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España España · Palma (Mallorca)
Críticas de Miquel
Críticas 1.665
Críticas ordenadas por utilidad
9
21 de julio de 2009
90 de 103 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film clásico del cine español, realizado por Juan Antonio Bardem (Madrid, 1922-2002). El guión, del propio Bardem, desarrolla un argumento de Luis Fernando de Igoa. Se rueda entre el 29-IX-1954 y febrero de 1955, en escenarios exteriores naturales de Madrid y en los platós de los Estudios Chamartín (Madrid). Gana el premio de la crítica internacional (FIPRESCI) del Festival de Cannes. Producido por Manuel J. Goyanes (“Calle Mayor”, 1956) para Guión Films (Madrid), Suevia (Madrid) y Trionfal Cine (Roma), se proyecta por primera vez en público el 9-V-1955 (Festival Cannes).

La acción dramática tiene lugar en Madrid y alrededores, durante unas pocas semanas del invierno de 1955. María José de Castro (Bosé) y Juan Fernández Soler (Closas) son dos antiguos novios de juventud, que tras la Guerra Civil y la boda de ella con un rico industrial, Miguel de Castro (Toso), mantienen una relación amorosa continuada. Cuando una madrugada invernal regresan en el coche de ella, un SEAT 1400, de la posada donde han pasado la noche, en un cambio de rasante atropellan a un ciclista, un obrero metalúrgico, al que abandonan aún con vida, sin informar a la policía para evitar ser investigados. Él es soltero, vive con su madre, participó en la Guerra Civil como alférez provisional y consume su tiempo libre en fiestas, reuniones sociales, cenas de postín, etc. Es una persona superficial, sin rumbo, sin aspiraciones y sin ideales. Ella es interesada, fría, egoísta, codiciosa, elegante y atractiva.

El film desarrolla un potente drama, que suma el de María José, preocupada por su seguridad y por las amenazas de chantaje de un villano, Rafael Sandoval (Casaravilla), y el de Juan, poseído por los remordimientos y una gradual toma de conciencia de la realidad social del país. Con elementos sencillos y escuetos, el film mantiene un suspense sin fin, que va enrareciendo el ambiente y creando una atmósfera asfixiante, de opresión, amenaza y malos augurios.

El objetivo del film no es narrar, con solvencia y eficacia, un caso policial o de intriga criminal, como hace y hace muy bien, sino anunciar la proximidad de un cambio. La clase dominante, sostenida y amparada por el franquismo, minada por el egoísmo, la hipocresía, el culto a las apariencias y la doble moral, se va a ver en un futuro no lejano desbordada por la emergencia de una juventud nueva, generosa, solidaria y libre de prejuicios. La toma de conciencia de Juan se manifiesta en el sentido de constatar la inviabilidad de la mediocridad de los poderosos y la fuerza de los jóvenes, como su alumna Matilde Luque Sandoval (Corrà) y sus compañeros de Facultad. Pasados los años se comprende mejor que Bardem, en los años oscuros de la opresión totalitaria, los presos políticos, el aislamiento internacional, la pobreza, el subdesarrollo, la autarquía y la vida ciudadana bajo permanente vigilancia policial y política, conciba un sueño, que era el de muchos.

(Sigue sin “spoilers”)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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8
13 de febrero de 2010
88 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segunda entrega de la “trilogía alemana” de Luchino Visconti (1906-76). Es una de las obras de mayor renombre del autor, aunque no es la mejor. El guión, de Visconti y Nicola Badalucco, adapta libremente la novela “Der Tod in Venedig” (1912), del novelista alemán Thomas Mann (1875-1955), inspirada en la vida del compositor Gustav Mahler (1860-1911). Se rueda en escenarios naturales de Venecia (Plaza San Marcos, Teatro La Fenice, Lido...), en Bolzano y los Dolomitas y en los platós de Cinecittà Studios (Cinecittà, Roma). Nominado a un Oscar (vestuario), obtiene 4 premios Bafta y el premio especial del 25 aniversario del Festival de Cannes. Producido por Luchino Visconti para Alfa Cinematografica, se estrena el 1-III-1971 (RU).

La acción tiene lugar en Venecia, durante el verano de 1911. El compositor alemán, residente en Munich, Gustav von Aschenbach (Bogarde) se hospeda en el Hotel des Bains, del Lido de Venecia, al objeto de descansar, recuperarse de una crisis cardiaca y recomponer los ánimos tras el fracaso de su último concierto, recibido con abucheos por el público. Llega solo, extenuado y embargado por sentimientos de frustración debidos a la pérdida de la felicidad familiar, recuerdos de la hija pequeña fallecida y el rechazo de sus últimas composiciones de vanguardia. Sólo habla, escasa y esporádicamente, con el gerente del hotel (Valli), el jefe de recepción, un cantante callejero, un gondolero ilegal, el cajero de un banco y el barbero (Fabrizi). Queda fascinado de la belleza ambigua de Tadzio (Andrésen), un adolescente polaco, de unos 13 años, que se aloja en el mismo hotel con su madre (Mangano), sus tres hermanas y una institutriz. Con el chico intercambia miradas, pero nunca tienen una conversación.

El film suma drama, drama psicológico, enfermedad, vejez, fantasía y homosexualidad. El protagonista sufre en su interior una lucha abierta entre lo que le dicta la razón (junto a la costumbre de toda la vida) y los impulsos que recibe de sus apetitos y deseos. Decide no ceder al deseo y regresar de inmediato a Munich, pero unos imprevistos se lo impiden. A partir de este momento el film aborda una pausada reflexión sobre los conceptos de arte, belleza y vida. Lo hace por medio de unos diálogos interiores que el realizador explica con la ayuda de flashbacks.

El ambiente que envuelve el relato presenta un enrarecimiento progresivo de la mano de la presencia cada vez más próxima y determinante de la muerte. De ella hablan el reloj de arena, el indigente que se desploma en la calle, las imágenes de una Venecia envejecida por el paso del tiempo, la erosión y la humedad, la desinfección de las calles, el avance silencioso de la enfermedad, etc. En este marco, melancólico y sombrío, la película centra la atención en varias cuestiones capitales.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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9
4 de febrero de 2008
88 de 99 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film nº 8 de Billy Wilder, escrito por éste, C. Brackett y D.M. Marschman. Se rueda en exteriores de LA (Midtown, Hollywood y LA) y en Paramount Studios, con un presupuesto de 1,7 M dólares. Nominado a 11 Oscar, gana 3 (guión, música, dir. artística B/N). Producido por C. Brackett, se estrena el 4-VIII-1950 (EEUU).

La acción principal tiene lugar en LA, en 1949. El modesto guionista Joe Gillis (Holden), huyendo de unos acreedores, se refugia en una mansión abandonada, en la que vive Norma Desmond (Swanson), diva del cine mudo, a la que sirve su mayordomo Max (Erich von Stroheim).

El film es un drama con toques de melodrama y de cine negro. Es una obra mítica que cuenta con interpretaciones magistrales, diálogos memorables, personajes bien desarrollados y un guión magnífico. Suma acidez y sarcasmo, cinismo e ironía, amargura y humor. Hace uso de una estructura narrativa compleja, basada en un largo "flashback", a cargo de un narrador que es un personaje muerto, que comienza hablando en tercera persona para cambiar luego a primera. La narración visual incluye dos planos iniciales heterodoxos: "travelling" inverso (hacia atrás) de la via Sunset Boulevard y contrapicado de un cadáver en una piscina visto desde abajo (fondo piscina). La mayor parte de la acción tiene lugar en la mansión de Norma (en realidad la "Getty Mansion"), que adquiere importancia de protagonista. Es una antigua construcción, descuidada, lóbrega, decadente y siniestra, decorada de modo extravagante, propio de una casa de terror.

La preocupación de Wilder por crear una historia realista, le lleva a salpicar el metraje con referencias reales: visita a Cecil B. DeMille, en un plató real, durante el rodaje de una película real ("Sansón y Dalila", 1949). Construye una radiografía crítica, irónica, modaz y emotiva del mundo del cine, de la mano de la cual ofrece un retrato conmovedor de la soledad, la demencia, el temor al fracaso, los instintos de supervivencia y la grandeza del amor. Añade una descripción apasionada de la juventud y de la ilusión y alegría que la caracterizan. No faltan referencias gratas al realizador: coche de época (Isotta-Fraschini), cerilla, encendedor, juego de apariencias (Norma vive en el pasado). Abundan las citas cinéfilas: actores (Alan Ladd, Tyrone Power), actrices (Garbo, Stanwyck), películas ("Lo que el viento se llevó"), directores (Griffith...), cómicos mudos (Charlot, Keaton), ubicaciones ligadas al cine ("Sunset Boulevard"). Son escenas memorables la de la piscina, rodaje en Paramount Studios, partida de cartas, entierro del mono, la de la escalera y otras. Última colaboración de Bracket y Wilder.

La música, de Franz Vaxman, aporta 25 cortes y 3 temas principales: el de Norma (tango inspirado en la "Danza de los 7 velos", de R. Strauss), el de la mansión (sombrío) y el de Joe (ritmo de "bebop"). La fotografía, de John F. Seitz ("Perdición", 1944), ofrece composiciones opresivas, un magnífico dibujo y movimientos sorprendentes de cámara.
Miquel
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8
2 de agosto de 2008
85 de 93 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tercer western de los cuatro realizados por Clint Eastwood. Escrito por Michael Butler y Dennis Shryack ("Ruta suicida", Eastwood, 1977), presenta paralelismos con "Raíces profundas" (Stevens, 1953). Se rueda en exteriores de Columbia State Historic Park (CA), Railtown (CA) y Sawtooth National Recreation (Idaho) y en los platós de Warner Studios. Se presenta en el Festival de Cannes. Producido por Eastwood, se proyecta en público por primera vez en mayo de 1985 (Cannes).

La acción principal tiene lugar en Yuba City (CA), Carbon Canyon (CA) y alrededores, en 1850-59, antes de la Guerra Civil (1861-65). Los colonos buscadores de oro acampados en Carbon Canyon son intimidados por el malvado Coy LaHood (Dysart) que quiere que abandonen el lugar. Un pistolero apodado "Predicador" (Eastwood), llegado de fuera, apoyará a los colonos. El pistolero es un hombre maduro, austero, de pocas palabras y muchas habilidades, generoso y valiente, que oculta un pasado misterioso.

El film es un western clásico que recupera las esencias del género: lucha del bien contra el mal, exaltación de la amistad y lealtad, generosidad (el héroe no quiere nada a cambio de su intervención), peleas, tiroteos, duelos, ansias de venganza... Incorpora referencias que evocan westerns clásicos, como "Raíces profundas" (escena final) y "Solo ante el peligro" (calles desiertas a la hora del duelo) y otras que rinden homenaje a Segio Leone (héroe sin nombre, laconismo, ritmo pausado...). Como en otros films, el realizador incluye citas bíblicas (Apocalipsis) e imágenes de carácter religioso (alzacuellos). Hace uso frecuente de la técnica de planos paralelos.

La narración es estilizada, equilibrada, sobria y austera. La estética del film se enmarca dentro de los parámetros realistas y clasicistas del autor. Con todo, el protagonista se mueve entre la realidad y la fantasía. Entre la realidad de su tangibilidad y el misterio casi espectral que le rodea. Contribuyen a ello las heridas de bala, mortales de necesidad, que muestra su espalda, la afirmación de que murió tiempo atrás en boca de quien le conocía, la palidez de su piel y su delgadez cadavérica. ¿Es un ser vivo o un espectro? ¿Es un ser real o una sombra del masallá? ¿Es un ángel o un enviado del Averno?

La música, de Lennie Niehaus ("Mystic River", 2003), ofrece un tema principal ("Sarah's Theme") de gran lirismo, muy emotivo y romántico. Acompaña el duelo final con una melodía de percusión de aires estremecedores y fúnebres. La fotografía, de Bruce Surtees, en color, se apoya en la belleza y grandiosidad del paisaje, el colorismo de las luces filtradas de los árboles y una excelente labor de montaje. Los planos de interior están rodados con luces escasas (velas, candiles, fuego del hogar) en busca de contrastes de claroscuros vigorosos, de acusado clasicismo. De ese modo crea imágenes que imitan, con fervor no disimulado, la pintura culminante de Caravaggio y Rembrandt.
Miquel
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9
30 de diciembre de 2008
80 de 83 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje importante de Roberto Rossellini (1906-77) y primera entrega de su “trilogía de la guerra”. El guión, de Sergio Amidei, F. Fellini y R. Rossellini, desarrolla un argumento original de Sergio Amidei y Alberto Consiglio, inspirado libremente en hechos y personajes reales. Se rueda en escenarios naturales de Roma, a partir de enero de 1945, con un presupuesto muy limitado. Gana la Palma de oro, de Cannes (1946), y es nominado a un Oscar (guión original). Producido por Giuseppe Amato, Ferruccio De Martino, Rod E. Geiger y Roberto Rossellini para Excelsa Films y Minerva Films, se estrena el 27-IX-1945 (Italia).

La acción dramática tiene lugar en Roma durante la ocupación nazi de la ciudad: entre el 8-IX-1943 y el 4-VI-1944. Narra las historias de resistencia y lucha de Giuseppina “Pina” (Magnani), viuda temperalmental, madre de un hijo de 8 años (Marcello). Su historia se cruza con la del partisano comunista Giorgio Manfredi/Luigi Ferraris (Pagliero), miembro de la Junta Superior de la Resistencia romana; la del cura Pietro Pellegrini (Fabrizi), rector de San Clemente, parroquia de la barriada, que asiste a partisanos y desertores alemanes; y la de Francesco (Granjacquet), tipógrafo de una publicación clandestina, amante y novio de Pina. El verdadero protagonista del relato es el pueblo de Roma, representado por Pina, Giorgio, don Pietro, Francesco, Marcello, el sacristán, el brigada, los vecinos de Via Casilina, los niños, el niño cojo y todos los que sufren y luchan por la libertad.

El film suma drama y guerra (IIGM). Los personajes principales son imaginarios, aunque algunos están inspirados en personas reales. Pina, en Teresa Gullace, que estando embarazada murió a manos de los nazis. Giorgio/Luigi, en la figura del jefe partisano Celeste Negarvile. Don Pietro, en el cura Luigi Morosini, torturado y asesinado por los nazis a causa de su colaboración con la Resistencia. Roma, tras ser declarada ciudad abierta y desmilitarizada, fue ocupada por fuerzas del ejército nazi y permaneció sometida durante 9 meses, hasta su liberación.

La narración es espontánea, natural, cálida y sin artificios. Se filman personas reales en escenarios conocidos. Participan actores profesionales (los principales) y no profesionales (vecinos, niños...). El relato destila sinceridad, verismo y autenticidad. Rompe muchas de las convenciones narrativas al uso hasta entonces e impone cambios relevantes en la manera de mirar, explicar y narrar. A esta nueva manera de hacer cine la crítica la llamará “neorrealismo italiano”. La película que comentamos es una de las obras maestras del movimiento. Para muchos es una de las obras maestras del cine. En todo caso, es una gran película que eleva a Rossellini a la categoría de gran realizador.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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