Vigilados

La familia Franco se ha hecho ya un hueco en el mundo del cine. James Franco triunfó desde adolescente gracias a su participación en "Freaks and Geeks", y de ahí no ha parado. Y poco a poco ha ido introduciendo en el mundillo a su hermano, Dave, quien ha protagonizado películas como "Goat", aunque es más conocido por ser un secundario de lujo en muchas de las películas de su hermano. No obstante, lo cierto es que es un tipo con talento y bastante válido, y ahora ha dado el mismo paso que su hermano y ha dirigido su primera película, "Vigilados", también llamada en Estados Unidos "The Rental".

La película ha tenido una distribución difícil, pues le pilló la pandemia de pleno, y tuvo que ser estrenada como muchas otras bajo demanda. Un modelo que ha seguido también en su llegada a España, y es que, la película ha sido estrenada en Amazon Prime Video.Y para su debut, Dave Franco ha elegido una cinta de terror en la que un grupo de amigos acuden a una casa en la costa para pasar el fin de semana hasta que descubrirán que allí pasan cosas raras.

Lo peor de "Vigilados" es que le cuesta mucho arrancar. Ojo, la primera hora de película es muy buena, pero no es lo ideal para una película de terror, pues, aunque la tensión en muchas ocasiones se puede cortar con un cuchillo, no es lo más agradecido para el slasher que finalmente acaba siendo. Eso sí, la historia es interesante, y los personajes se van destapando poco a poco, y lo que parece una relación idílica entre dos hermanos y sus parejas, se acaba degradando hasta un punto en el que es insostenible.

La película explota, y lo hace bien, aunque quizá demasiado tarde. Pasa demasiado tiempo hasta que esto sucede, lo que repercute negativamente en el espectador por dos motivos: o ya te has aburrido porque no llega el punch que requiere una película de terror, o bien te has hecho unas expectativas demasiadas altas que no se llegan a cumplir. A mí me ha pasado un poco lo segundo, pero no porque sea una mala película, más bien porque la primera hora, aunque lenta, está muy bien dirigida, con un ambiente muy raruno alrededor de esta espectacular casa que será la tumba de las esperanzas de estos jóvenes que solo querían desconectar de la ciudad un fin de semana.

Me ha gustado mucho la ambición artística de Dave Franco en "Vigilados". Si bien la casa ya da mal rollo, lo cierto es que Franco utiliza todo el rato unos colores muy fríos, que son bastante depresivos, lo que subversivamente te está avisando de que una amenaza se cierne sobre los personajes y que va a llegar en cualquier momento. Esto unido a ciertas situaciones en la que el director juega muy bien con la oscuridad y sus particularidades nos dejan con varias escenas muy poderosas. De verdad que creo que es un debut muy interesante de Franco, porque consigue construir una historia que late por sí misma, apoyada en una atmósfera que te avisa de que estas relaciones de pareja están condenadas a morir.

Además juega muy bien con su premisa, el hecho de que, cuando te alojas en un Airbnb estás profanando una casa que no es tuya, en mayor o menor medida, no conoces nada de ella, ni lo que ha pasado en la misma, ni quién está detrás de esa magnífica oferta que te hará pasar un gran fin de semana. El final es muy retorcido, de verdad, y lo cierto es que me parece una idea cojonuda en estos tiempos en el que todo el mundo ha disfrutado de esta experiencia.

Otro gran detalle de "Vigilados" es que se nota que Dave Franco es un auténtico friki del género slasher. Si bien es cierto que acaba cayendo al final en el típico error del género, una historia previsible, lo cierto es que es un guion que es completamente autoconsciente. Sabe cuando tiene que justificar ciertas cosas, y conoce a la perfección sus limitaciones, pues al final es una película prácticamente de una localización, pero se retuerce de manera acertada para explotar su potencial al máximo.

Si obviamos que el ritmo no creo que sea el correcto para esta historia, "Vigilados" es un debut muy interesante. Una historia sobre unas personas que parecen condenadas a su final, y que se resuelve como un slasher bastante correcto. El problema es que es tan lenta que acaba siendo previsible, pero consigue lo que quiere: que la próxima vez que vayas a un Airbnb vayas con pies de plomo.

Puntuación: 6'5 sobre 10.

La premisa de la que parte la trama es interesante, y han sabido darle al desarrollo suficiente chicha como para mantener la tensión en el espectador. Pero no deja de ser un slasher de manual. Eso sí, se han esforzado por intentar darle un final "diferente". No sé si exitosamente, pero se agradece.

Las tramas secundarias están muy bien hiladas, dándole empaque a la historia y justificando los actos de los personajes.

El debut de Dave Franco en la dirección supone una ilusionante vuelta de tuerca al "slasher", con la incorporación de un elemento poco o nada trillado hasta la fecha, cosa rara, habida cuenta de la turbias posibilidades que encierra: nada menos que el alquiler vacacional.
Con presupuesto apretado y reparto en los huesos —seis actores y un perro—, "Vigilados" hace de la necesidad virtud para contarnos una historia tan simple como efectiva en un escenario único —en cuantos sentidos se quieran—, pero equipado con los recovecos justos para que el psicópata brutalizador de turno haga de las suyas.
Si bien salpica la trama un puñado de subterfugios, y algunos de un calibre no precisamente menor; éstos no son más gruesos, ni numerosos, que los vistos en otras tantas cintas de su mismo pelaje. Cabe aventurar, de hecho, que difícilmente podría la mayoría de ellas sostenerse sin recurrir a un par de atajos argumentales, conque pelillos a la mar.
El benjamín de los Franco, que también (co) escribe el guion, se revela como un muy competente creador de atmósferas, combinando con cruel sabiduría la incomodidad de un fin de semana de parejitas, la posible presencia en remoto de un "voyeur" supremacista y la eventual irrupción del acostumbrado asesino enmascarado.
A una resolución un tanto convencional siguen unos títulos de crédito sencillamente escalofriantes, verdadera joya de la corona de esta "Vigilados". Un epílogo aterrador que invita a una reflexión acerca de la despreocupación con que nos metemos en casa ajena, vía Airbnb y plataformas similares, sólo por ahorrarnos unos euros.
A la cabeza del breve elenco encontramos a una estupenda Alison Brie. No en vano salida de la fecunda cantera de "Mad Men" (ídem, 2007-2015), entrega una interpretación de encomiable naturalidad, y verla colocada es divertidísimo. Ella y Sheila Vand, también en plena forma, dejan en mantillas a sus contrapartes masculinos, unos Dan Stevens y Jeremy Allen White algo hieráticos.
En fin, interesante opera prima a cargo de un cineasta novel que apunta muy buenas maneras —bastante mejores, a mi juicio, que las de su hermano James, cuya "The Disaster Artist" (ídem, 2017) concitó un plácet casi unánime que todavía se me antoja incomprensible—. Conviene seguirle la pista y comprobar de lo que es capaz si se le conceden los medios necesarios.

Este debut de Dave Franco como director no está mal. Reúne a grandes actores jóvenes que saben actuar muy bien y que se les reconoce por películas o series que han gustado a la crítica profesional y al espectador promedio. En muchos aspectos, este largometraje puede mejorar pero no es un mal inicio.

Lo mejor de la película es la atmósfera de suspense que sabe mantener. El no saber realmente lo que está pasando y saber que hay muchos secretos ocultos que no se dan a la luz ayudan a esto. El añadir un posible mensaje racista a lo que está pasando recuerda mucho a "Déjame salir", ambas películas tienen una atmósfera similar aunque el desenlace no sea igual.

Es verdad que la película en cuanto a duración, es corta, pero hay momentos innecesarios puestos para llegar a un mínimo de duración, digamos que es un error de "principiante" del director, al ser su debut como tal. El desenlace es realmente bueno, lo que sube mucho la puntuación de la película. Hay cosas por mejorar pero para ser un debut ni tan mal.

El fin de semana de dos parejas, a priori idílico y relajante, se complica por motivos personales, y si a eso le añadimos un inesperado factor externo, las consecuencias son cuanto menos rocambolescas, y pasado el ecuador de la cinta, con sorpresas continuas, unas más previsibles que otras, pero todas al servicio del raudo entretenimiento, condensado en apenas hora y media, cuyos últimos minutos serán los que más inquieten al público.

Todo ello juntando un escueto elenco, con un par de nombres llamativos, en una única localización para rodar este sencillo largometraje que parece haber viajado desde los años noventa para recuperar un estilo de thriller, a caballo entre la intriga y el terror, que parecía ya olvidado.

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