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República Checa República Checa · Praha
Críticas de Johan Liebhart
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Críticas 62
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
17 de marzo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la calle: un niño, un perro y un trozo de pan.
El niño quiere volver a su casa, pero teme al perro.
El perro teme al hambre y quiere ese trozo de pan.

Diez minutos de cine puro, sin pretensiones ni esteticismos ni siquiera diálogos. Directo y sencillo, nos imbuye en el humilde contexto iraní de los setenta a través de la honestidad de la mirada infantil, en blanco y negro y con la pegadiza melodía de los Beatles (Ob-La-Di, Ob-La-Da).

Producido por y para el Centro de Desarrollo Intelectual de Niños y Adolescentes, continuando la tradición neorrealista más propia de Rosselini suspendida tras el fin de la posguerra dada la recuperación económica de Europa en los sesenta. Su éxito le valió a Kiarostami para encauzar una carrera de más de cuarenta años y muchos más viajes transformadores al mundo infantil y al corazón humano.
Johan Liebhart
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Lilou (C)
CortometrajeAnimación
Líbano2015
6,3
72
Animación
8
16 de marzo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lilou construye un puente
con hojas, ramas y espigas
pasarán las hormigas
evitando la corriente.

Así comienza
como un haiku visual
este gran corto.

Proyecto independiente
de producción paciente
con talento y esmero
apenas sin dinero.

Resultan de la pasión
entrañable melodía
cuidadosa animación
instantes de fantasía.

Lilou, curiosa dibujante
de un mundo de recuerdos
evoca aquel remanente
del niño que somos, fuimos y seremos...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Johan Liebhart
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7
6 de marzo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Unos ladridos perturban a un hombre y este decide poner remedio acabando con aquello que los emite. Con tan simple premisa arranca la carrera autoral de Bong Joon-Ho, el director coreano más celebrado de la actualidad. Su ópera prima puso los cimientos que edificarían más tarde la aclamadísima Parásitos. Partiendo igualmente de la comedia negra, derivamos al suspense y al thriller (con persecución Memories of Murder incluida) pasando por trazos de dramatismo, terror y crítica social. Una mezcolanza de géneros bastante orgánica que le da un ritmo muy dinámico al film. La inteligencia visual de Bong se vislumbra en la agilidad de la cámara y la brillantez de las transiciones, pero sobre todo en la disposición del espacio y la puesta en escena. Pues, ya encontramos aquí el elemento espacial que más destaca en Parásitos y que más trabaja en sus obras, el sótano. Un lugar tenebroso donde acontecen los actos más miserables de sus películas, un subnivel cuyo descenso físico y simbólico denota la corrupción moral. Es allí donde acude el protagonista a realizar el primer acto mezquino que catapulta la trama. Es allí donde se cuenta la historia de terror para esconder un hecho aún más terrorífico. Es allí donde el personaje del vagabundo se convierte en víctima y verdugo.

Espacios visuales, definitivamente, que se aprovechan al máximo contrastando con la altura de la azotea y los apartamentos aunque ambos se conectan desde el voyeurismo (del armario a los prismáticos) y definen claramente los contextos sociales de los personajes. El acumulamiento caótico y malsano de la mujer de la tienda expresa su descontento y obstrucción social tanto como la frugalidad del apartamento del protagonista y su mujer. Todos ellos en su voluntad de ascender socialmente (como la familia de Parásitos) se dan de bruces con realidades inmisericordes: trabajos abusivos, despidos por embarazo, contrataciones por enchufe o soborno, miseria económica y pobreza en general. Un retrato social y generacional como vemos en el personaje de Doona Bae, una joven bondadosa y comprometida, pero ahogada por su entorno y sin aspiraciones vitales.
El guion, del propio Bong Joon-Ho, conjuga y equilibra muy bien los personajes y los motivos que muestra en pantalla desde los rábanos al Sol del inicio hasta la mujer que pide limosna en el metro. Todos los elementos sirven a la trama y la enriquecen sin desviarse demasiado (elementos como el papel higiénico o las nueces definen los caracteres y aportan un toque singular a sus respectivas acciones) con elipsis sutiles y bien medidas.

Gracias a una excelente fotografía estos aspectos se realzan adecuadamente aprovechando la profundidad de campo con los pasillos y las escaleras. Angulando cuando es necesario y encuadrando de forma expresiva en los cambios de ritmo y en los diálogos entre personajes. La paleta de colores sobrios en interiores y más vivos en exteriores refleja bastante bien la vitalidad del personaje de Doona Bae. Destaca especialmente, el motivo del amarillo en los chubasqueros identificativo desde el cartel de la película.

Mención especial para la banda sonora de Jo Seong-woo que se mueve entre el blues y el jazz rítmico acentuando y elevando las emociones en las escenas clímax de la película.

Todo ello construye una ópera prima muy sólida, no exenta de las asperezas de un primerizo, pero desde luego a un nivel que pocos directores de su generación han conseguido. Absolutamente recomendable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Johan Liebhart
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El tiempo contigo
Japón2019
6,8
3.762
Animación
6
16 de noviembre de 2019
57 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
La nueva película del aclamado director Makoto Shinkai es de una factura técnica impecable, la animación está cuidada al detalle y tiene planos de una belleza excepcional. Sin embargo, me ha dejado bastante frío cuando he salido del preestreno. Sus personajes y su historia me han resultado muy indiferentes.

Los clichés románticos y una capa de humor manido mal manejado no han ayudado. ¿Será que me estoy haciendo mayor y ya no me atraen las historias juveniles románticas como antes? Para nada, mi adolescente interior sigue muy vivo y Your Name me sigue fascinando.

¿Es que acaso esperaba encontrarme con un Your Name 2? Tampoco, mis expectativas no iban más allá de una historia bonita y emocional. Aunque Shinkai parece querer llevarte a tal comparación cuando introduce a los protagonistas de su anterior trabajo en varios cameos...

El problema es que "El Tiempo Contigo" contiene los elementos que caracterizan el universo de este autor, pero encajados sin sentido ni gracia. El misticismo folclórico queda reducido en unas pocas escenas cómicas muy superficiales. El melodrama esta vez es exagerado y con lagrimones mayormente forzados. Cuesta empatizar con los personajes por su embobamiento y desconexión con la realidad. Además, el conflicto romántico (y central) es demasiado simplista y es resultado de una insensatez evitable.

Incluso la banda sonora (de nuevo compuesta por Radwimps) está muy mal interpuesta y me produce una sensación impostada de sentimentalismo. Casi resulta en un patrón que trata de recrear el éxito anterior.

Por otro lado, las marcas publicitarias están más presentes que nunca. Puedo entender que se ponga publicidad subliminal para conseguir fondos, pero que McDonald’s sea el centro de una escena tan relevante como la del encuentro entre los protagonistas es inaceptable... Y es que le siguen otras tantas bastante explícitas...

Eso me hizo pensar durante el visionado que podría tratarse de una metáfora cínica sobre el cambio climático reforzado por un capitalismo desaforado. O bien una parodia de su trabajo hasta ahora. Desgraciadamente, su tópico desenlace y la nula profundidad de muchas de las acciones de los protagonistas me hicieron abandonar tal hipótesis. La nota se queda, pues, en un 6 por el derroche de animación que tiene y porque no deseo compararla a fondo con otros de sus trabajos, aunque...

Desarrollo en spoiler algunas de las ideas del texto centradas en los dos protagonistas.
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Johan Liebhart
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6
6 de noviembre de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Louis Delluc fue mucho más conocido y reconocido como teórico cinematográfico que como director. Fue gracias a sus apasionados escritos que se popularizaron y acuñaron términos como "cineasta" o "fotogenia". A él le debemos la creación de los cineclubs, asociaciones por y para la divulgación cinematográfica que se extendieron por toda Europa. Locales donde se promovía intensamente la cultura cinéfila. Pues Delluc no dudaba en tildar el cine como arte y lo defendió de forma acérrima hasta su prematura muerte por tuberculosis a los 33 años. Un pionero en el análisis y en la creación de formas lamentablemente olvidado pues apenas le dio tiempo de firmar 7 obras, cinco mediometrajes y dos largometrajes. De las cuales menos de la mitad se conservan en buena calidad. Aún así, merece al menos una crítica en esta página.

Por ello, hoy toca desgranar Fièvre, obra que el mismo Delluc consideró fallida, pero que vale la pena visionar pues emplea recursos y técnicas que influirían en futuras producciones vanguardistas. No por nada Germaine Dulac, directora de la primera obra surrealista de la historia del cine, alabó esta cinta.

Delluc escribe el guión y pone en práctica en la escenografía y en el montaje varias teorías que había desarrollado en el Movimiento Impresionista Francés. Introduce con entornos que pasan de interior a exterior ágilmente, adaptando el ritmo de los cortes a cada lugar y elemento. El conocido como montaje anfibio.

La historia en sí comienza al presentarse varios personajes en una taberna donde esperarán la llegada de unos marineros. Una mujer llamada Paciencia, adicta al opio, un borracho con un curioso maquillaje que recuerda al expresionismo alemán y una resolutiva tabernera entre muchos otros. A la llegada de los marineros se van sucediendo estados de ánimo que inundan a los personajes y dominan las escenas entre introspección (imaginaciones) y acción (baile, juegos, el mono). Delluc se detiene a poner nombre y apellido a los extras, ignorando por un momento a los protagonistas y a sus tramas para sacar del anonimato a aquellos que llenan humildemente el fondo de la escena. Curioso homenaje.

Por otro lado, incluye las ensoñaciones y las imaginaciones de los protagonistas visualmente en otro plano más allá de la trama. Los recalca con tintes de colores y estéticas chocantes. Muy a destacar la presencia de la estética oriental en contraposición a la occidental. Así como la escena casi onírica que imagina una de las mujeres donde un grupo de personas con vestiduras orientales alaban un torso de piedra. Ni David Lynch vamos.

Con todo ello, la fotografía está muy conseguida e incluso se juega con la luz, en la distribución de espacios de la taberna, entregando simbolismos. Por ejemplo, la oscuridad que se cierne en la trastienda como el negro estado de violencia que se acabara propagando en los personajes hacia el desenlace. O bien, la flor iluminada que espera a florecer y que atrae al personaje de Paciencia más aún que el opio. Las lecturas que surgen de estas metáforas son como siempre muy diversas y contradictorias, pudiendo incluso no significar nada en absoluto.

Sin embargo, el contexto del filme inmediatamente posterior a la Primera Guerra Mundial es determinante tanto en el matiz pesimista de algunos personajes como en el absurdismo de algunas secuencias y del mensaje final.

En definitiva, siendo una película "fracasada" ofrece un estilo y unas formas interesantes que la llevan a erigirse como una de las precursoras de la fiebre vanguardista que surgiría en Europa durante los años veinte.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Johan Liebhart
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