El horror adquiere una nueva dimensión.
Podríamos obviar la ausencia de guión, o de ideas originales, o de realización en condiciones. También podríamos obviar el maniqueísmo obsceno, arma de doble filo con efecto boomerang, debido al bromista paso del tiempo. Y por qué no, podríamos obviar la violencia gratuíta, ya puestos. Pero el enfrentamiento final de un helicóptero con un tanque, vamos, es el broche de oro perfecto a tanta estulticia.

AVISO: Cualquier parecido con cine real es pura coincidencia.

Lo primero que he de decir es que yo, idénticamente a otra de las críticas, he subido un punto mi nota. Y es que, ciertamente, es una película con un humor tan particular (Douglas era así), que se tiene que entender a la perfección, o corres el riesgo de odiarla. Y también hay que indicar, como virtud, que transmite íntegramente el espíritu de los libros, mérito no tan obvio, aunque en el guión participe el propio autor Douglas Adams. No es la primera vez que una película, aún siendo guionada por el autor, se parece como un huevo a una castaña. En este caso tenemos un compendio (no exacto) de los cinco libros que componen la saga, y que en realidad son una especie de spin off (o como se diga) de ellos, porque no acaban igual.
Sobre la película, decir que es deliciosamente divertida, con momentos realmente hilarantes, y otros simplemente desternillantes. La historia casi que es lo de menos, pero se disfruta desde el principio al fin.

Las modas, ¡ay, las modas! Esta película es un claro ejemplo, y resume bastante bien, lo que está fallando en cierto feminismo. Cierto feminismo que, desgraciadamente, se ha hecho con el mando, a pesar de las propias mujeres.
Veamos, hacer un repaso histórico al feminismo es una idea excelente. Reducirlo a cuatro o cinco mujeres (y un hombre, por si acaso), no. Empezar con el típico ejemplo de juicio por violación sería una idea fantástica, si no se redujese a: hombre culpable, da igual cuándo leas esto. Como simplificación podría tener cierta utilidad y justificación, pero es que el feminismo que se ha impuesto en las instituciones es básicamente una simplificación tal y como la película la muestra. No hay matices, los personajes masculinos son básicamente tiranos (no machistas, he aquí el matiz) y unos ególatras de cuidado. Eso sin contar lo tóxicos, idiotas, e inextricablemente malvados que por naturaleza son.
Y lo mejor de todo, una vez los presentan así, las feministas de turno no entienden por qué muchas personas, hombres y mujeres, no compran su discurso, si "no va en contra de nadie". Te llamo violador, pero "es que los hombre sois así", no puedes ofenderte, en qué cabeza cabe.

Vivimos tiempos duros. Ya no se trata de poner la venda antes de tener la herida. Es que no puedes mencionar la herida.
Esta serie, perfectamente definida en otra crítica, es una gamberrada. Solo ver los créditos iniciales, la coreografía bollywoodiense que se cascan los actores, ya paga la entrada. Sí, los personajes son parodias de sí mismos. Y, este es el quid de la cuestión, la razón por la que la valoro tanto. No solo el varón blanco hetero, es que todos los demás también son parodias causticas de sus propios roles. La mujer empoderada, es un negativo de un machirulo chulesco. La mujer afroamericana (AKA negrita) es una ser tan empático que resulta ridículo en sus acciones. Quiere ser una chica de acción, pero son los demás los que le tienen que sacar las castañas del fuego cuando hay peligro. Incidentalmente, su pareja es una mujer... pero tienen dos perros que encarnan la ridiculez del estereotipo de mujer sola. Y así con todos, empezando por el pacificador, racista sin saber muy bien qué quiere decir eso, homófobo, pero sin rechazar a la compañera que lo es, etc.
La sintonización de esta serie es la de humor, grueso si se quiere, pero humor sin paliativos. Y lo que hace unas décadas sería una serie del montón, ahora se ha convertido en una rara avis, y aire fresco para respirar algo de libertad.
Por cierto, un tema recurrente en las series últimamente es que no las cancelan pero tardan años en sacar las temporadas... Con lo que ya no recuerdas ni de qué iba. Curioso.

Que una película tenga una escena inolvidable, es frecuente. Que tenda dos o tres suele ser raro, y normalmente ya hace que sea una obra maestra. Pero que prácticamente toda la película sea una sucesión de secuencias inolvidables, eso es tan excepcional que te deja sin palabras. Esto es un milagro, sin necesidad de poderes sobrenaturales.