Llevaba tiempo llorando por los rincones y quejándome de que el cine estaba, como todo, en decadencia. De pronto me siento ante una pantalla y alguien me cuenta la historia de una chica que sufre una metamorfosis que le hace dejar atrás la inocencia, y esto articulado sobre el tema del aprendizaje de la danza. "Dirty dancing"? No, aquellos eran jóvenes rebeldes disfrutando de un baile lleno de erotismo y morbo en un antro. Esto es unas bailarinas con tutú ensayando "El lago de los cisnes". Qué pastelón, no? Bueno, se me olvidó decir que dirige Aronofsky e interpreta Portman. Aaaah! Ahora es "Dirty dancing" la que parece "El lago de los cisnes".

El tema es interesantísimo, pero está desaprovechado. Tanta cara bonita me recordó más a teleseries como "Sheena, la princesa guerrera" o "Hércules" más que a grandes superproducciones como "Espartaco" o "Quo vadis".

No había visto una película española tan buena desde Los lunes al sol, y en algunos aspectos ésta es mejor. El guión y la dirección de Daniel Monzón sobresalientes. Las interpretaciones excelentes. A destacar por supuesto Luis Tosar pero también Vicente Romero, que ya resaltó sobre el resto del reparto en Padre Coraje.
No he puntuado la película con un 10 por dos motivos: la interpretación de Alberto Ammann no está a la altura y el guión cojea en los diálogos del funcionario y su mujer, que son simplones y poco creíbles.

Sus virtudes: la creación de ese mundo en 3D y el mensaje antiimperialista y de respeto por la naturaleza (curioso que salga de los EE.UU.). Los defectos: personajes planos y guión repleto de lugares comunes que describo en el spoiler. Además a James Horner parece que se le ha agotado la imaginación. La banda sonora en los momentos de amor recuerda a Titanic y en los de guerra es un calco de Troya. Una pena, porque la película merecía una música original.

En cualquier caso, son tan poderosas las virtudes que mi puntuación es de un 8. Cameron, queremos más Avatar y menos Titanic.

Creo que por parte del público español se ha sido excesivamente benévolo con esta película. Yo siendo benévolo sólo puedo darle un 4. Cuando voy al cine espero ver una película que me proponga algo distinto. Para ver más de lo mismo prefiero quedarme en casa y ponerme una vez más Psicosis, El exorcista, El resplandor o Los otros. En esta ocasión tendría que haberlo hecho. El Orfanato está lleno de lugares comunes: puertas que chirrían y se abren solas, la casa antigua, la muñeca vieja, los ruidos en el piso superior, el niño que habla con espíritus... Paro aquí porque si voy uno por uno cuento toda la película. Simplemente se salva Belén Rueda, que hace un trabajo correcto.