ALCARRÁS es una lluvia de pasiones sencillas y costumbristas, que se tornan monótonas o placenteras hasta que aparecen los monstruos ambiciosos de un progreso que nadie demanda pero que va convenciendo uno a uno, a una parte de la población, de todas las edades; de niños, mayores y ancianos que ocupan la amplitud de terrenos plantados de salud, frutas..., personas cuyos rostros atrapan el viento en sus sonrisas y sus llantos, habituados a correr, vivir y cocinar, disfrutando esa sensación de libertad que puede llegar a resultar claustrofóbica.

Instalados en la butaca del cine, descubriréis la realidad en la que Carla Simón nos introduce con maestría emotiva y fuerza femenina. Empezaréis a volar, a sentir, a opinar... perfectamente integrados en una familia de la que tardaréis en desprenderos y cuya convivencia comentaréis varios días, como si fuera una experiencia real de la que habéis aprendido otra forma de vivir, amar y afrontar la vida.

¡Imposible olvidar esta tragedia! Pensamos en Noviembre 1989, sin embargo la mente se defiende, el recuerdo triste se convierte en sombra y después en olvido.
Imanol Uribe dirige esta película con actores estupendos, montaje exquisito y un ritmo tan espectacular que implica al espectador sentado en la butaca, transmitiéndole preocupación, ternura, temor, sospecha, rabia y por fin cierto alivio.
Juana Acosta crece como actriz en cada película que estrena, magnífica Lucía, única testigo del asesinato en masa de los jesuitas españoles.
Recuperamos a Carmelo Gómez en cine, lo cual es una alegría.
Karra Elejalde está genial, como siempre.
Excelente película que recomiendo desde AMANDO CINE

Sorprendente film sobre el comportamiento humano en situaciones límite. Ilustra sobre la importancia de la autoestima en las relaciones.
Cóctel de emociones, ritmo exquisito, actores perfectos. Profunda y entretenida. Amor, solidaridad, locura, traición, ambición… Y tú estupefacto en la butaca del cine, donde el tiempo pasa rapidísimo. MUY RECOMENDABLE.

Es una película de detalles y emotividad, una composición de silencios dulces y amargos, de sabores intensos que se expresan con la mirada, de secretos, de mentiras inventadas para suavizar las asperezas y cicatrices de la vida.

Sentada en la butaca del cine, pude oler el sabor de las comidas meticulosamente preparadas, sufrir el deseo oculto de una mujer que se niega a ser infeliz, respirar hondo con la plenitud alcanzada por un funcionario de vida vacía que cree descubrir un sentimiento nuevo en su interior: ¿el amor?

Y a todo ésto, os preguntaréis: ¿Quién es Josefina?
Descubridlo vosotros mismos, os aseguro que merece la pena.

¡Hacía tanta falta una película como ésta!. Alegre, inteligente, divertida, que arranque la risa espontánea, tan bien interpretada que sorprende incluso cuando esperabas los sucesos que ocurren; dinámica y llena de creatividad sin apartarse de la normalidad que todos esperamos con afán, ¡estamos tan hartos de distopías absurdas que repiten lo peor de la historia pasada!.