Un gran comienzo y una gran trama, con escenas de absoluto pánico, como aquella en la que el hermano pequeño asegura a su madre que le atemoriza cuando su hermano, en coma y postrado en la habitación de al lado, se pasea por la casa de noche... Mucha tensión, suspense... y de repente, la película gira hacia otro enfoque, con menos complejos, más directo y sin titubeos a la hora de mostrar "el miedo". Un demonio, o una saga de ellos (mejor dicho) quizás demasiado caracterizados quitan a la producción ese "algo" sobrenatural que mantiene en tensión al espectador; ahora es algo físico y un poco asumible. En cualquier caso, es una licencia que se puede conceder por el contexto de la película. Inmejorable la escena del infierno con "Tip Toe Thru' The Tulips With Me" por BSO. Mezcla de temor, sarcasmo y ¿humor?.
Vale la pena verla.

Esperaba acción, infección y descontrol.. esperaba algo parecido a 28 semanas después (si bien no era necesario el factor zombie, simplemente la rapidez de propagación y dinámica de la película)
No es mal film, y está plagado de grandes estrellas del cine, pero sin el boom que supuso el escepticismo sobre la famosa GRIPE-A, esta película habría pasado totalmente inadvertida

Película de sobremesa, sin sobresaltos, llana, plana y simple... Pasable, poco más.

Es que es realmente inmejorable. La repetición de la escena del salto de valla (ahora con un mejor final) emulando a Zombies Party fue un puntazo. La exasperación de Simon Pegg, una vez más llevado hasta los límites de la lógica y el Dios-esto-no-puede-estar-pasando. Creo que su personaje de policía modélico en "Arma fatal" nada tiene que ver con el de Shaun en la obra antes mencionada, pero su relación con Nick Frost acaba derivando en la misma. Quizá no me hubiera gustado hasta el extremo si no hubiese visto su 'precuela' (si se le puede llamar así), pero es que me viene a la cabeza como si las vidas de Shaun y Ed (Zombies Party) y las de Angel y Danny (Arma fatal) estuvieran de alguna manera predestinadas a encontrarse, son un dúo de la comedia imprescindible. La ironía, el sarcasmo, el humor repentino y las situaciones inesperadas (el final, por ejemplo, que tras una enrevesada trama de especulación urbanística destapada por Angel, con compinches en todos los departamentos y una gran organización ilegal... resulta que el por qué de tantas muertes eran algo tan absurdo como simple: para ganar un premio) hacen de esta película lo que es, una obra de cine de culto y para profesionales de la risa.

Personalmente me quedo con dos escenas. La primera de ellas es cuando el genial personaje de Dustin Hoffman encuentra a su hija habiendo sido ya víctima de Jean-Baptiste. Esa explosión de color, la imagen grotesca y el derrumbamiento del padre que ve cómo no ha podido salvar a su hija. Excepcional.

La otra es, evidentemente, la escena en la que Jean-Baptiste es condenado y utiliza su creación para ser amado por todos. ¡Menuda escenografía! ¡Qué imagen y qué color!

En definitiva, increible. No sé porque no le pongo el 10, pero mucho menos entiendo cómo puede tener una nota media de menos de 8.