Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Dexter Bernaldez
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Críticas 40
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
4
25 de abril de 2007
13 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya nos ha quedado claro a todos lo buen director que es usted, la desenvoltura que emplea en el manejo del cinematógrafo, su absoluto dominio de la puesta en escena, su casi infinita imaginación cromática, sus acertadas elecciones de cásting, su… no, no se moleste en limpiarse las gafas. Ha leído bien; en ningún momento he mencionado la palabra “guión”, esqueleto y razón de ser para cualquier película que se precie. Y las Wuxias (cintas de chinos que vuelan y que reparten más hostias que un cura) con las que tiene la amabilidad de deleitarnos cada pocas temporadas, no son ninguna excepción.

Para que nos entendamos, probaré con un símil puramente gafapastero (desde aquí mis mayores respetos a aquellos gafapasteros que se sientan ofendidos por las siguientes burradas; habéis de comprender que no me salen de manera natural): si "Hero" terminaba por convertirse en un elogio a las dictaduras en general y al comunismo en particular, y "La casa de las dagas voladoras" en una reivindicación de las minorías, entonces, "La maldición de la flor dorada" sería una representación absolutamente fidedigna de la anarquía, en el sentido más amplio del término. Resulta no ya tedioso, sino inútil, intentar desenmarañar la madeja de traiciones, rencillas y engaños que atormentan a la familia real (aunque lo de “real” en este caso sea una antítesis; pocas veces he visto personajes tan planos y artificiales). Más allá de algún que otro detalle curioso, homenaje a "Oldboy" incluido, las continuas referencias a "Pasión de gavilanes" sobran.

Respecto a las escenas de pura acción, brillantes, aunque se cuentan con los dedos de una mano. El problema, quizá, no sea tanto la escasez, como que entre pelea y pelea sólo ocurren chorradas carentes del menor interés. Hay una secuencia multitudinaria muy currada, pero que apenas transmite mínima emoción. Como tantas veces antes en Hollywood, a "La maldición de la flor dorada" le falta corazón y le sobra presupuesto. Su ambición máxima no es conquistar al respetable, sino romper la taquilla. El cine oriental, por mucho que nos duela, tampoco está libre de pecado.
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
25 de abril de 2007
93 de 147 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el estreno, esta película me olió a chamusquina, y no sólo porque generalmente aborrezca el género romántico, o porque esté dirigida por un director de segunda fila como Nick Cassavetes (que de lo único que puede presumir es de apellido ilustre), sino por su halo de cinta de culto para quinceañeras. Ante tan risible honor, uno se pregunta si esa fama responde a verdadera calidad cinematográfica o si, por el contrario, vuelve a tratarse del timo de la estampita.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
5 de marzo de 2007
248 de 386 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mayo de 2004. Cuatro amigos se reúnen a la entrada de un multi-cines y piden sendas entradas para ver la película "Troya". Se trata de los cineastas Wong Kar-Wai, Kim Ki-Duk, David Lynch y Vincent Gallo. Les acompaña el fantasma de Homero, con la ventaja añadida de que este último no tiene que pagar entrada. Los 4 ocupan sus correspondientes asientos, dando comienzo la proyección. A los pocos minutos, empiezan a oírse en el fondo de la sala numerosos silbidos y abucheos. Pasamos a reproducir un extracto de la conversación:

- Wong Kar-Wai: ¡Dios mío, que película más horrorosa! ¿Quién es capaz de cometer semejantes atrocidades?
- Vincent Gallo: El director se llama Wolfgang Petersen, alemán. No debería extrañarnos; los europeos son como animales.
- David Lynch: ¿Y os habéis fijado que manera de desaprovechar el atrezzo de la época helénica? Si la hubiera dirigido yo, habría incluido muchos más cortinajes, cortinas por todas partes, rojas, verdes y azules. De un suave y sedoso terciopelo azul...
- Homero: Pero en mi época todavía no se había inventado el terciopelo.
- David Lynch: Ya, bueno, pero a nadie le hace daño una pequeña "licencia artística".
- Homero: Oh, no. ¡¡¡Por todos los dioses del Olimpo!!!
- Lynch, Ki-Duk, Kar-Wai y Gallo a la vez: ¿Qué pasa?
- Homero: ¡Han modificado mi personaje de Patroclo! ¡De amante, ha pasado a ser el primo de Aquiles! ¡¡¡Blasfemia!!!
- Kim Ki-Duk: Es una vergüenza.
-Vincent Gallo: Estos de Hollywood nunca aprenderán. Y pensar que ahora mismo podría estar en casita viendo alguna de Woody Allen... "La rosa púrpura del Cairo", por ejemplo. Eso sí que es una película.
- Wong Kar-Wai: Totalmente de acuerdo.
- David Lynch: Y yo.
- Kim Ki-Duk: Y yo.

En ese momento, aparece un primer plano del rostro de Aquiles mirando hacia la cámara. El guerrero griego, ni corto ni perezoso, se avalanza furiosamente contra ella, atraviesa la pantalla, cruza la sala como un rayo y, a una velocidad indetectable para el ojo humano, decapita con su espada a Lynch, Kar-Wai, Ki-Duk y Gallo. La matanza es perpetrada entre aplausos del público, agradecido por haberse librado de semejantes pelmazos. Homero huye despavorido hacia la biblioteca que nunca debió abandonar...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
1 de marzo de 2007
35 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
A D.J. Caruso hay que reconocerle su habilidad como ilustrador, como especialista en collage cinematográfico, aunque una gran cantidad de partes que lo compongan sean material ajeno. En poco más de hora y media, consigue revisar, cortar, pegar y, finalmente, trivializar la filmografía del maestro británico. Tenemos a una madre desconsolada, pero que, en el fondo, resulta una chiflada posesiva y dominante (¿recordáis a la señora Bates?); a un treinteañero de aspecto frágil y desamparado (Norman, ¿eres tú?); a un puñado de polis a cuál más tópico; a una investigadora federal frustrada sexual y sentimentalmente (la sombra de Marnie es alargada); etc... Incluso, en una de las escenas clave del film, vemos a esta investigadora bajar las escaleras al más puro estilo "Vértigo". Por no hablar del tren "hitchcockiano" que el asesino utiliza como medio de fuga. Y así, hasta el infinito.

No obstante, el director al menos tiene la decencia de tapar pequeños cabos sueltos con otras influencias del cine reciente, desde "Seven", "El dragón rojo" hasta... ¡vaya! la ilustre "Vestida para matar" (absolutamente descarada la escena del ascensor). El pobre todavía no se ha enterado de que Brian De Palma se hizo famoso, precisamente, mimetizando a Hitch. De todas maneras, es poco lo que se puede pedir a directores-mercenarios como Caruso. Más graves resultan la penosa interpretación de Olivier Martínez como poli malote, la (acostumbrada) sobreactuación de Hawke o la (también acostumbrada, por desgracia) inexpresividad de "Morritos" Jolie. Kiefer Sutherland y Tcheky Karyo, simplemente, pasaban por allí.

Lo más inspirado, desde mi punto de vista, se encuentra en el prólogo y en el epílogo. Lástima que entre medias el guionista se dejara en casa las neuronas. Un consejo a Gena Rowlands y Phillip Glass: no malgastéis vuestro talento en productos de medio pelo.
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
9 de febrero de 2007
35 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parecía difícil que Antoine Fuqua fuera capaz de hacer cosas peores que "El Rey Bartolo" (perdón, Arturo), pero este colega se ha superado a sí mismo.

Enésima producción que ensalza los valores del ejército yankee (al más puro estilo ONG), LAGRIMAS DEL SOL es un cúmulo de despropósitos en que no se salva ni el tato. Bruce Willis realiza su interpretación más pétrea hasta la fecha, sin cambiar de expresión en toda la puñetera película. Monica Bellucci hace lo que mejor sabe hacer; dar grititos ridículos y lucir morritos carnosos. Ni siquiera se desnuda, pero, eso sí, suda como nunca la camiseta. ¡Que gran actuación! ¡Que chica más concienciada!

Por supuesto, como en casi todas las películas de Fuqua, el guión brilla por su ausencia. Aquí, se trata de una mera excusa para escenificar tiroteos, evacuaciones y rostros de pobres y desamparados refugiados. Pero lo peor es que, en las dos, ¡dos! únicas secuencias bélicas que se nos muestran, no hay intensidad ni espectacularidad algunas. "Reglas de compromiso" y "Cuando éramos soldados", aunque resultaban igual de maniqueas, al menos contaban con escenas trepidantes. No digamos ya maravillas tipo "Depredador".

En fin, si algo he sacado en limpio, es que no puedes pedirle peras al olmo. ¿Verdad, señor Fuqua?
Dexter Bernaldez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 7 8 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow