Black Mirror: San Junípero (TV)

No me ha parecido uno de los mejores capítulos de Espejo Negro. En otros episodios combinan los avances tecnológicos con alguna historia inquietante de suspense o terror. Pero en San Junipero solo hablan de futuro, aunque eso si, un futuro mas que probable y con el que todos soñamos o pensamos que es posible y que llegaremos a eso o algo parecido.
La historia es original y pura, te deja pensando en el amor, en las segundas oportunidades, en la belleza interior y en la inmortalidad.

San Junipero es como una fiesta continua en Ibiza, o más aun es Magaluf. Una versión muy simple del cielo, pero lo que si que tiene este capitulo, como casi todos los de Black Mirror, es original en su distopía.

Después de ver el capitulo una segunda vez, algo que me pareció en su día que necesitaba y merecía, he entendido mejor porque esta tan bien valorado. Me ha parecido una historia de amor diferente a las circunstancias que podamos haber vivido desde que vivíamos en cuevas, pero con un denominador común, el amor venciendo todos los obstáculos y abriéndose paso. El día de Reyes repetí capítulo y entendí porque el amor no tiene que ser hasta que la muerte nos separe, ya que puede ser lo que nos una. Se convirtió de facto en uno de mis dramas románticos favoritos, y subiría de un 6 a un 7. Después de ver los programas de Iñaki Gabilondo: Cuando yo ya no este. Esta distopia podría ser una realidad en un futuro y serán las maquinas las que velen por nosotros.

'San Junipero' es el episodio más especial de 'Black Mirror'. No sólo por ser sensiblemente más positivo que el aplastante 99,9% de entregas restantes. Sino por ser una joya inesperada en sí misma. Una triste y bella historia de amor tan avanzada a nivel electrónico como profundamente humana en alma y corazón. Las actrices lo bordan, la banda sonora más aún. El guión presenta un arco magistral y concluye con el mejor final posible. Una obra maestra, rara avis, de la serie.

Pues sinceramente, no consigo ver esta obra como una de las más logradas de la serie. Hasta bien pasado su ecuador, la cinta asoma una soporífera relación entre sus dos principales personajes. Todo el argumento se desarrolla de forma plana y aburrida, sin mostrarnos atisbos de tensión o suspense, reduciéndose a un mero espectáculo interpretativo entre sus protagonistas. Llegados al acto final se nos descubre la fórmula para "injertar" este capítulo dentro de lo que para mí es una fantástica serie.

La palabra es EXTRAORDINARIO.
San Junipero es extraordinariamente humano, extraordinariamente sensible, extraordinariamente bueno. El guión es una delicia. La historia es una preciosidad. El tono, agradablemente amable y optimista en una serie tan trágica como Black Mirror (se agradece). El guión es perfecto, intenso, maravilloso en el ritmo, interesantísimo en su planteamiento de las realidades alternativas y el debate sobre la eutanasia. Y por supuesto, están Gugu Mbatha-Raw y Mackenzie Davis, con una química bestial y un talento ante la cámara memorables. Davis, en particular, personifica perfectamente ese despertar sentimental y sexual de quien se siente atraído por alguien de su mismo sexo pero nunca ha podido dar un paso adelante.
La perfección hecha televisión. Gracias, Charlie Brooker.

Puro Black Mirror, el mejor hasta el momento de la temporada teniendo difícil que alguno de los dos que restan (viendo el nivel de la 3ª temporada) lo superen. Nostálgico, evocador, reflexivo, hermoso a la par que triste, de potentes debates morales a la par que divertido. ¡ASÍ SÍ!

Quizá, sólo un "pero". Una vez descubierto "el pastel", se hacen innecesariamente alargados sus últimos 15 minutos, lo que le resta impacto y emotividad, aunque su escena final funcione bien en lo segundo.