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Críticas de Cinemagavia
Críticas 4.069
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
9 de mayo de 2024
11 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Una inmersión profunda en el pasado

Nina, dirigida por Andrea Jaurrieta, nos sumerge en la historia de Nina, una mujer que decide regresar al pueblo costero donde creció con una única intención: vengarse de Pedro, un escritor famoso al que el pueblo ahora rinde homenaje. Sin embargo, su viaje despierta recuerdos del pasado y la confronta con la posibilidad de que la venganza no sea la única salida. La película nos lleva a través de un viaje emocionalmente turbulento, explorando temas de dolor, perdón y redención en un entorno cargado de secretos y resentimientos.

*Actuación magistral de Patricia López Arnaiz

El punto más destacado de Nina es, sin duda, la actuación sobresaliente de Patricia López Arnaiz en el papel principal. Arnaiz cautiva al espectador con su interpretación visceral y emocionalmente intensa de Nina. Su habilidad para transmitir las complejidades emocionales del personaje es verdaderamente notable, convirtiendo a Nina en un ser profundamente humano y conmovedor. Cada mirada, cada gesto de Arnaiz está imbuido de una autenticidad que cautiva y conmueve, elevando la película a nuevas alturas emocionales.

*Una propuesta narrativa original y atractiva

La trama de Nina presenta una premisa intrigante: una mujer en busca de venganza en un entorno rural y aislado. Sin embargo, lo que realmente hace que la película destaque es su enfoque narrativo único y atractivo. Andrea Jaurrieta combina elementos de thriller psicológico y western moderno para crear una experiencia cinematográfica que es a la vez emocionante y reflexiva. La tensión aumenta gradualmente a medida que la historia se desarrolla, manteniendo al espectador completamente absorbido en el drama y la intriga.

*Un despliegue visual impresionante

La cinematografía de Nina es simplemente impresionante. Cada fotograma está cuidadosamente compuesto para resaltar la belleza y la brutalidad del paisaje costero. Los tonos oscuros y sombríos crean una atmósfera de tensión y misterio que se suma a la narrativa emocionalmente cargada de la película. Los planos amplios y las tomas íntimas nos sumergen por completo en el mundo de Nina, permitiéndonos experimentar cada momento junto a ella de manera visceral y poderosa.

*Conclusión

En última instancia, Nina es mucho más que una historia de venganza. Es una reflexión profunda sobre el dolor, el perdón y la redención. A través del viaje de Nina, la película nos invita a examinar nuestras propias heridas emocionales y a considerar la posibilidad de dejar ir el pasado para abrazar un futuro más luminoso. Es una obra cinematográfica poderosa y conmovedora que dejará una impresión duradera en todos los que la experimenten.

Escrito por Pablo Veiga Carpintero
Cinemagavia
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8
9 de mayo de 2024
90 de 123 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Un enfoque distinto

Ya lo dijo en su momento el propio Wes Ball, director de El Reino del Planeta de los Simios, que se priorizaría en todo momento trabajar bien en el guion y el resto de aspectos importantes de la producción. Más que nada por ser una de las grandes marcas de la propiedad. Los grandes resultados requieren de paciencia, y tenía toda la razón. Esta primera película del nuevo comienzo es prueba de ello, que lo bueno ha de cocerse a fuego lento. Es la experiencia de los últimos años, sobre todo lo hemos visto en Marvel y sus agotadas fases, que correr no sirve para más que desperdiciar recursos, tiempo y enormes cantidades de dinero.

Es decir, que el presupuesto no es lo más relevante, incluso aunque estemos hablando de una apuesta tan requerida de efectos especiales. Este es el enfoque distinto del plan renovación de la franquicia, y parece que ha ido bien. Es obvio que debe juntar grandes dosis de acción y un apartado visual lo más pulido posible, e incluso hay ciertos aspectos de serie con los que uno puede tragar, como el asunto de la extensión. ¡Cuándo dejarán de producir películas de más de dos horas!

Respecto al primer pilar, cumple con creces en los momentos propicios, con luchas y combates que enriquecen la eterna guerra por la dominación de la tierra. Si hablamos de los exteriores, los efectos especiales y todo lo que va en este sentido, es imposible no quedarse boquiabierto. Incluso diría que la sensacional recreación post-apocalíptica de este mundo alternativo solventa en gran medida el inconveniente de estar mirando a la pantalla 145 minutos de tu vida. ¡Demasiado tiempo! Casi tres horas nada menos, aunque he de romper una lanza a su favor diciendo que es un tiempo bien invertido. Cansa, porque física y psicológicamente es inevitable, pero literalmente te pierdes, en el buen sentido, maravillado con lo que ves, entre acero oxidado, caballos y flora en abundancia.

*La historia en el centro

Es decir, lo menos importante de todo lo relevante de El Reino del Planeta de los Simios está asegurado. El objetivo, y sigo con lo de Wes Ball, siempre fue dar peso a la historia, a lo que verdaderamente trasciende. Sí, estamos hablando de un relato contado cientos de veces, que además se incluye en un conjunto inverosímil como es la guerra por la supervivencia entre la especie humana y su pseudocreación peluda. Pero es crucial dotar a la ficción de poso, al menos de vez en cuando, es posible. Los guionistas de esta nueva entrega lo han hecho muy convincentemente. Tanto que el mismo César, auténtico corazón de esta movida, estaría contento con su legado.

Estamos ante una narración de digno recorrido, y por ende gran potencial para seguir desarrollando. ¡Tiene alma! Y qué difícil es verlo en este tipo de géneros. La corteza es la misma, una metáfora incesante sobre sangre, poder y sometimiento a lo diferente, esa lección que ya recibimos y tristemente sigue afectándonos en 2024. Claro, somos humanos y no aprendemos del todo. Personas y simios representan lo mismo, ambas caras de la misma moneda, para lo bueno y para lo malo.

Y en esta travesía a dos y cuatro patas, entre vuelos de águila y escaladas de montañas, se transpira también lo peor de lo peor, la parte más oscura, la que refiere a la corrupción, la ambición desmedida y los planes endiosados. Ahora, la contraparte que llena el espíritu aparece con más fuerza. Porque siempre es así, con un tamaño más reducido, casi rebuscándolo, pero irrumpiendo para cambiarlo todo. También vemos una historia sobre familia, sentido de pertenencia y lazos inquebrantables, se respira mucho sacrificio, perdón y reconciliación, y hay compasión a raudales.

Y esto es posible porque se ha pensado muy bien a la hora de escribir las páginas que determinarían esos 145 minutos de película. No solo se alegra uno de ver que la historia está muy bien conectada con la trilogía de César, con los valores que conlleva, sino que continúa a paso firme, seis años después, y los que quedan. Más que nada porque los personajes están muy bien definidos y desarrollados, y terminan cautivándote para hacerte uno más del clan. ¡Hay futuro amigos! Los simios nos lo prometen.

*Conclusión

Ya no hay Andy Serkis ni César, nos situamos 300 años más tarde y sus cenizas han dado paso a la leyenda. ¿Cómo será interpretada por los futuros simios y humanos? Solo has de reservar butaca para comprobarlo y de paso pasarlo muy bien. Una gran película para cualquier amante del cine. Imprescindible para los seguidores de la franquicia. El Reino del Planeta de los Simios será un éxito rotundo.

Escrito por Gabriel Sales
Cinemagavia
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7
8 de mayo de 2024
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*Un retrato encantador de pasión y resiliencia en Atacama

En La Contadora de Películas, dirigida por Lone Scherfig, somos transportados a los años 60 en el árido paisaje de Atacama, Chile, donde María Magnolia y su hija comparten una conexión única a través del arte y el cine. La dirección de Scherfig, aunque sólida, no se aventura en territorios desconocidos, optando por una narrativa segura pero efectiva para esta historia conmovedora.

*Actuaciones que dan vida a los personajes

El verdadero brillo de La Contadora de Películas reside en su elenco, con destacadas actuaciones de Bérénice Bejo y Antonio de la Torre. Bejo personifica a María Magnolia con calidez y determinación, mientras que De la Torre agrega profundidad al retratar a un miembro clave de la comunidad. Estas interpretaciones memorables añaden capas de autenticidad y emoción a la trama.

*Un Guion que encarna el poder de la narración

El guion es el corazón de La Contadora de Películas, sirviendo como una carta de amor al poder de la narración y el cine como medio de unión. La trama, basada en esta premisa, se mantiene gracias a la fuerza del guion, que resalta la importancia de contar historias como una forma de conectar a las personas.

*Cinematografía impresionante que captura la esencia del desierto

En términos técnicos, la cinematografía destaca por su belleza y capacidad para capturar tanto la aspereza del desierto de Atacama como la calidez de la comunidad. Esta impresionante cinematografía añade una dimensión visual a la historia, sumergiendo al espectador en el entorno y la atmósfera del pueblo.

*Conclusión

En resumen, La Contadora de Películas es un recordatorio del poder del cine para unir a las personas y brindar alegría, incluso en medio de circunstancias difíciles. Aunque no rompe barreras en términos de innovación, destaca por su sólido guion, excelentes actuaciones y hermosa cinematografía. Es una historia que te hará sonreír y recordar la importancia de la narración en nuestras vidas.

Escrito por Pablo Veiga Carpintero
Cinemagavia
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O auto das ánimas
Documental
España2023
6,2
33
Documental
7
8 de mayo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
*Documental de reflexión autobiográfica

El primer largometraje del director gallego Pablo Lago está rodado en la zona rural costera de la provincia de Pontevedra, desarrollando un guion de la productora Diana Toucedo y del director. Es un documental que adopta la mirada de reflexión personal sobre el paso del tiempo, la vida y la muerte, centrado en su propia familia más directa. El enfoque autobiográfico con la voz en off de Pablo Lago narra su vuelta al pueblo donde creció, para después de años volver a ver la elaboración del orujo por los aguardenteros. Veinte personas entre familiares y convecinos configuran el reparto, centrándose el protagonismo en su abuela Alicia Alján, el aguardentero Santiago Eiroa y los padres del director, Manuel Lago y Rosa Dantas, más el acompañamiento hablado fuera de cámara de Pablo Lago Dantas.

Hay dos escenas simétricas al comienzo de la película y final de la misma en una habitación dormitorio, entre una persona tumbada y otra sentada que luego cambian sus posiciones, encuadrando el comienzo y final del largometraje. El argumento desarrolla diálogos a dos entre los cuatro protagonistas principales, aderezados con las reflexiones personales del narrador que ponen el contrapunto al guion. La dirección de fotografía y cámara está realizada también por el guionista y director de O auto das ánimas, con una estética naturalista que refleja muy bien el paisaje y entorno rural gallego, con colores apagados por la bruma y la climatología propia del lugar la mayor parte del año.

*Enfoque antropológico y existencial

El documental introduce el personaje del aguardentero Santi como hilo de acción en torno al cual vehicula el resto de los protagonistas, desde su llegada con los grandes alambiques de cobre hasta la fiesta final de la tradicional queimada. Entre medias lo más nutritivo y sabroso de O auto das ánimas son los permanentes diálogos reflexivos que abordan los temas del vivir diario junto a otros más existenciales. Aquí vemos como lo inmediato encaja bien con lo más trascendental, apreciando como el paso del tiempo y los años modulan los pensamientos y sentimientos de las personas.

Hay un cuidado enfoque y perspectiva antropológica en la mirada del documental, desde su localización rural complementada con ritos, canciones y paisajes de la Galicia más auténtica. Destacamos la banda sonora con detalles desde el teñir de las campanas de la iglesia cercana al pequeño cementerio rural, las imágenes brumosas del campo y las casas de gruesos muros de piedra, más los sonidos ambientales de la lluvia y los animales.

La imagen también es muy detallada en interiores y exteriores, enmarcando en pequeños planos la relación entre sus protagonistas, que luego el montaje de Juan Carrano naturaliza con su ritmo pausado. Todo ello sin descontextualizar la acción del entorno, con la referencia visual del paisaje ribereño con el fondo de la silueta ya característica del puente de Rande.

*El más allá…de la vida

O auto das ánimas está nutrido de muchos pequeños elementos cotidianos, que acaban configurando el cuerpo principal del documental desde su mirada caleidoscópica. Cosas sencillas como una partida de cartas, la recogida de la fruta, la visita a los familiares en el cementerio, los preparativos para la elaboración del aguardiente, las canciones tradicionales en grupo y los “conxuros” de la queimada. Todo ello ayuda a conocer y situarnos en la intimidad de la vida sencilla pero profunda de los protagonistas, que se muestran y son retratados tal cual, sin ocultaciones y con total transparencia.

A través de sus diálogos y las reflexiones de fondo del narrador, nieto de la abuela Alicia, se contrastan las experiencias y vivencias personales. Hay un tono melancólico que flota a lo largo del documental, que continuamente reposa sobre las percepciones del paso de la vida, siendo asumido por los protagonistas con realismo y aceptación. También hay tiempo para disfrutar con las viñas y los vinos Albariño y Godello entre otros, para dibujar y pintar sencillas escenas cercanas, cantar alegres la maruxiña u otros temas, además de beber en tazones de barro la queimada.

Es por ello una película con varias caras, desde la más profunda y reflexiva hasta la más hedonista y natural del deseo y el goce sensorial. O auto das ánimas ofrece a sus espectadores un viaje espiritual continuo desde la cotidianeidad que precisa paladear con calma cada plano y cada diálogo.

*Conclusión

O auto das ánimas es un viaje íntimo y personal del guionista, cámara y director gallego Pablo Lago Antas, que vuelve a su pequeña aldea rural pontevedresa para ver familiares y vecinos. A través de la elaboración del licor casero del orujo por los aguardenteros para la posterior celebración de la tradicional queimada el narrador fuera de cámara, vuelve a recuerdos de su infancia y reflexiona sobre su vida.

Los diálogos de los protagonistas principales hablan de lo cotidiano pero también de lo profundo del paso de la vida y el tiempo. Con un enfoque antropológico hay tiempo para disfrutar y pensar, desde lo más cotidiano y sencillo hasta lo más subjetivo y trascendental.

Escrito por Fernando Gálligo Estévez
Cinemagavia
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8
7 de mayo de 2024
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La premisa

Los hermanos Cairnes dirigen la retransmisión en directo de un programa de variedades nocturno o late night, como se le denomina en el mundo anglosajón. Tomando como referencia el found footage, El último late night se nutre de la verosimilitud para crear el contraste entre lo real y lo sobrenatural.

La película está ambientada en el 1977, al margen de un programa llamado Night Owls with Jack Delroy. En él, el presentador Jack Delroy (David Dastmalchian) intenta sacar a flote su proyecto personal y televisivo. Para ello, apuesta por la emisión de un especial de Halloween donde compartirán escenario un psíquico, una parapsicóloga, una adolescente a caballo entre la posesión y el trauma y un ex mago de lo más escéptico.

Dastmalchian, con su intimidante mirada de ojos abiertos, encarna a la perfección al prototipo de presentador que podríamos imaginar para este tipo de shows. Ya era hora de verle en un papel protagonista. Él, junto a Ingrid Torelli en el rol de la niña, proporcionan las actuaciones más destacables. La dualidad entre inocencia y maldad en Torelli es palpable y dota a El último late night de un regustillo incómodo, perverso. No se puede saber con certeza qué es real y qué no. Este ambiente extraño se ve exacerbado por la comunión entre terror y humor, que además potencia una tensión construida de manera progresiva y muy efectiva.

*Las formas

La estética es intrínsecamente setentera. Tanto en los tonos descoloridos y el granulado de la imagen como en la ecualización del sonido, con una tesitura menos nítida a la que acostumbramos, o en la rusticidad de los efectos prácticos. Además, tanto planos como encuadres y movimientos de cámara reman al mismo compás que la época representada. De esta manera, es muy sencillo entrar en el universo planteado en El último late night ya que realmente parece un late night auténtico.

Aunque el filme bebe de otras obras como la inigualable Ghostwatch (Lesley Manning, 1992), hay dos situaciones en las que esta verdad se dispersa y queda claro que estamos ante una ficción. Es el caso del inicio, con una secuencia de montaje que explica toda la historia de Jack Delroy y su programa. Y también el de lo sucedido durante los cortes publicitarios, donde la imagen pasa a ser en blanco y negro, probablemente para marcar la diferencia entre lo que ocurre mientras la cámara graba y lo que pasa tras ella.

En películas del estilo de metraje encontrado, uno de los grandes propulsores del terror es la incertidumbre. Aquí parece que los directores no han dejado mucho espacio para jugar con ella. Obligarnos a desechar la idea de que realmente estamos frente a un episodio perdido de un programa de televisión nocturno compromete la inmersión y la voluntad de credibilidad que propone la premisa y que sí se construye a lo largo del resto de escenas en directo. Es cierto que, de esta manera, la película es más digerible. Pero se ha conseguido a costa de sacrificar las formas tradicionales.

*La maldad

Desde la secuencia inicial se pone de manifiesto la necesidad de éxito de Delroy tras la mala racha que está atravesando. El presentador, consecuentemente, busca realizar el programa que propulsione su carrera. De este modo, presiona al límite a sus invitados y continúa con un show que, moralmente, debería haber cortado su emisión al primer problema surgido.

El último late night juega con diferentes niveles de maldad. En una primera instancia está la maldad connatural a la figura del diablo. La película está ambientada en los años en los que comienza el llamado satanic panic. Aunque no se hace referencia directa a ello, esta epidemia moral arrasó en los Estados Unidos y fue potenciada precisamente por los programas de entrevistas. En Night Owls with Jack Delroy una de las invitadas es una parapsicóloga que ha escrito un libro basado en su acompañante, la adolescente Lilly D'abo. La niña pertenecía a un culto satánico y, tras el ritual suicida al que ella sobrevive, se supone que ha sido poseída por el demonio.

Pero más allá de este terror más visual se encuentra la crítica a una industria también muy cruel, la de la televisión. Se deja entrever a qué está dispuesto cada uno por alcanzar la fama, el dinero, la notoriedad, las visualizaciones y la credibilidad pública.

*Conclusión

El último late night combina terror y humor en la emisión de un programa nocturno donde las cosas, evidentemente, salen mal. Aunque por momentos rompe sus propias reglas y elimina abruptamente la sensación de veracidad,tiene imágenes creadas con inteligencia artificial, aunque sean un par de gráficos. Donde funciona, lo hace de manera excelente. La construcción del horror escala progresivamente hasta explotar en una catártica secuencia final donde no se escatima en sangre ni violencia. Un visionado muy disfrutable.

Escrito por Ana Aliaga Díaz
Cinemagavia
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