Sorpresa mayúscula, película con factura no sólo de cine de entretenimiento, sino de trasfondo político complejo en el que toca temas diversos con acierto.
Técnicamente muy buena, destacando dirección, ritmo, reparto y guión. Como punto débil, un prota que se queda muy corto dado el nivel del elenco secundario que le acompaña. Hago una mención expresa a la dirección, pues maneja de manera magistral los personajes de reparto, lo que da a toda la peli una atmósfera de obra mayor inusual en el cine actual.

Solo por entretenida ya vale, pero encima la prota se sale en un registro de comedia de altos vuelos, el guión y ritmo están cronometrados, no sobra ni falta nada, el reparto cumple y el director sabe lo que hace todo el tiempo (algo casi increíble, lo sé), por lo que hago esta reseña para darle el valor que creo tiene esta comedia negra de crítica ácida de la piijería universitaria yanqui de papá.

Esta peli la encuadro dentro de la tendencia superhéroes de moralina judeo puritana, en línea con los insoportablemente moralmente saturados de Nolan con batman, herederos de la influencia del comic de los últimos 20 años. (de las otras dos tendencias, la originaria sesentera animosa y épica con Rami y la setentera desilusionada y ambigua con Singer, no entro.) Al lío. Producción triste, entretiene gracias a una dirección que saca petróleo a los personajes y el casi inexistente guión, así como a una producción inusualmente rácana para lo que se estila. Nada más destacable, me temo.

Producto de consumo holly digno sin pretensiones. Vamos allá.Técnicamente perfecta, ritmo bien guión bien, dirección buena, fotografía buena, efectos bien. Damon, magistral, sigue en línea de convertirse en legenda (a la que pille un papelito de verdad, lo peta) Lo mejor, entretenida pese al metraje y lo peor, su descaro como producto comercial, como de decirte "esto es lo que hay, si no te gusta, sácate la cole de Bergman en VHS, gafapasta" La verdad, en mi opinión, entre Armaggedon y 2001 hay una gama de grises en que moverse, vamos, digo yo.

Producto marca Howard, artesano sencillo pero de eficacia probada y con dosis de talento que añaden un plus a su cine cuando le dejan y no le presionan por lo comercial o por el oscar de prestigio de turno de las productoras de hollyw. Actores espléndidos, ritmo perfecto, fotografía buena, dirección un pelín segurola, pero buena, todo bien, sólo se echa en falta un riesgo narrativo mayor de la dir. y ese poso en el retrato de personajes de los grandes guiones de antaño.