Un espía ocasional y sus andanzas y problemas con los soviets, bastante anodina y excesivamente larga aunque bien realizada y bien interpretada por B, Cumberbatch.
No me ha llegado a enganchar y ya casi ni me acuerdo de la trama, pero la vi y me distrajo ligeramente.
Lo único a destacar es la música.

Anda que no da de sí el tema, unas veces basado en hechos reales y otras inventadas como creo que es el caso.
Como todos sabemos lo que sucedió y como acabó la historia no tiene más interés que ver a una serie de personajes, bien interpretados eso si, y si quieres meterte en la historia, pues vale, pero se hace bastante pesadita y al final te cansa.
Hitler excesivamente caricaturizado.
A mayor gloria de Robert Mitchum.

Ignoro los motivos por los que se decidió rodar este remake de Crimen perfecto para la TV, es totalmente calcada al original lo que la hace un tanto innecesaria ya que el tiempo en que se desarrolla es exactamente el mismo.
No obstante, hay que reconocer que está realizada con honestidad y mantiene fielmente el guión original que desarrolla con un pulso excelente.
Además hay que añadir que las interpretaciones tanto de la esposa, el marido, el amante y el inspector están muy a la altura y no desmerecen en ningún momento.
Es prácticamente imposible conseguir no superar sino igualar a Hitchcock, pero debo reconocer que esta versión prácticamente lo consigue.

Todo está calculado, casa burguesa en Londres, esposa guapa y perfecta, marido atento y encantador, pero sucede un crimen.
Al estilo Colombo, sabemos quién es el asesino, sabemos como ha sucedido todo y se trata de ir desenmascarando al culpable, sin prisa pero sin pausa hasta llegar al final.
Un alarde de mesurar los tiempos, las preguntas y respuestas de este minucioso y estudiado guión.
Hitchcock era el gran maestro en narrar y llegar al clímax de este tipo de situaciones, aquí con la mágica interpretación de una de sus musas, la divina Grace Kelly y fantásticamente secundado por Ray Milland y John Williams.
Imprescindible!!!

Porque no se a que viene la angustia ni la mortalidad.
Película fallida de principio a fin, incoherente, absurda y aburrida. Ni Michael Caine se salva de su gris papel y no digamos Giovanna Ralli, se debería llamar Rally pues se pasa toda la película al volante de un precioso Citroen Tiburón.
Rodada en estudios londinenses y España, no concretan donde aunque yo apuesto que era Mallorca.
Totalmente prescindible.