En este filme Fellini nos narra un fenómeno social diacrónico y universal a lo largo del tiempo. A través de la historia de un grupo de amigos, el aclamadísimo director italiano, nos cuenta el drama existencialista por el que han ido pasando a través de diferentes generaciones los hombres que no terminan de encontrar su hueco en la sociedad.

Un virtuosismo colosal en el aspecto visual que roza la perfección y un humanismo narrativo que se respira por cada uno de los poros de esta cinta, convierten el filme de Ang Lee en un oasis en mitad del océano, en el que el cinéfilo debe respirar, descansar y deleitarse por dos horas para más tarde darse cuenta de que posiblemente sea una de las obras más trascendentales de los últimos tiempos. Sobresaliente, magnífica, espectacular, superlativa, majestuosa… cualquiera de estos adjetivos es válido para retratar la película del taiwanés.