunidades de enfrentar la verdad, tomar una decisión y actuar en consecuencia. !Si por momentos hasta parece que está haciendo una obra de caridad!.
Y no dudo que este tema sea mucho más frecuente de lo que pensamos. Muchos hombres sosteniendo dos familias a lo largo de los años, algunas incluso, con el conocimiento y consentimiento de todas las partes. Me parece muy bien si es así. Cada uno arregla su vida como quiere.
Pero cuando por medio concurre el engaño, no hay acuerdo sino imposición. No hay amor ni piedad sino cobardía y egoísmo.
¿En serio os vais a creer que el tipo este no dice la verdad porque quiere mucho a sus chicas y no quiere hacerles daño?.
Si al tipo este no le llegan a pillar hubiera continuado con su doble vida hasta el fin de los tiempos. !A este le va la marcha clarísimamente!. !Qué oportuno resulta que la Fontaine le "descuide" sumergiéndose en su trabajo!. !Que su padre sufra un infarto justo cuando iba a pedirle el divorcio y ya no pueda hacerlo porque en ese momento, le necesita!. !Que Lupino tenga un mal embarazo y esté enferma!.
Si hasta parece que el juez le justifica al reconocer que esté hombre podría haber tomado como amante a Lupino y la sociedad no le juzgaría tan severamente!.
!Si al final sus mujeres deberían darle las gracias por la excelente disposición que demuestra y lo caballerosamente que se ha comportado con ellas!.
Pero, ¿de verdad, si vosotros, o encontrarais en esa situación, perdonarías a vuestras mujeres o a vuestros maridos, tal engaño sostenido en el tiempo?.
Perdonad, pero tengo que irme. Voy a recaudar fondos para hacer erigir una estatua en honor de este grandioso caballero que lo dio todo sin exigir nada a cambio.
No me puedo creer que una mujer haya dirigido esto. Lo veo y no lo creo. !Es que es muy moderna!. !Ooohh, sííí, muy moderna!. Pero me permito recordar que una relación, sea del tipo que sea, me da igual si es monógama, bígama, multitudinaria o interplanetaria, sólo puede ser honesta si es compartida bajo el consentimiento de todas las partes implicadas en ella sin ningún tipo de coacción ni engaño. !Manda narices que aquí todos se pongan a babear por el personaje de O'Brien!

Pd: La nota que le doy la justifico, únicamente, porque su factura es muy buena y, al fin y al cabo, su tema es polémico y singular y da qué pensar.
Pero el bígamo este, que se vaya a vivir con los mormones si es lo que le va y que deje de llorar como si fuese Calimero.

Western diferente, ya muy diferente a los que se hacían tan sólo unos pocos años antes y que está claro que abre camino para los nuevos derroteros entre los que se refugiaría el género, a mi no ha acabado de gustarme, el film parece querer moverse entre los distintos géneros aunando componentes que incluyen cierta denuncia crítica, drama, suspense, acción y género fantástico, aunque, a mi entender, fracasa en todas ellas pues no acierta en su propósito, quizá demasiado ambicioso y patina en el ritmo pausado y solemne aplicado que más que subrayar, desvía la atención del espectador desinflando una tensión que sube y baja y sin llegar tampoco a desarrollar por completo un drama ya que sus personajes apenas tienen evolución.

Este film, diríase, tiene mucho de mezcla de las muy superiores "La venganza de Ulzana", "La noche del cazador", "El cabo del terror" y algunas otras más.
La película comienza con el rescate del ejército de una cautiva blanca y su hijo de una tribu de apaches prisioneros.
Peck, un explorador miembro de ese ejército y a punto de retirarse, se compadecerá de ella y se los llevará a su rancho a vivir con él pero el padre del chico, el jefe apache de esa tribu aun no capturado, les irá siguiendo los talones masacrando a todos los que les sale a su paso, en busca del hijo arrebatado.
Una de las singularidades de este film y por las que bebe mucho del género fantástico, es que nunca vemos al perseguidor y tan sólo intuimos su amenaza u observamos las consecuencias de sus actos.
Esto quiere prestarle ese tono amenazador, ese suspense teñido de terror que poseían algunas cintas del B fantástico que todos recordamos. Al monstruo no se le ve y, por tanto, resulta mucho más temible.
Pero no es así. Esa tensión presenta muchísimos altibajos al entremezclarse con el drama de lo que acontece dentro. Eva Marie Saint, la cautiva rescatada y su difícil reinserción y, sobre todo, el niño, un auténtico apache que es arrancado de su hábitat natural confieren ese tono amargo y lúgubre pero no del todo desarrollado, de la difícil esperanza de recuperación a un mundo nuevo.
En fin, un western cerebral y muy ambicioso pero bastante lastrado por sus altas aspiraciones. Promete más de lo que luego consigue ofrecer.

Observar desde el principio la plácida estampa familiar de estos tres hermanos reunidos en torno a una mesa de comedor ya nos causa cierta perplejidad y desasosiego. Algo no cuadra y no marcha bien, no sabemos todavía qué es pero sí adivinamos cierto clima enfermizo en sus relaciones aparentemente cariñosas y fraternales.
El primero que nos descoloca es el propio Sanders soportando con estoica paciencia a esas dos elementas (y a la cocinera).
Claro que, visto desde fuera es muy fácil hablar así, uno no se siente maniatado por los lazos, más bien cadenas, de la manipulación emocional y afectiva que rodea a estos seres que viven juntos queriéndose más allá de lo soportable.
Por eso la aparición de Raines supone una ráfaga de aire fresco en la vida de este hombre. Aunque,(y es mi opinión personal), este tipo siempre va a tener problemas, es un pusilánime sin carácter y siempre le van a zarandear haga lo que haga y esté con quien esté. No podemos culpar a la Fitzgerald, es que el chaval se lo pone a huevo !leches!.
El modelo Geraldine lo hemos visto ya muchas veces y yo nunca he comprendido el poder que pueden llegar a ejercer estas mujeres cuando, simplemente, un "ahí te quedas", bastaría. Pero, creo, que estoy subestimando los poderes invisibles del chantaje y la dependencia emocional. "Tiran más dos hermanas aunque sean inhumanas".

No estoy siendo muy justo. A Sara Allgood se le puede perdonar aunque sea una petarda. Por lo menos sus hobbys se centran en los pasteles y en los chismes. Pasatiempos más inofensivos.
El caso es que la otra hasta en sueños jode la vida. No hay manera de librarse de ella.
Una película divertida e intrigante realizada por el gran Siodmak. Cuando la femme fatal es tu propia hermana poco puedes hacer en la vida chico. A esa sí que no te la quitas de encima ni soñando.

Resulta algo difícil enfrentarse ahora a este tipo de propuestas desde la percepción de unos valores tan radicalmente diferentes a los que se defendían hace cincuenta años.
Este melodrama folletinesco conjuga alrededor de la protagonista tal cantidad de desdichas, sacrificios y descenso a los infiernos en aras de preservar la dignidad y orgullo del hijo querido que casi resulta imposible no impacientarse con la señora por su empecinamiento en resignarse a su destino sin batallar.
Porque eso es lo que representa Lana Turner en esta película desde el inicio hasta el fin. A la mujer resignada y débil en sus flaquezas, honesta y sumisa, pero capaz de sacrificarse por completo en su amor de madre para conmoción y admiración de un público ávido de emoción.
Yo por mi hijo, ! me maaatooo!. Y todos nos rendimos impresionados.
Este es el modelo de mujer y de madre que entonces se promovía como el ideal y amoroso.

Con un marido que la tiene muerta del asco y que cuando regresa después de meses de ausencia primero pregunta ¿dónde estabas? y una suegra manipuladora y dominante que vigila y ordena cada uno de sus actos, yo no puedo menos que indignarme con la señora cuando acepta tan débilmente ese acuerdo de renuncia y marcha hacia el exilio.
Yo no comulgo con este prototipo de mujer ni creo que con eso beneficie a su hijo. Lo siento mucho.
Yo admiro más a las madres luchadoras que plantan cara y enseñan las garras ante todo y ante todos aunque ello suponga que su pequeño tenga que abrir los ojos ante los que pretenden separarlos. Una madre muerta nunca es mejor que una madre pecadora dijeran lo que dijeran entonces.

Fuera de esta cuestión este drama funciona bastante bien si asumimos todos esos mecanismos detonadores dramáticos algo afectados y apabullantes y su progresión es conducida con habilidad por su director que sabe mantener la atención del espectador haciendo que se involucre en los sentimientos de su protagonista.
La historia resulta frágil en su verosimilitud pero, una vez asumida, se disfruta.
La Turner ofrece una actuación digna y resulta curioso verla en este papel que acentúa una progresiva degeneración física a la que no estábamos acostumbrados. Yo no recuerdo haberla visto en ningún otro papel que no luciera un peinado y maquillaje impecables.
Forsythe resulta muy soso e inexpresivo, en ningún momento llegas a creer que pudiera quererla ni un poquito.
La madre me hubiera gustado que tuviera más participación. !Las malas que hacen maldades me gustan tanto!.
El papel del hijo en el tercio final me gusta mucho. Es exactamente lo que uno imagina que tiene que ser.
En fin, un drama de esos, de llorar, pero aquí tengo que discrepar con algunos compañeros críticos que afirman que si no lloras es que tienes el corazón de piedra. Yo no he llorado y les aseguro que me resulta fácil emocionarme y que mi corazón es tan tierno como el de ellos. O lo era.

Una bien trabada trama y un ritmo dinámico repleto de acción hacen que este western se disfrute mucho y estoy seguro que los amantes del género sabrán apreciarla a pesar de su modestia y previsibilidad en el desarrollo ya que está muy bien concebida en el sostenimiento de la tensión y la intriga, gracias a la vuelta de tuerca que, tras el manido tema del conflicto entre agricultores y ganaderos, se plantea aquí.
Es muy importante situar el momento temporal en que transcurre la acción para comprender todos los giros de la historia y que no debe situarse más allá que unos meses después de terminada la guerra Civil.
McCrea, exsoldado de la Unión (todavía viste su uniforme), regresa a casa cuando resulta herido por unos hombres que parecen ser cuatreros.
Será recogido y cuidado por una caravana de colonos granjeros confederados (también en su mayoría todavía sin haberse despojado de sus vestiduras militares), por pura caridad cristiana, aunque las heridas todavía supurantes les hagan desconfiar de él.
Este cauteloso resentimiento hará que caigan en saco roto las advertencias por parte del protagonista de que están errando el camino y de que el valle que están a punto de alcanzar, ya tiene dueño. Un ganadero con muy malas pulgas que McCrea conoce bien, prefiriendo, en cambio, creer en las golosas y apetecibles promesas de un recién incorporado líder, que afirma que esas fértiles tierras no son de nadie y pertenecen al gobierno y, por lo tanto, cualquiera que se asiente allí tiene derecho a trabajarlas.

Indudablemente hay un plan preconcebido ahí y McCrea hará lo posible por desentrañarlo, lo que no será tan sencillo, porque ninguno de los afectados por el conflicto tiene la intención de cejar en su empeño.

El argumento es sólido e intrigante aunque en seguida averiguaremos cuál es el plan. Nada de esto importa porque, tras conocerlo, nos va a preocupar, y mucho, que una nueva guerra territorial no llegue a estallar.

Esta bien conducida intriga estará repleta de justificables momentos de acción lo que la convierte en divertida, entretenida, nada del otro mundo ni que no hayamos visto mejor pero agradable y bien rematada.
Mayo se conduce como un agradable valor en la piel de una de las viajeras de la caravana y lo mismo puede decirse de los villanos, del ganadero y de los granjeros.
Rodada en Cinemascope la cinta se ve muy deteriorada lo que le resta valor al film. Pero yo la he disfrutado mucho y la considero una buena cinta, por encima del promedio de las de su clase. No estaría mal que procuraran restaurarla.