Exótica, ese lugar donde cada persona se deja algo, bueno o malo. Cada persona que entra en ese club nocturno, con su pasado metido en el bolsillo. Con algo que ocultar, aunque todo el mundo allí dentro se da cuenta de lo que tratas de encubrir tras. La luz del farol de tu mesa “con tu copa preferida en la mano” Mientras observas atento el espectáculo que ante ti se te presenta.
Un sitio donde encubrir tus más oscuros miedos, donde ocultar tus más sinceras perversiones, y, por qué no, tapar tus obsesiones más prosaicas. Dejar tu historia en la puerta de la entrada, sentarte en una mesa mientras en el escenario al ritmo de Leonard Cohen una bailarina mueve su cuerpo y en la mesa del pinchadiscos, una voz masculina te intenta adentrar mediante las palabras en el sub mundo que quieres dejar atrás, pero es él quien te recuerda cual es la razón por la que estas en ese lugar. En Exótica.
Atom Egoyan acierta de sobremanera con cada uno de los planos elegidos, con la dirección de cada actor, de cada palabra que sale de sus bocas, en pocas palabras una película de las que ya es muy difícil ver en los tiempos que corren.
Tratada de manera excepcional tanto en la forma como en el fondo. El retrato de cada personaje toma el tiempo necesario, ni más ni menos. La correlación de estos y como todas las historias confluyen en una misma en la que todos, de una manera u otra están relacionados.
Una película que a cada persona debería de servir para desenterrar esos miedos, pasiones y perversiones que llevamos dentro.

Siempre hay algunas películas que son difíciles de realizar una crítica. Sea la razón que sea. En el caso que ocupa hoy, puede que la razón de mayor peso es que no realizamos la crítica a una sola película, sino que se “critica” a tres películas.

Porque, aunque englobadas en el mismo metraje, no existe otro nexo de unión aparte de la ciudad de Nueva York. Ni siquiera la temática en cada mini-película es la misma. Y por descontado la manera de narrar las historias en cada una de estos episodios es, ni por asomo, parecido.

Así que se debería de hacer la crítica de las películas por separado.

La película más floja de las tres me ha parecido sin lugar a dudas la que dirige Francis Ford Coppola, la segunda en orden cronológico del film. En cambio la dirigida por Scorsese me parece una película buena, la que abre la película. Como nos descubre al personaje, y los sentimientos del mismo, hasta el mismísimo final de esta primera mini-película. La que escribe y dirige Woody Allen es también buena, con ciertos toques de muy buena por los ingeniosos diálogos del maestra Allen, aunque no se pueden comparar esta con la de Scorsese debido a que el tema es diferente y el tono que utiliza el director de Manhattan es más cómico, con ese toque de psicoanálisis que siempre llevan sus películas.

Personalmente recomiendo que se vea y que cada cual saque sus propias conclusiones acerca de cómo realizar la critica a esta película dividida en tres mini-películas.

Quien gana y quien pierde. Es la eterna pregunta que todos nos hacemos y nadie se consigue contestar.
En esta película se preguntan lo mismo y obtienen la misma respuesta. Cuál de los dos candidatos es el ganador, el que se lleva el puesto, o por el contrario, el que huye de esa entrevista en grupo en la cual nadie está a salvo de ser juzgado.
La película tiene una atmosfera de hermetismo a lo largo de toda la película. Se sabe que existe un mundo exterior al de esa oficina por las noticias que va filtrando la secretaria, sino seria un grupo completamente aislado del exterior.
Hay un claro paralelismo entre lo que ocurre fuera de la oficina y lo que pasa dentro de ella. Fuera hay una marcha contra el banco mundial, la globalización, etc… Y dentro se pelean un grupo de personas por un puesto de trabajo en una importante empresa.
¿Quien gana? La empresa, la globalización. O por el contrario la gente que marcha en contra de ella y la gente que se enfrenta a esa entrevista y se acaba marchando.
En estas batallas por el poder nunca hay vencedores. El ser humano, pierde a cada contienda parecida a esta un poco de esa humanidad que nos hace diferenciarnos de otros seres vivos. De esta manera volvemos a lo más primitivo de nuestros antepasados, con la diferencia de que ellos luchaban para sobrevivir por un abrigo, el fuego o la simple comida. Nosotros peleamos para tener más dinero en la cuenta corriente sin fijarnos en que no tendremos tiempo para disfrutarlo.
¿Y ahora quien pierde? El ser humano.

Annie Hall es una película que trata sobre las relaciones humanas. Centrándose en la de Alvy Singer (woody Allen), un cómico y Annie Hall (Diane keaton), una cantante que no cree en sí misma.
Aunque la historia en si no sea muy difícil de transmitir al público, Allen con la construcción de los personajes hace que la película lleve otro sentido dentro de la película. Tratando temas como es la pareja y la relación dentro de la misma. El día a día que tiene todas las parejas, la evolución que llevan cada uno de los personajes paralelamente. Al final no se consiguen encontrar aunque vivan juntos.
El film tiene una estructura cerrada terminando la película tal y como comienza, con una pequeña reflexión de Alvy acerca de las parejas y lo difícil que son de encontrar.
El tono que utiliza es el de humor a lo largo de toda la película. No un humor al uso como se pueda entender esta palabra. Sino un humor de Woody Allen. Con grandes reflexiones y chistes a los que hacen referencia.
Con esta película Allen se llevo 4 Oscar de la academia. Incluyendo el de mejor película, y según muchos críticos, es la obra maestra de Woody Allen.

Nadie merece vivir una mentira. Todos debemos ser consecuentes con cada acto que practicamos en esta vida. No todas las personas consiguen vivir su propia vida, están supeditadas a otras. Esta es la razón por las que muchas personas no consiguen realizarse como seres humanos y extender las alas que tienen atadas a la espalda y no consiguen alzar el vuelo para así, poder llegar a lo más alto.

La protagonista de esta película es una de esas personas que no consiguen desatarse las alas. Pero que sabe que las tiene y que quiere usarlas. Pero, por circunstancias, intenta desatarse ella sola el cordel que amarra sus alas. Pero no llega hasta donde tiene el nudo con sus manos. No consigue ayuda de nadie de su alrededor, así que insiste en soltárselas ella sola. Cueste lo que cueste.

Esto nos debería dar esperanzas a todos, para poder ver, que, aunque las adversidades sean terribles y nos vengan de dos en dos, si tenemos insistencia, los brazos acabaran doblándose lo suficiente para poder desatar el nudo que sostienen nuestras alas y poder emprender el vuelo todo lo alto que queramos. Pero debemos ser nosotros mismos quienes soltemos esa cuerda que nos ata, pues, aunque otras personas puedan indicarte donde se encuentra esa cuerda. Tan solo uno mismo, tiene la fuerza suficiente como para desatar el cordel que nos retiene…

Al poder volar libre, por fin, debemos saborear cada instante del vuelo. Pues no ha sido fácil el llegar hasta donde estamos. Hay que cerrar los ojos y respirar con fuerza, el aire que entre en nuestros pulmones, será aire de libertad. Ese, es el mejor aire que puede entrar.

Yo, intentare seguir buscando el cordel en mi espalda…