Cuando veo en la programación un título como King Cobra no me resisto a la tentación de verla, pues sé que va a ser una basura tal que el descojone está asegurado. De ahí el título de la crítica.
Qué vamos a decir de las actuaciones y el guión, que son inexistentes ambos. No vi en los créditos el nombre de Pat Morita, así que cuando apareció fue un motivo más de risa, al ver a Miyagi echándole cojones a una serpiente gigante. Todo deleznable.

Típico telefilme de sobremesa, en el que personas normales se convierten en héroes de la noche a la mañana. Los malos dan muy poco miedo y con los buenos es imposible identificarse. El típico niño de por medio para hacer más dramático el asunto...
Se puede decir algo positivo de la película, y es que al menos es corta, ya que hay algunas con menos argumento que esta y además duran tres horas.

Esta película no hay por donde cogerla, pero uno ya lo sabe de antemano, sólo con ver el nombre de su inexpresivo protagonista. Cuando uno ve una peli de Seagal lo hace para disfrutar de los planitos absurdos, actuaciones patéticas (no sólo la suya), y bacaladas de guión. Entre medio de todo esto, la colección de mamporros de Steven y sus frases lapidarias antes de liquidar a los tíos.
Por lo demás en esta película descubrimos el que quizá sea el mejor registro de Seagal: paciente en coma.

Creo que esta película es de las más graciosas que ha hecho Allen en los últimos años, al menos más que las que han venido después como Scoop. Evidentemente la historia es menos interesante que Match Point, pero aquí se trataba de hacer reír y, al menos conmigo lo consiguió sobradamente.
Aparte de los momentos de humor también hay una parte de crítica, o más bien burla, de la industria de Hollywood que no está nada mal. Las actuaciones me gustaron, sobre todo la de Woody, que es especialista en papeles de personajillos patéticos. Muy divertida.

Aunque al principio, cuando la joven llega a Mallorca y suelta: "¿pero aquí hay autovías?" parece que nos van a tratar como a un país tercermundista al que tienen que venir unos alemanes a salvarnos, conforme avanza el "film" se ve cómo el guión retrata con exactitud la incompetencia de la policía y sanidad españolas.
Por lo demás una película que da más risa que miedo. Los actores un poco acartonados, no dan más de sí, pero no se puede pedir más a un telefilm catastrófico.