Ha sido nominada a mejor canción original... Ni siquiera ganó. Robert de Niro, el gran e inconmensurable actor, parece ensombrecer una brillante carrera, decidiendo interpretar en su vejez, mierderíos.

Aceptar el paso del tiempo, y que uno se hace mayor, cuando se ha sido lo que él representa... es duro, pero ahí se encuentra la grandeza de alguien inteligente, para situarse en el lugar que le corresponde como secundario, no queriendo encabezar reparto, cuando lo que te ofrecen es lastimoso.

Cuenta una historia entre drama y comedia (igualito que rellenar con chorizo el roscón de Reyes) parece que es divertida, pero se atasca en cuestiones pueriles, algunas mas divertidas que otras, pero en conjunto no logra aprobar. De no tener nada que hacer, y tropezar con ella, dale una oportunidad, sin esperanza de una gran diversión.

Esta es de 2.009, pero si queréis avergonzaros, ver El Becario... Si, de verdad... protagoniza un becario, lo prometo. Dejo el enlace de filmaffinity por si alguien duda de mi...
https://www.filmaffinity.com/es/film715048.html

Con este nuevo orden mundial de los ofendiditos... debo aclarar que el título que encabeza mi comentario está sacado de la propia película. No vaya a ser que alguien piense que emborracho a mis criaturas con vino... aunque este sea de calidad y la fiscalía del menor actúe de oficio... En fin.

Creo que me he alargado en exceso en mi comentario... algo que evito, porque, yo solo leo y valor las críticas escuetas.

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Sumida en la obviedad mas evidente, es tan pretendidamente profunda, que cuando la analizas, te das cuenta que no dice nada y entretiene aún menos.

Contiene multitud de reflexiones muy reflexivas, siempre dentro de la reflexión, para hacer reflexionar a la gente, apoyadas por esa dimensión sobredimensionada de la estupidez mas "trascendente".

Es como un telefilm que desea mostrarse relevante y sustancial, para públicos fácilmente impresionables, con ínfulas "intelectualoides", a quienes la búsqueda de una identidad de cartón piedra, se afianza a través de frases metafísicas de enorme simpleza y necedad... Dejo una muestra en spoiler.
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Nunca se filmó tanto cine como en los últimos años, y jamás tuvo tan escasa calidad. Me sorprendió Julie Andrews, en el papel de hada, con una cuidada imagen y apariencia mas joven a sus 75 años.

La trama es tan absurda como su realización, mientras la veía de madrugada en un canal de televisión, pensaba en la vergüenza ajena, eso que surge cuando, a lo que te enfrentas, te perturba considerando si hubiese sido uno mismo quien la hubiera realizado y otros la viesen.

Me producen una mezcla entre hastío y pena, esas positividades ajenas e impuestas, de las que se rodean películas como ROMPEDIENTES.



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Desde un planteamiento visceral, errático y compulsivo, se nos presenta esta película australiana, donde se narran las aventuras de Ned Kelly, el más famoso bandolero australiano, que unido a su banda, se convirtió en un héroe popular por su continuo enfrentamiento y desafío a las autoridades.

Debes permitir que te arrastre, sin analizarla, pues posee cada uno de los elementos necesarios para desconfigurar tu cabeza al ofrecer otra visión muy diferente en el enfoque de la narración.

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Con marcado acento de la época, espléndida banda sonora, y todo lo que se vivía en la década de los ochenta, relata la subida de un modesto chico de campo, Michael J. Fox, que viaja a Nueva York en busca de oportunidades que se vuelven esquivas; pronto termina descubriendo que no se hallaban donde esperaba.

Resulta entretenida, sin caer en la gracieta superflua y fácil, al mezclar comedia ligera con las especias de un tranquilo drama sobre brokers. Sirve para pasar el rato, que en estos tiempos de escasez parece todo un descubrimiento, aunque hayan transcurrido desde su estreno, 34 años.