Haz click aquí para copiar la URL

Critters

Ciencia ficción. Fantástico. Terror. Comedia Ocho alienígenas hambrientos llegan a la Tierra buscando alimento. En su camino se encuentran con la familia Brown que, sin saberlo, se convierte en el plato principal de su menú. Sin embargo, los Brown contarán con la ayuda inesperada de una pareja de cazadores intergalácticos... Inspirada en "Gremlins", filme de bichos peligrosos que gozó de considerable apoyo entre los fanáticos del género, conociendo hasta 3 secuelas. (FILMAFFINITY)
<< 1 4 5 6 7 9 >>
Críticas 44
Críticas ordenadas por utilidad
1 de mayo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante unas bolas con tantos dientes creadas y defecadas durante una época ochentera ávida de buenas pelis de terror pseudogore dignas de estantería de oro en los videoclubs, uno sigue volviendo a caer con la esperanza de que toda visualización pasada fue un mal sueño y que realmente en los Critters se esconde una cinta al menos la mitad de valiosa que "Pesadilla en Elm Street", "Gremlins", "Viernes 13" o "El regreso de los muertos vivientes". Pero a uno se le vuelven a caer los cojones al suelo al darse cuenta de que la magia de esas bolas dentudas solo se encuentra en una comprensible nostalgia del que vio esto por primera vez siendo un crío y como tal creyó sentir algo parecido al miedo. Porque trasladada a día de hoy, la película no deja de ser una soberana tontería cuyos creadores hicieron con la intención de que realmente fuera una tontería. Parodia de las parodias de terror, se convierte en una vuelta de tuerca del mal gusto mostrado con todo propósito y empeño para que en tu trasero sientas las punzadas y en los cataplines los hambrientos mordiscos de estas burdas imitaciones tocineras de los Gremlins pasados por agua. Bichos espaciales caídos por acto y gracia de la casualidad divina en una granja familiar para campar a sus anchas cuales siniestros semovientes en busca de carne humana y/o animal. Una curiosa mezcla entre lo estúpidamente vulnerable y lo siniestramente macabro que se mueve en una horquilla que va desde lo viscosamente explotable hasta lo repentinamente agigantado.

Una puñalada trapera directa a los hombros y las tripas de la estabilidad intrafamiliar norteamericana rural para cumplir los sueños de todo adolescente en plena revolución hormonal en la que los héroes desprenden forma y nombre de cantante de moda y tus mejores amigos visten con traje cibernético. Siempre es un placer ver como a alguien se le ocurrió la osada idea de reconvertir a reverendos en cazadores del espacio y reducir a producto masticado al panoli que se zumba a la tía buena del lugar. El problema viene cuando hay que hilvanar todo eso y darle un discurso narrativo que no caiga en la vulgaridad y encima se ha de mostrar con imágenes que parezcan mínimamente reales y usar decorados y maquillajes que sugieran que alguien puso la pasta y las ganas. Y ahí es donde todo se cae, porque la idea de querer divertir y asustar al mismo tiempo queda reducida a un esperpento más bien a la altura de productos televisivos con careta de gomas de pollo a los que solo faltan las risas enlatadas.

Huelga decir que los efectos especiales distan mucho de ser buenos a pesar de estar hablando del año 1986, aunque posiblemente fuera otra de las cosas que se hicieron con voluntariosa desgana para aparentar ser una peli más casposa todavía. Así que visualmente el conjunto se percibe pobre tirando a malo, con unos bichejos bastante cutres cuando de ellos se muestra algo que más que ver podemos llegar más bien a intuir a base de fruncir el ceño y forzar los ojos, y unos personajes humanos de cartón piedra con supuestos salvadores del espacio de por medio que representan la némesis de lo testosterónicamente creíble y la antítesis de lo que pediríamos si alguien tuviera que encandilarnos con su personalidad y su valerosidad. Me parece indudable que "Critters" se hizo para reírse de la fiebre por lo alienígena del mismo modo que Austin Powers se parió para caricaturizar a James Bond, pero el producto no salió bien bajo mi punto de vista. Ese aroma ochentero que la cinta desprende no vale ni para alimentar la nostalgia de una generación que de tanto en cuanto busca en las plataformas digitales actuales aquellos productos en VHS que nos transportaban a mundos mágicos llenos de fantasía.

LO MEJOR:
- Si se mostraran claramente durante más de dos segundos seguidos, los monstruitos serían lo mejor.
- Que en el fondo la peli no se toma en serio ni a sí misma.

LO PEOR:
- No produce miedo y produce muy poca gracia.
- Es muy fácil caer en la trampa de verla.
- Los Gremlins le ganan por goleada.
JulesVincent
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de diciembre de 2006
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Filme de entretenimiento que resultó en su época efectivo para hacer pasar un rato divertido junto a unos "simpáticos" bichejos extraterrestres carnívoros que vinieron a la Tierra para hacer de las suyas.
Película de trama muy limitada, de apartados técnicos bien toscos sin grandes variantes en si narración más que la sencilla idea de sobrevivir a esta especie de bichos bolitas alienígenas que devoran todo lo que está a su paso.
Hay que reconocer que esta cinta es bastante sangrienta pero vista hoy día resulta muy inocente en sus planteos y si duda que se le nota el paso del tiempo. No obstante ello, es una película cutre y bizarra recordada, sin grandes pretensiones pero que entretuvo en su tiempo.
Pasatiempos Digitales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de marzo de 2011
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra variante de Gremlins no tan conseguida como aquella pero bastante digna. Los Critters son unos monstruos carnívoros que llegan a nuestro planeta para devorar todo lo que pillen. Un par de cazarrecompensas interplanetarios tratarán de liquidarlos. La película no está mal hecha y es entretenida. Se ambienta en un pequeño pueblo en el que los terribles monstruos harán de las suyas combinando escenas violentas con otras humorísticas. Es más violenta que Gremlins pero también incluye algunos buenos golpes graciosos. Además los efectos especiales están conseguidos y se conservan bastante bien. Tuvo su éxito y se rodaron tres secuelas más.
Harold Angel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Aprovechando el tirón de los “Gremlins” (1984) de Joe Dante, Stephen Herek elaboró una endiabladamente divertida comedia de terror, heredera de la más casposa serie B, con unos bichitos del espacio exterior muy bonicos ellos pero con más mala leche y más hambre que sus traviesos hermanos terrestres.

“Critters” es, a pesar de su oportunismo, un clásico del cine ochentero que, como todas las producciones similares, ha envejecido a pasos agigantados y sólo los que disfrutamos de la cinta de Herek de pequeños sabemos apreciarla. La historia no tiene ni pies ni cabeza, a saber: unas pequeñas criaturas peludas escapan del asteroide-prisión donde estaban encerradas y se dirigen hacia la Tierra. Tras ellas vienen dos caza-recompensas espaciales amorfos, capaces de manejar una nave interestelar pero incapaces de arrancar un Chevrolet, cuya facilidad para mimetizarse los convierten en una estrella del hair-metal (estamos en los ochenta) y su compañero, algo más indeciso, irá mimetizándose con todas las caras que ve hasta quedarse con la del tonto del pueblo. Mientras tanto, los pequeños diablos de Tasmania hacen de las suyas en un pueblecito rural norteamericano, centrando su atención en la finca de los Brown. La familia luchará por su vida mientras que las pesquisas de los caza-recompensas (destruyendo medio pueblo a su paso) los llevan tras la pista de la finca… ¿Es, o no es una historia digna de una serie B?

A toda esta amalgama de enjundias argumentales se le une una elevada cutrez (afortunadamente intencionada) en la puesta en escena de toda la trama, destacando especialmente a los desternillantes caza-recompensas, para mi gusto los verdaderos motivos por los que habría que ver esta película. El nivel del resto de la cinta es escaso, tanto a nivel interpretativo como técnico, aunque podríamos salvar unos efectos especiales que resultan bastante acertados. El diseño de los bichos, obra de los hermanos Chiodo ("Los payasos asesinos del espacio exterior, 1988"), a pesar de no ser original, resulta tan encantador como inquietante, con esos ojos colorados y esos dientes afilados, pero a decir verdad resultaban más aterradores cuando uno los veía con veintitantos años menos.

La obra de Herek tuvo una gran acogida entre el público, entre ellos un servidor, que habrá alquilado la película cientos de veces en su más tierna infancia, siendo una de mis favoritas por entonces. El éxito llevó a estos sucedáneos de Espinete a protagonizar hasta tres secuelas más, de las cuales la segunda resulta casi tan entretenida como la original.

Para fans de las locuras cinematográficas ochenteras.
Richy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de abril de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Critters es la hija no buscada de Gremlins. Con el mismo patrón, pero un enfoque sustancialmente distinto, Critters logró convertirse en un exitazo y en un clásico. Cine familiar, decían en los 80. Ahora de eso ya no queda mucho.

Stephen Herek, Don Opper y Dominic Muir escriben Critters y el primero de los tres la dirige. Había que cambiar cosas del guion para que no se pareciera excesivamente a Gremlins y que no oliera a plagio y el trío de guionistas deciden dar a Critters un plus de peligrosidad. Stephen Herek abre con Critters su (mediocre) carrera tras las cámaras con un trabajo que se ciñe a lo que él mismo propone desde el guion: fantasía, algunas risas, momentos gore y destrucción a mansalva. Herek en Critters se deja llevar por la historia, dedicándose simplemente a seguir el conflicto generado por los erizos del espacio exterior. Intenta que la película mantenga una de sus bases, la de "para toda la familia", sin renunciar a esa macabra frescura que llevan consigo los pequeños (y el crecidito) monstruítos. El resultado es un producto ameno, dinámico y de gran entretenimiento, una película en el que el nivel tras las cámaras no es ni bueno ni malo, puesto que consiste en colocar el guion frente a ellas de forma básica. El diseño de los critters es ya parte de la historia, así como sus ojos brillantes, sus afilados dientes y sus púas voladoras.

El pequeño Scott Grimes es el protagonista de la película y, muy probablemente, el que mejor responde frente a las cámaras después de Don Opper, quien además de guionista, se convirtió en la cara reconocible de la tetralogía criteriana (de la que su hermano fue productor). Dee Wallace Stone, como madre del protagonista, tiene poco trabajo aunque lo solventa con relativa facilidad. Billy Green Bush hace un trabajo bastante bueno por momentos y la familia la cierra, con peor nota que el resto, Nadine Van Der Velde. M. Emmet Walsh acompaña en el reparto con un trabajo notable y los personajes principales concluyen con el interpretado por Terrence Mann, que está un poco sobreactuado.

Resumiendo: Critters es uno de esos clásicos procedentes de la ya extinta maquinaria del cine familiar (y lo de familiar también incluye los tacos varios y la sangre). Un producto en el que invertir 80 minutos sin aburrirse ni quedar decepcionado ya es mucho, pero si además, el sentimiento es de diversión en estado puro, mejor que mejor.
Grijander
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 7 9 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow