Hermana gemela de Mine, merece los mismos calificativos. La única parte buena puede ser que, al introducir "The Wall" en el buscador, aparezca el Álbum homónimo de los Pink Floid; o que nos enfrasquemos en repasar la historia de otros muros patéticos y lamentables como el de Berlín, el que separa a judíos y palestinos, el prometido por Trump o el de Adriano.

Se nota que el guionista es el de "The Walking Dead". Emocionante banda sonora de , emmm.....caramba, si no tiene !!! Película absurda de cabo a rabo, de principio a fin.

Se agradece la gran campaña publicitaria a esta película, y por extensión a las producciones españolas, aunque solo sea porque ello nos impele a algunos a acudir al cine, a pesar de la combinación de altos precios, baja probabilidad de disfrutar de un producto de calidad y la vagancia que nos envuelve en esta era en que tenemos demasiadas cosas al alcance del sofá. En esta ocasión, agradezco especialmente esta publicidad por el posible impacto que pueda tener en el turismo en la tierra donde se han localizado los exteriores de la película.
Empero, una vez más el producto final...defrauda frente a tanto bombo y platillo. Creo que la película se desinfla, en lugar de crecerse, a medida que transcurre. Demasiados elementos reconocibles del género, deslucen una puesta en escena y unos personajes más que aceptablemente cuidados. Muy muy correcto el elenco. La banda sonora termina por resultar pesada. Visionable...sin más.

O lo que viene siendo... qué dineros más mal gastados en superproducciones que no sacian la sed del público que busca algo más (no mucho más) que hipnotizarse delante de una pantalla con un espectáculo que impacte o deje un mínimo regusto remarcable en nuestras maltrechas seseras.
Trucos de cámara mal empleados, enteramente copiados de otras de sus cintas, chistes (o chanzas) que no pegan ni con cola en una supuesta Baja Edad Media y hechicería a mansalva, empañan la idea, muy posiblemente digna, que el Señor Ritchie tenía cuando pretendió (presupongo yo) actualizar esta historia, retratada tantas veces en el pantalla grande.
Terriblemente mala versión libre de un clásico desdibujado hasta hacerlo casi irreconocible.

Derivada cuarta de una constante. Tan pretenciosa como confusa, esta pseudo moralina de una idea que, habiendo sido genial en su día, se ha vaciado de contenido hasta tal punto que el espectador que disfruta con el cine fantástico llega hastiado y desfondado a esta ultra-secuela.
Forzadísimamente sentimentaloide que provoca más gestos de desagrado que lágrimas en público de casi cualquier edad. El metraje también está injustificada e innecesariamente estirado.
Únicamente remarcables los efectos especiales y Andy Serkis, sobre todo por el aguante de sus machacadas rodillas.

Lo cierto es que era un ejercicio muy complejo el crear una segunda parte de una película tan mítica (o mitificada, según se mire) sin crear una esperpéntica mofa del original o una película completamente inconexa.

El resultado es algo más que digno. Los personajes no pierden un ápice de su carácter de la cinta original, salvo el efecto del paso de los años, más por sus rostros que por sus cerebros. Los efectos visuales, miniflash-backs y
demás, imitan correctamente los que se emplearon en la primera parte y el hilo argumental es razonablemente coherente.

Por poner un pero, el personaje de R. Carlyle está en un grado superlativo, de suerte que no se si hace de correa de transmisión de toda la película o es un lastre para la historia que se quiere narrar. Lo cierto es que, de un modo u otro, funciona.

Recomendable para aquellos que "fliparon" con Trainspotting hace 20 años. De todos modos, una tercera parte que sería tan innecesaria como ha sido esta segunda.