Hago crítica de ella porque es un cine que siempre me ha parecido enfermizo. Los esquemas son siempre los mismos y las escenas parecen clones desde que se reunen en familia; como si no pudieran abandonar los reproches que se hacen, al margen de la causa que los trae al presente.

Existen dos ¿Géneros? en el cine que no comprendo, y de los que siempre intento alejarme, aunque en ocasiones debo admitir que me flagelo viendo esas películas para reafirmar mi postura.
Un de esos géneros es "El padre de la novia, con su cuñado y la madre..." No se puede contar menos en una comedia y resultar más aburrida. Y otro de esos supuestos géneros es al que pertenece esta película de Xavier Dolan: La reunión familiar por muerte, o cualquier causa, donde aparecen todos esos personajes esquemáticos, construidos de un solo trazo que se enfrentan y reprochan... mientras tú piensas: ¿Qué me están contando, si es lo mismo que viven la mayoría de las familias en Navidad, cuando surgen todas esas reuniones, que terminan vaciando odios enquistados?

Nos encontramos en "Solo el fin del mundo", una carga de profundidad por el drama que guarda el personaje central, mientras a su alrededor ve desfilar esas miserias que le rodean, y de las que en ocasiones resulta complicado huir.
Está bien realizada, siguiendo el esquema de estos trabajos, para mí siempre poco estimulantes.
¿Nos reconocemos?

Tom Cruise, antes de la media hora habría podido morir varias veces. Pero si muere el ·"prota" ¿que íbamos a hacer?
Satos, cabriolas, lanzamientos de persona humana de un vehículo a otro, desde una moto, disparando mientras se sujeta al limpiaparabrisas. Cameron Díaz conduciendo sin ver...

Las escenas de acción son fabulosas. Un auténtico despropósito que es lo que esperas en este tipo de trabajos de entretenimiento básico.

Ahora, el resultado es tan increíble como los gigantes y cabezudos de los San Fermines de Sevilla.

No podemos enfadarnos. Todo es mentira. A disfrutar sin pensar, que como continuemos así, llegará un día que nos hagan un electroencefalograma cuyo resultado será el mismo que si se lo hiciesen a un bote de detergente en gel.

Hace años, tuve oportunidad de cultivar amistad con una chica americana... Una mujer joven, resuelta; importante ejecutiva de una empresa muy conocida en España. Con relativa frecuencia manteníamos conversaciones de mayor o menor trascendencia.
En una ocasión le pregunté la razón por la que en su mayoría los americanos, no apoyan a un candidato que mantiene una relación al margen de su matrimonio, si se descubre.
-Es posible -Respondió- que quien no es capaz de manejar su vida personal, poco pueda hacer por la de su país.

Quizá no es una respuesta que a todos convenza, pero creo que refleja el sentir de esa américa ideal, y a la vez un poco idealista, que conocemos.

"El Candidato" rige y opera rodeando unos márgenes en conflicto entre lo correcto, lo adecuado y lo conveniente... Alejando la propia necesidad al enfrentarse a un sentimiento de lealtad, más que fidelidad.
La sensación que percibí desde su inicio fue el rescate de un estilo muy de los años setenta, tanto en los encuadres de cámara, composición, diálogos... y por supuesto el atrezo; una ambientación esmerada para contar una historia ¿Sucia?

Hugh Jackman, cuidando con solvencia su trabajo, pese a la endeble trama, ofrece el ajustado perfil de quien parecía el perfecto candidato: Gary Hart.

Los protagonistas se ofrecen cobijados por unas vivencias de referencia, de las que apenas logran escapar. Es la locura, llevada al límite, lo que distingue esta, de otras novelas de Stephen King.

Se sumerge en los laberintos de la esencia humana, áspera, cruel y demoledora.
Un relevante trabajo de trascendencia emocional, que remolca ese otro lado que todos guardamos y del cual, solo en contadas ocasiones, hacemos partícipe a otro.

Sobresaliente David Koepp, su director y destacada participación tanto de Johnny Depp como John Turturro.

Me ha gustado, es fresca y refrescante, cálida y caliente, en esa justa medida para no quemar. Tal vez solo podríamos acusarla de integrarse en una potente estética muy gay... Pero claro, es una película gay.

Protagonistas bien perfilados, y con el metraje justo. De haberse alargado con escenas de relleno, hubiera perdido gran parte de su atractivo.

No conozco a ninguno de los actores que han participado. Tampoco recuerdo haberlos visto en otras producciones... Eso creo.