Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Críticas de Lupina
<< 1 2 3 4 >>
Críticas 16
Críticas ordenadas por utilidad
9
25 de julio de 2023
34 de 64 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Qué gran sorpresa entrar a esta querida web cinéfila y encontrarme ochocientos hombres enfadados con la película, puntuándola con un 1 como el que le dice "eres fea" a la chica que le gusta después de un rechazo! Es broma. De sorpresa nada: no esperaba otra reacción de esta oda al feminismo por parte de los hombres que ven amenazados todos y cada uno de sus privilegios porque las mujeres hayamos dado un golpe sobre la mesa y dicho "se acabó".

Críticas alabando el film como merece he visto varias, por lo que prefiero centrarme en su contenido filosófico, su mensaje y en las ampollas que ha levantado. Mirad: las mujeres llevamos aguantando TODA LA VIDA que se nos parodie, que se nos muestre como Barbies impersonales en millones de películas, como objetos sexuales, como verdaderas mujeres florero, mientras los tíos han ocupado papelones de primera categoría mayoritariamente representado el poder, el dinero, la hombría, en definitiva: el éxito... y vosotros no aguantáis una sola película que parodie la masculinidad frágil -sí: parodie, habéis leído bien, porque es lo que es, no un ataque contra vuestra persona, no sois el centro del mundo aunque el mundo os diga que sí-, no soportáis -la mayoría, not all men blablabla- que se muestre el feminismo reactivo de forma entretenida y cómica. Ken es un personaje idiota, sí -interpretado por un magistral Ryan Gosling- pero, ¿Barbie? -superlativa Margot Robbie- ¿Es un genio acaso? ¡No! ¿No es ella misma una propia parodia de Barbie, del estandarte de mujer inalcanzable y estereotípica? En resumen: la película critica la masculinidad frágil, juega a plantear un matriarcado, busca la reconciliación entre hombres y mujeres y, aún más importante, quiere enviar un mensaje de empoderamiento a la mujer, aliviar la lucha que es serlo cada día con tanta porquería que nos inyecta al patriarcado criticando así sus cruentos mecanismos, todo ello a través de una Barbie que llega al mundo real para descubrir que las cosas están muy, pero que muy mal. Pero supongo que no habéis entendido nada porque, como tíos, creéis que está todo muy, pero que muy bien, que esta película es algo así como un atentado contra vuestra dignidad y no soportáis que venga nadie a soplaros el flequillo. Pero el ego de algunos no os deja ver más allá de una ofensa perversa y maquiavélica: qué cansino. Cuánta crítica he leído con "a mí me vais a quemar por decir esto PERO menudo panfleto del peor de los feminismos..." O "es que ya no se puede decir nada, ¡pero quiero gritar sin impunidad que qué horror de feminismo retrata esta burda pelicula blaaablaaablaa" CANSÁIS. AGOTÁIS. NO HABÉIS ENTENDIDO NADA. SOIS KEN, PERO SIN SU ARCO DE PERSONAJE SIQUIERA.

Si os molesta que una película realce la valía de una muñeca que ha sido objeto de inspiración para millones de niñas, si no tragáis dos horas con que se parodie al hetereo básico, si no podéis tolerar que una película colorida y paródica que no pretende ser el manifiesto comunista de Marx simplemente se ría del mundo falocéntrico, si os coméis las uñas y rabiáis porque se muestre cómo sería un matriarcado estilo Barbie, si no podéis sonreír con ninguno de sus chistes porque estáis ofendidos, si venís aquí a echar bilis contra su directora, como he llegado a leer, diciendo que si estuvo nominada a los Oscar sólo por ser mujer: sois unos machistas. Sé que no lo podéis asumir y que ahora os parezco una intolerante, pero si a mí, como mujer blanca, me ofendiera una película que criticara el racismo que ejercemos, aunque sea sin ser conscientes, sobre personas racializadas, tendría que plantearme empezar a deconstruirme. Ya lo hago, porque quiero ser mejor persona. Pero vosotros, parece que queréis seguir jugando a ser CEOS del planeta tierra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lupina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
23 de abril de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cuántos mundos coexisten a la vez?
Quiero tirarme en el sofá de mi casa a ver telebasura, y quiero saber que me están practicando una lobotomía mientras lo hago; quiero sentirme libre en mi ciudad, pero conocer que me encadena y me hace esclava de un sistema; quiero enamorarme, y también saber que la persona que miro enamorada es alguien que nunca conoceré del todo. Entonces, ¿caemos en la deliciosa trampa? ¿Hay, acaso, trampa? ¿Las cosas son lo que vemos, o tenemos que experimentar una vivencia extrema en el Everest que deambule entre el silencio y el arte para descubrirnos como seres humanos? ¿Vivimos en un mundo onírico bien amueblado por el capitalismo?

Esta película contrapone dos visiones del mundo: un plano sabio que habita la fantasía, donde da igual si las cosas sucedieron en nuestro mundo material porque basta con vivirlas en la cabeza, un plano contra todo y a favor de la verdad y de la propia interrogación que abre la verdad... y otro plano, humano, que acepta la trampa en la que caemos, que nos libra de culpa porque "qué le vamos a hacer" y que garantiza que no tiene nada de amoral alegrarse por ver el café por la mañana. Y, ¿en qué plano debemos vivir? ¿Quién tiene razón, Wallace o André? Oh, eso es lo menos importante: quién tiene razón. Los dos la tienen, ninguno; ninguno intenta tenerla.
Somos robots como esos camareros cuya única misión es servir la mesa a cambio de un sueldo, con un uniforme estipulado y unos modales impecables, ¡esclavos del sistema! ¡Víctimas de un Nueva York que te somete! Oh, pero también son seres dignos, la vida es así, no es tan malo, puede que sean felices, que lleguen a casa y esté su mujer esperándoles, puede que sean de esos que ven la felicidad en el café preparado por la mañana. A fin de cuentas, tienen que ganarse la vida, ¿qué tipo de monstruo que se considera intelectualmente superior sería capaz de juzgarles? ¿Qué tipo de individuo lobotomizado no lo haría?

Sin duda, una experiencia. Wallace y André parecían ser dos partes escondidas que habitan en mí saliendo a hablar, a defenderse como mejor pueden. Somos libres en un mundo carcelario.
pdta: con qué poco se puede hacer una gran película... pero hay que tener mucho talento para escribir este guión, haber vivido múltiples vidas dentro de esta...
Lupina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
12 de abril de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La Nouvelle Vague siempre me teletransporta en el tiempo, y todo el aroma desprendido de cada plano de cada una de las películas de esta corriente logra sacarme, por instantes, de la trama para que me sienta un transeúnte más de la tan anárquica como clásica ciudad de París. Agnès Varda fue un genio, una pionera, una mujer que se abrió hueco el aquella corriente protagonizada por hombres que, cámara en mano y en un exquisito blanco y negro, se esmeró en retratar un París sin grandes clímax, de personajes sin grandes éxitos, a retratar la vida misma, sencilla y compleja, en films donde el mundo cabe en una cafetería.
Y la película en cuestión es eso: en paseos sin grandes aventuras, en taxis mundanos, en encuentros cotidianos, entre risas y conversaciones superfluas nada el pánico a la muerte, la brevedad de la vida como símbolo nuevo que aparece ante la espera de una prueba; en un piso escueto donde una tarotisa lee tus cartas cabe el terror de un condenado a muerte. Pero todo parece liviano, etéreo, ligero, porque la vida tiene ese absurdismo. Y, oh, le debemos tanto a la Nouvelle Vague, que lejos de los melodramas de Hollywood recargados de música dramática y rostros sobreactuados y estereotipos manidos nos trajo una mirilla hacia un mundo real, veraz, hermoso, cruel, cambiante.
El viaje de Cleo es tremendo, pero ligero; tiene miedo, pero es valiente; ama la vida, y por ello teme perderla; nada importa tanto, y todo importa demasiado.
El día más largo del año en todos los sentidos, el paso de la primavera al verano, de Géminis a Cáncer; el géminis de Cleo son sus dos caras en el espejo, la jovial e ingenua vestida de blanco entre cachorros de gato y la mujer madurada y más áspera que, vestida de negro y con rostro impávido, camina por París mirando los desasosegantes ojos de los transeúntes...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lupina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
30 de setiembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Julio Medem me parece un director bastante irregular. Pero he de destacar bajo mi opinión sus primeras películas. ¡Qué soplo de aire fresco y originalidad en el cine español! Esta película no es menos. Generación tras generación de personajes parece que el alma no cambia de abuelos a nietos, y creo que por ello Medem no cambia de actores, porque, ¿hemos cambiado de personaje? ¿O sólo de tiempo y circunstancias?
Nos ubicamos en un prado en mitad de España. Un prado verde y extenso cerca de un bosque mágico, lleno de misterios y de viajes en el tiempo ahí donde quieras verlos. Porque, donde pones la mirada, se dibuja el camino. Sea en América, en el ojo de una vaca o detrás del objetivo de una cámara. Y he ahí nuestros tres protagonistas, abuelo nieto e hijo que como un sólo personaje nos colocan la mirada más allá: más allá de España, más allá del árbol, más allá de la guerra. ¿Cobardía? Quizás. Eso me ha hecho plantearme al final. ¿O no querer morir, simplemente? ¿No tenemos derecho a vivir en otro plano? ¿A declarar que esta no es nuestra guerra?
Me fascina el subtexto de las competiciones con hacha, el ganador no sólo gana el concurso. Hay algo más allá. Una soberbia escondida, un mirar la vida desde otro punto, estar por encima en otro plano.
Para mí debate sobre todos estos temas, sobre la familia, la pasión, la guerra y la magia. ¿Qué más dan las guerras carlistas que la guerra civil? Es, en el fondo, la misma. Y Manuel es también el mismo.
Lupina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
22 de setiembre de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y es que Peter Pan no es sólo una película de animación para niños pequeños que sueñan con un mundo donde volar y que ofrezca la grata adrenalina de un pirata maquiavélico que les persigue por una isla de ensueño. Peter Pan es un viaje a un mundo a parte y una experiencia mágica que pocas películas más han sabido proporcionarme.
Hablemos del género: La película posee comedia, pues hace reír a carcajadas en numerosos momentos, sobre todo cuando Peter vacila a Garfio en la cueva; posee terror, pues es escalofriante cuando Wendy es condenada a saltar a una muerte segura a un mar donde le espera un cocodrilo o el instante en el que Trigidia casi muere ahogada en una oscura cueva; tiene acción, sino, véase la parte final; tiene drama, y del bueno, rebosando por cada esquina; tiene suspense, entre la segunda y la tercera y final parte de la película, cuando una bomba está a punto de estallar y nadie sabe cómo frenarlo ni si saldrán con vida; y, por último, rebosa género romántico por las esquinas, tanto entre Peter y Trigidia como Peter y Campanilla o Peter y Wendy (sí, Peter enamora a todas).
¿Alguien es capaz de decirme alguna película que tenga, a partes iguales, todos los géneros cinematográficos (o, al menos, los más importantes) tan equilibradamente como Peter Pan? Reto a ello.
Una película que me hizo crecer, me hizo soñar, me hizo crear un mundo más allá de este dentro de mi mente y mi corazón. No dejará de sorprender a lo adultos, y llenará la vida de los más pequeños de un dulce sentimiento olvidado en la edad adulta.
Lupina
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow