Chungking Express

Esperaba más de esta película debido a las favorables críticas y puntuación que tiene. Sin embargo, en conjunto me ha decepcionado. La primera de las 2 historias es corta, se queda incompleta y bastante confusa debido a los veloces movimientos de la cámara y de la acción. La 2ª historia está más desarrollada, pero también veo inverosímil
el argumento. Sobre la relación entre ambas historias entiendo que trata de explicar lo difícil que resulta encontrar y después mantener una relación de amor entre 2 personas.
Como partes positivas me ha gustado la música, el ambiente caótico y enigmático de la ciudad, la fotografía y la interpretación.

Conozco algunas de Tarantino, y me parecen una mala imitación de ésta. Ésta y "Amores perros" son mejores que las de Tarantino, a las que les sobra efectismo, sensacionalismo y algo de tontería. ¿Por qué las pongo a los tres registas en relación? Porque cuentan historias paralelas que se juntan por el azar, pero esa intersección es intrascendente, a lo más anecdótica...porque en las tres películas estas historias son de diferentes tonos: algunas de tono trágico y otras ligero o semi-absurdo... porque a veces hay violencia gratuita
pero lo que pasa es que Tarantino se regodea en ella y la sangre mancha a la cámara, como los films de salas de juego. Éste film, por el contrario, es mucho más refinado, delicado y delicioso. Como el vuelo de una mariposa del que de repente no puedes quitar los ojos. Obra realmente especial.

Dedicando varios días al cine de Wong, vuelvo a ver esta película que en su día no me interesó, para ver si esta vez colaba. Y no.
Las dos historias de los dos policías son insustanciales, con dos mujeres con las que no hay modo de simpatizar. Una, fría asesina en una historia que apenas se cuenta. Otra, alocada, cargante, medio tonta. Y ellos están al albur de estas dos. Sobre todo la segunda, que tiene más espacio, y no deja de hacer niñadas. Tony Leung, tan buen actor, aquí está desaprovechado.
Si se hubieran unido de algún modo las dos historias… Pero tal como está es la simple unión de dos cortos más bien largos.
Y tanta voz en off resulta cansina.
La repetitiva música de California dreamin, con lo que me gusta, sobre todo en la versión de los Beach Boys, llega a hacerse insoportable.
Lo mejor es el movimiento de la cámara con esos giros muy de Wong, dando importancia a lo que no lo tiene.

No es el mejor Kar-Way pero tiene momentos brillantísimos, la combinación de imágenes y música en algunos pasajes es perfecta, la sensualidad, esa forma de sugerir, la incomunicación y la lluvia, están todos sus elementos, y sin alcanzar la perfección de otras obras suyas si consigue transportarnos a ese mundo tan especial, en el que yo me siento tan bien, con pocos cineastas disfruto tanto como con el, al fin y al cabo eso es una de las esencias del cine, disfrutar, emocionarte, llorar si procede o sonreír, siempre con contención, de forma mesurada, saboreando el instante con ese talento innato, con esa forma de hacer.
Creo que la gran virtud de este director es que nos hace sentir, algo que parece tan sencillo y que es tan complicado, el sin duda sabe como conseguirlo, y lo hace.
Maravillosas melodías y muy buenos actores, me encanta de nuevo Tony Leung, ese cinismo, esa indiferencia, y las actrices tanto Faye Wong como Brigitte Lin, magnificas ambas, la chica enamorada, la mujer fatal, y la frase final, digna de escucharla con atención, pocas veces se puede decir tanto con tan pocas palabras.

No se que tiene este hombre que me embelesa, me deja tonto viendo sus películas, con una sonrisilla de idiota durante todo el metraje.
Me fascinan sus planos y ese uso de la música, me encanta como de dos historias tan aparentemente monótonas hace un doctorado sobre el ser humano y el destino. Como describe el amor en todas sus vertientes y como intoxica el ambiente haciendo que sus películas parezcan tener una textura distinta a las demás. Hasta la lluvia parece distinta cuando la filma Wong Kar-wai.
Mientras estaba viendo la película me daban ganas de buscar un vuelo a Hong-Kong y ver si lo que me estaba enseñando en realidad es así y solo lo ve él o simplemente es un tipo distinto, con las historias de siempre, con el telón del amor de fondo pero con un toque diferente, mágico incluso, para destilar belleza y poesía del sitio más mundano.
Algún día iré a Hong Kong y lo comprobaré. Mientras tanto, volveré a ver Chungking Express unas cuantas veces más.