"Las colinas tienen ojos" y yo hubiera deseado no tenerlos para ahorrarme este bodrio absurdo en el que más que intrigar o asustar lo que hace es repugnar.
También me hubiera gustado no tener oídos para evitar esa terrible música digna más bien de un film de ciencia ficción, excesiva hasta decir basta.
Empieza más o menos bien, con una historia interesante que incluso hasta las primeras muertes resulta de lo más convincente.
Luego decae en un festín de sangrías y sin sentidos debido en su mayor parte a la exageración visual y gratuita a la que nos exponen.
Agradecemos al director esos estupendos primeros planos a las cabezas aniquiladas de los personajes, a las vísceras en todo su esplendor, a ese despliegue de ketchup que acabó con todas las existencias del tomate Orlando.

No se lleven a engaños, detrás de esa lograda foto del cartel promocional no hay más que un pastiche de tomo y lomo dispuesto a revolver los estómagos de todos los espectadores.
Más bien deberían pagarnos por aguantar semejante matadero visual.

No entiendo las malas puntuaciones que le han dado a esta película.
Como todo film de humor negro, hay que tomárselo como lo que es y no buscarle tres pies al gato cuando no los hay.
En el delirio de John Waters hacia su fervor sexual cabe todo lo que se expone en esta gamberrada de película.
Apoyada por un tremendo plantel de buenos actores, increíble Tracey Ullman y su sinfin de gestos, "Los Sexoadictos" garantiza carcajadas basadas en la exageración y el descontrol que va de menos a más.

A estas alturas la gente debería ser un poco más abierta de miras y agradecer películas de este estilo, de un tremendo humor ácido que ataca a esta sociedad conservadora que nos rodea.
Esta película no merece estas malas críticas de gente que probablemente buscaba historias cómicas tipo "4 bodas y un funeral".
Sin embargo, es curioso cómo los críticos especializados la recibieron con los brazos abiertos otorgándole muy buenas puntuaciones.

Si la van a ver, recuerden, dejen los prejuicios a un lado y no la tomen en serio, entonces disfrutarán como nunca.

Aquí tenemos de nuevo a Bruce Willis transformado físicamente pero con su repetitiva interpretación de policía, una más para engrosas en su curriculum.
En este caso, Bruce es un policía descontento con el sistema que decide hacer algo para cambiarlo. Todo esto con la misma cara de pan que pone él y con esa expresividad que tiene tan característica.

La película en sí es entretenida, cumple su propósito y está muy bien relatada.
Es el hecho de que todas las escenas te recuerden a otras películas el que piense que han podido coger la turbomix para realizar el guión.
Pero es que hoy por hoy cuesta ser original, ya está casi todo hecho.

Cuando un anuncio de compresas tiene más emoción que una película de terror? o suspense? como es ésta, algo anda muy mal.
Aléjense del sugerente título y en cuanto empiecen a ver su terrible dirección (nunca se ve ninguna escena clara) y su bochornoso doblaje entenderán de qué hablo.
Evítenla mientras puedan.

Para mí, que "La guerra de los mundos" me pareció una de las películas más malas que he visto en mi vida y sin contar la enorme decepción por ser además un film de Spielberg, volver a encontrarme con ese director de mirada ácida y contemplaciones generosas en "Munich" es toda una alegría para el entretenimiento.
"Munich" empieza y te engancha y no te suelta hasta el final, aunque a veces hubiera deseado que fuera más breve, que se hubieran ahorrado escenas (o asesinatos).
Te deja tan pasmado la fuerza de su puesta en escena que no puedes soltarte y sabe tocar la moralina al espectador incluyendo momentos que pasarán a la historia.
Justa nominación al oscar, mucho mejor que "Crash".