Tierra de pesadillas

La pretensión de realizar una versión oscura de Alicia en el país de las maravillas es más que evidente. Hasta aquí todos llegamos. Pero lo que no acierto a entender es cual es el propósito último de la película.

Porque no sólo se trata de un experimento cinematográfico aburrido hasta lo insoportable, no sólo se ve repetida toda la iconografía fílmica del Sr. Gilliam hasta la saciedad. Lo más lamentable es la exhibición impúdica de elementos perturbadores y desagradables cuya justificación argumental no alcanzo a ver. Quizás sea debido a que no hay un argumento propiamente dicho, sino una sucesión macabra de escenas a cual más estúpida.

Qué trata de explicar "Tideland"? La pérdida de la inocencia? Que la pederastia es aceptable? La verdad es que ni lo sé ni me importa. Sólo sé que la sensación que deja esta película es la de querer provocar porque sí, obviando cualquier coherencia en pos de buscar escandalizar a la audiencia. Cosa que consigue pero por los motivos opuestos a los propuestos.

Lo mejor: Jeff bridges.
Lo peor: Lo aburrida y asqueante que llega a ser.

Llego a casa, me meto en internet y critico esta película:

"Qué chorrada de película. Sin más".

...

Vaya, al parecer no me validan la crítica por ser muy corta. Pero es que hay películas tan malas malas malas que qué se puede decir sobre ellas sin que te den ganas de vomitar?

Bueno espero que con estas dos frases más ya sea válida.

Insisto, un bodrio de los pies a la cabeza.

El irregular cineasta Terry Gilliam (su labor en los Monty Python y su Rey pescador me encantan, mientras que durante el visionado de La bestia del reino me dormí tres veces), nos propone, justo después de su revisión de los cuentos de los hermanos Grimm (y de sus autores), una vuelta de tuerca a la historia de Alicia en el País de las maravillas. O eso dice él. Una niña de unos diez años preparándole la dosis de caballo a sus padres es una de las muchas imágenes profundamente desagradables que nos brinda esta película. Como a toda obra firmada por Gilliam hay que reconocerle un puñado de buenas ideas y preciosas imágenes, pero el conjunto crea tal desasosiego en el espectador (o por lo menos lo creó en mí) que la tentación de abandonar la sala está presente en toda la segunda mitad de este cuento lisérgico.

Un título difícil e incómodo. En el primer acercamiento no es de fácil digestión, pero sorprende la capacidad de transgresión de Terry Gilliam. Comienza como una película que parece rodada entre Tim Burton ("Big Fish") y Tobe Hooper ("La matanza de Texas") para después sumergirse en una fantasía (¿Lewis Carroll?) oscura y lisérgica. Desde el arranque no ofrece tregua: una niña (sorprendente Jodelle Ferland) inmersa en un caos doméstico y rodeada por unos padres disfuncionales. Lo que viene después es una experiencia visual fascinante y una montaña rusa cargada de emociones y demencia. Cine anárquico.

En sí, la película, ¿tiene alguna motivación? Solamente veía escenas sin ningún sentido, hasta llegando a lo ridículo. Había momentos en que te preguntabas: "¿y ahora a qué viene esto?" o ya simplemente ni siquiera pensabas en ello.

Personajes muy diferentes, pero también ausentes. No veías que fijasen un bucle entre ellos, cada uno estaba como en un mundo aparte. Además, intentaron juntarlos un poco más con la historia de Bell y Noah, pero ni lo lograron.

En fin, no sé qué pretendía Terry mientras la dirigía pero su resultado no me llegó. Le pongo más de un punto porque el final es algo destacable en la película (de las pocas escenas...), y más o menos quedó bonito.