Lo increíble de Clint Eastwood es que nos tenga en tensión aun sabiendo el final del vuelo, consigue emocionar aun conociendo el desenlace.

Una historia bien contada donde nos narra el sinsabor de un héroe que llevo su profesionalidad hasta el final y supo luchar contra sí mismo y el sistema que puso en duda su hazaña. Sully sobre todo es una buena persona, y si quieres representar a una buena persona recurres a Tom Hanck, lo hizo Spielberg en “El puente de los espías” , lo hace Clint y lo hace cualquier director que quiera llevar a escena a un buen hombre, porque aunque Tom vale para todo (“Camino a la perdición”) los buenos tipos los borda, y es que Tom es uno de los grandes aciertos de la película, el otro, la forma de contarlo a través de la mirada de un hombre al que la investigación hace dudar de una heroicidad. Como dice el copiloto, Aaron Eckhart , no es un milagro si no el buen hacer del protagonista, que tuvo la sangre fría gracias a su larguísima experiencia de actuar como lo hizo en un momento tan complicado.

Muy entretenida y emocionante hasta el final, no se levanten hasta que no terminen los títulos de crédito

Si es una película de dibujos animados para adultos ya te imaginas que no será políticamente correcta pero que será una gamberrada para pasar un buen rato sin más pretensiones que reírte. Te crees que vas a ver algo parecido a “south park” y nada que ver.

La “guerra de las salchichas” es una sucesión de tacos, el guionista no se ha currado mucho el texto con decir “fuk…” cada tres palabras ha completado la historia, con escenas de bastante mal gusto y algunas hasta desagradables, pero sobre todo es aburrida.

Encima con un trasfondo de moralina para criticar la religión en general, con alusiones al problema palestino pero sin gracia y con una cierta apología a las drogas que no termino de entender, como tampoco entiendo las buenas críticas de la prensa...

Un monstruo viene a verme es un cuento, es importante que no haya dudas para que determinado público no se decepcione. No es una película de miedo, ni es para niños, ni siquiera es original. Es un cuento donde un niño afronta la enfermedad de su madre y la situación en el colegio a través de la imaginación y los sueños. Visualmente es impecable con unas ilustraciones que adornan toda la historia e incluso la interrumpe en ocasiones y una bonita banda sonora que acompaña el sentir del niño. Los actores están todos muy bien una frágil Felicity que dan ganas de coger en brazos no se vaya a romper y una siempre impecable Sigourney que en su papel de abuela devuelve a la realidad al niño y a los espectadores una y otra vez. El niño que interpreta al protagonista lo hace muy bien pero también el compañero de colegio que le hostiga. La historia emociona y eso se notaba en un conmovido patio de butacas

Esta peli comienza en un paraje precioso arriba en las montañas, en un sitio alejado y salvaje donde nos encontramos con un padre que vive con sus 6 hijos a los que en principio trata con una disciplina militar de entrenamientos pero al mismo tiempo les tiene aprendiendo y leyendo libros y formándoles. Así que los hijos parecen pequeños salvajes pero por otro son pequeños topillos de biblioteca.

Desde el momento que se interrumpe su vida en la montaña, por un hecho que les obliga a trasladarse a la ciudad, empieza la road movie.

Por el camino vamos descubriendo porque viven alejados del “mundanal ruido”, la distinta personalidad de los hijos y como les ha influido la vida que su padre ha elegido para ellos y sobre todo como es el padre, que lucha por su familia y lo que cree que es mejor, pero como también través de sus hijos se da cuenta de que aunque venimos marcados por la sociedad, la educación y nuestros padres, en una democracia, somos libres de elegir por dónde tirar.

Tiene momentos de risa provocados por el aislamiento que han tenido los niños en la montaña, pero también emotivos y tiernos. Y aunque resulta inverosímil la situación de los hijos entre salvajes y eruditos, es una crítica bien contada a la sociedad, al sistema y a las religiones en general.

Todos los actores están a la altura alrededor de un Vigo Mortensen al que le favorece el desaliño y la barba como a ningún otro actor conocido.

La verdad es que fui a ver Bridget Jones sin ningunas ganas y no sé si será porque no tenía ninguna expectativa pero lo cierto es que me pareció divertidísima. Una sucesión de gags, unos mejores que otros, pero algunos realmente graciosos como las tres entrevistas en el programa de Tv en el que ella trabaja a o el encuentro entre los supuestos padres, un excelente (y mayor) pero siempre elegantísimo Colin Firth y un guapísimo Patrick Dempsey que da muy bien la réplica a la siempre cómica Renée Zellweger que vuelve a ser una payasa, y la ginecóloga Enma Thomson que tiene un papel corto pero grande como ella.
No entiendo algunas malas críticas que he leído a esta película, debe ser que alguno pensó que iban a una de Billy Wilder y no deja de ser las aventuras de un personaje que salió de una novela gran éxito de ventas y de la que han conseguido hacer dos historias más a parte de la original. Esta es mucho mejor que la segunda y tiene golpes destornillantes, para reír agusto.